En 1979 y en plena transición, un grupo de vecinos, muchos menores de edad, se unieron en Barásoain para crear un espacio público donde organizar distintos actos culturales. "En el pueblo no se organizaba nada y veíamos la necesidad de rellenar un vacío cultural, tener un espacio para realizar distintas actividades", recuerda Conchi Roldán, una de las fundadoras de la sociedad. Eran muchos los que se unieron por este fin, pero, pese a ello, la iniciativa no fue bien vista por algunos mayores. "Era un momento complicado, no entendían para que queríamos la sociedad, pensaban que iba ser un sitio con tintes políticos", relata Roldán.Tras madurar la idea, el grupo de vecinos comenzó a dar los primeros pasos para fundar la sociedad y lo primero fue escoger el lugar. Para ello comenzaron las negociaciones con la familia Pérez de Ciriza para adquirir la casona del siglo XVI situada en pleno centro del municipio. "Se trataba de recuperar un espacio céntrico y para ello fuimos a Madrid a negociar la compra", recuerda Javier Arrieta, quien fuera primer presidente de la sociedad. Una vez logrado el acuerdo, los 27 socios y socias mayores de edad abonaron una cuota de 5.000 pesetas.
A la hora de rehabilitar el edificio, acordaron entre todos que cada socio o socia invertiría un mínimo de 50 horas en la obra y hubo quien llego a meter 500. "El aparejador Mariano García fue dirigiendo la obra y hombres y mujeres nos encargamos de la obra", recuerda Arrieta. "Se hizo poco a poco y con mucha voluntad", añade Roldán.
Los tiempos han cambiado y en aquellas fechas no se arrendaba la barra del bar ni se contrataban las actividades culturales a cambio de dinero como se puede realizar a día de hoy. Los actos llegaban de manos de amigos o conocidos. "Las actividades se realizaban a cambio de una cena o un calderete, era otro ambiente", recuerda Roldán. Así, comenzaron a organizar obras de teatro, exposiciones de pintura y fotografía, charlas de montañismo e historia. "Se trataba de cubrir un espacio que no había. Antes sólo existía el bar", relata Roldán.
Con el paso de los años, los actos de la sociedad han ido cambiando y a día de hoy, entre las actividades organizadas en la sociedad destacan el campeonato de Play Station o un concierto de rock. "Ahora es un lugar de ocio y donde juntarse, si no existiese tendríamos la necesidad de inventarla", relata Arrieta.
En cuanto a la barra de la sociedad, al principio eran los propios socios quienes la atendían. "Abrimos la sociedad como bar en fiestas del 78", recuerda Arrieta. "Nos encargábamos de cubrir la barra y limpiarla todos los fines de semana", relata Roldán. Desde hace unos años, en cambio, la barra se arrienda. "La gente no suele estar más de un año y a veces cuesta encontrar arrendatarios, aunque por suerte siempre se arrienda", añaden. A diferencia de muchas sociedades gastronómicas, en SRDC Valdorba todos los vecinos forman parte de la misma, de ese modo, existen tres rangos de asociados: de 0 a 17 años, de 18 a 64 y de 65 en adelante. La única diferencia reside en las cuotas que abona cada uno. A día de hoy, SDRC Valdorba cuenta con cerca de 400 socios y socias.
Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario