domingo, 5 de abril de 2009

CANARIAS ANTE UN PAVOROSO ESCENARIO DE EMERGENCIA SOCIAL

Siguiendo la inquietante progresión que configura en las Islas un escenario de auténtica emergencia social, el número de parados registrados en Canarias volvió a aumentar el mes de marzo en 10.638 personas. Un crecimiento del 4,67% con respecto al mes anterior. Por sectores, en el pasado mes de marzo el desempleo registrado en Canarias aumentó en 6.669 personas en Servicios, 1.721 en la Construcción, 487 en la Industria, 172 en la Agricultura y 1.589 en el colectivo 'Sin Empleo Anterior'. De esta forma, el número total de desempleados en el Archipiélago se sitúa ya en 238.344, acercándose a la cifra de 260.000 que algunos analistas habían previsto que podía alcanzarse al final de 2009. En términos interanuales el paro aumentó en 79.502 personas, lo que representa un incremento de un 50,05% respecto al mismo mes del año anterior.

Estos datos, ofrecidos por el Instituto Nacional de Empleo (INEM) el pasado jueves 2 de abril, sitúan a Canarias, una vez más, a la cabeza del Estado español en cuanto a destrucción de empleo partiendo, además, de una situación de paro estructural en torno a un 6% más elevado que la media estatal. Cabe señalar que España duplica, a su vez, y según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), la tasa de desempleo de la Unión Europea, con un 19% de su población activa expulsada actualmente del "mercado laboral" frente al 8% de los países de la zona euro. En el archipiélago canario este porcentaje ronda ya el 25%. Al brutal parón de la construcción - donde el paro aumentó un 100,5% en el último año - y de la actividad comercial, se ha sumado desde hace meses el del sector turístico, con pésimas previsiones para la próxima temporada de verano.

Se trata, sin duda, de una alarmante situación económica que amenaza con destruir el frágil tejido social de las Islas, y que ya ha comenzado a incrementar el número y la intensidad de los conflictos laborales en el Archipiélago.

Previendo la posible evolución de los acontecimientos, las Administraciones autonómica y central han comenzado a tomar cartas en el asunto. Por un lado, los cuarteles y comisarías de Canarias han recibido en los últimos meses importantes cantidades del material "antidisturbios" utilizado habitualmente en la represión de las manifestaciones o estallidos populares. Pelotas de goma, pasamontañas, cascos con protección frontal y trasera, guantes anticortes, chalecos anticontusión y antipinchazos, defensa para intervención en actos concurridos y defensa extensible, grilletes especiales para control de detenidos o escudos de protección. Los estudiantes de la Universidad de La Laguna y los estibadores del Puerto de La Luz y de Las Palmas han sido los primeros en sufrir en el Archipiélago el nuevo "talante" con el que las "Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado" parecen dispuestas a responder a cualquier acto organizado de disidencia o reivindicación.

Paralelamente a este importante refuerzo policial, Coalición Canaria protagonizaba en el Congreso de los Diputados, a través de la diputada nacional Ana Oramas, un acercamiento al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero con la crisis económica en las Islas como telón de fondo. Días después de apoyar la "iniciativa anticrisis" presentada por CC, el presidente del Gobierno se comprometía a reunirse con Paulino Rivero para analizar un "plan de medidas concretas destinadas a frenar la destrucción masiva de puestos de trabajo en Canarias".

El cambio de 'tono' en las relaciones del Ejecutivo autonómico y el partido gobernante a nivel estatal se encuentra plenamente justificado por la delicada coyuntura actual. Ambos son plenamente conscientes de que un desempleo masivo - máxime en islas tan superpobladas como las canarias - resulta incompatible con la "paz social" que ha permitido a unos pocos afortunados acumular increíbles fortunas en los últimos años de negocios inmobiliarios, especulación y evasión -legalizada o no- de impuestos empresariales. En tales circunstancias, la articulación de algún colchón paliativo se presenta como un instrumento necesario para intentar mantener la contestación social por debajo de ciertos niveles que garanticen la estabilidad del sistema.

Los analistas económicos coinciden en señalar, no obstante, que medidas como el Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC) o el llamado "Plan Zapatero" para la inversión en Infraestructuras Públicas, no podrán frenar el incremento del desempleo en medio de una crisis en la que los efectos de la recesión mundial se retroalimentan con las características propias de la insostenible economía del Archipiélago. Una economía basada en el binomio construcción-turismo, con una agricultura de exportación sustentada artificialmente por las subvenciones europeas, y absolutamente dependiente de los insumos, productos elaborados y energías fósiles procedentes del exterior.

Se dibuja en las islas, por tanto, un escenario pavoroso. Las características inherentes al modelo económico defendido por CC, PP y PSOE limitan de manera drástica la posibilidad de gestionar los efectos de la recesión con medidas destinadas a preservar "la paz", reservando el uso de las porras para aquellos colectivos menos proclives a cargar resignadamente con las consecuencias de la crisis. Todo indica, pues, que la función última de estas formaciones políticas, sostener el actual desorden económico a cualquier precio, les obligará a recurrir de manera excepcionalmente intensa al primer elemento del clásico binomio coerción - consenso con el que la máquina estatal cuenta para la consecución de este objetivo.


kaosenlared

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