Muchas de las últimas actuaciones, opiniones y movimientos tácticos de algunos dirigentes políticos de Nafarroa Bai son sorprendentes y desilusionantes para la gran mayoría de los nabaizales, porque ponen en cuestión lo que muchos consideramos como la esencia del espíritu fundacional de la coalición e incluso pueden poner en riesgo el futuro de la misma.
NaBai no es, no debe ser, el cortijo, ni la propiedad intelectual de nadie, donde unos son los que dictan las normas y los demás los que las acatan.
Nabai no es, no debe ser, la hegemonía de la idea de unos, siendo todas las demás subordinadas a ella. Por el contrario, es un movimiento inclusivo, lugar de encuentro de ideas en igualdad de condiciones.
NaBai, desde luego, no puede ser un lugar donde se articule una burda manera de excluir a nadie que haya manifestado públicamente su voluntad de participar activamente en el colectivo y que ya lo ha demostrado con los hechos.
Porque NaBai es un colectivo de partidos y no afiliados que actúa en política en Navarra con ánimo de ser una auténtica alternativa para propiciar un cambio profundo en nuestra sociedad.
Y eso, para empezar, implica un cambio profundo en la manera de hacer política, significa superar la “ciencia política” del siglo XX que se ha demostrado caduca e incapaz de resolver las necesidades de las sociedades actuales y sobre todo de sus sectores más desfavorecidos.
Somos muchos dentro de NaBai los que consideramos que aquella “ciencia política” es caduca para la actuación en la arena pública que nuestra sociedad reclama, y es caduca, consecuentemente y de manera inseparable, en sus modelos de organización interna. Es muy importante si se quiere ser “nuevo”, alternativa de cambio” y tantas otras palabras tan en boga en boca de muchos, comprender que todo cambio debe empezar por el cambio interno. Se tiene que practicar de verdad, y no con meras palabras, la inclusión, la pluralidad, la participación colectiva. Se tiene que aplicar con un modelo de organización novedoso y arriesgado que responda en la práctica y con eficacia, a esos principios.
Estas ideas existen en NaBai, es más, fueron parte importante del sentimiento aglutinante inicial. Existen en la cabeza y en el corazón de amplias capas de votantes de la coalición. Y existen en el espíritu de una mayoría ilusionada que quería dar un vuelco a la situación política en Navarra, precisamente dando un vuelco a la manera de ejercer la política hacia dentro y hacia fuera.
Desde luego es una apuesta fuerte y arriesgada, pero necesaria, absolutamente necesaria.
Nafarroa Bai debe ser otra cosa: una utopía y a la vez una realidad colectiva puesta en marcha. El que no lo entienda que no ponga palos en la rueda, que deje el paso libre. No es tiempo para “politiqueros”. No al menos desde el punto de vista de los intereses de la Navarra abertzale, progresista, vasquista, ecologista, de izquierda, que queremos construir con nuestro esfuerzo colectivo.
Javier Rodríguez, en Nabaizaleok Wordpress
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