Constante, amable, buena profesional, discreta..., son cualidades que Angelines Rodríguez Beruete considera básicas para el éxito de un negocio con firma femenina en un entorno rural. Esta mujer, nacida en Estella hace 70 años y criada en Larraga, recibió ayer el premio Mujer Rural de Navarra a una trayectoria. La suya está ligada a la hostelería desde que en 1959 fundó el Bar Avenida Larraga.
Casada con Pedro Hermoso de Mendoza, el marido se dedicó a labores del campo, mientras ella atendía el bar, más tarde convertido en el hostal y restaurante Casa Perico, establecimiento situado, aún hoy, en la misma travesía de la localidad. Allí, "con gloria, pero también con sinsabores y mucho esfuerzo", Angelines y Pedro criaron a sus tres hijas: Marisa, María José y Ana Belén. Esta última falleció en 1987 en un accidente de tráfico. Tenía 19 años. "Eran fiestas de Tafalla, el día de la Virgen", recuerda con precisión, producto de la huella imborrable de perder a un hijo. "Y en mayo enterramos a un yerno; así que no todo son alegrías, pero aquí seguimos", apostilla la mujer, ahora centrada en ayudar sus hijos y nietos, ya al frente del negocio. "Lo que yo quiero remarcar es que estoy orgullosa de todo el pueblo de Larraga y del equipo que tenemos trabajando", añade. El equipo del que habla está formado por sus hijas, y tres de sus cinco nietos, además de otras siete personas contratadas. Todos se emplean ahora en el Hotel Villa de Larraga, establecimiento de 4 estrellas inaugurado en 2006, anexo a Casa Perico. "Fue una locura, pero aquí estamos, contentos", apunta Marisa, una de las hijas. Madre e hija cuentan que reciben ya a la tercera generación de clientes. "Aquí veraneaban sus abuelos y ahora vienen los nietos; también se alojan representantes, empleados... y servimos muchas bodas; pero a todos se les trata como de casa", explica Angelines, agradecida por un premio que recibió por sorpresa.
Diario de Navarra
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