martes, 18 de noviembre de 2008

LA MEDIDA DEL ANTIFRANQUISMO ACTIVO: 3)-EN CADA ZONA DE NAVARRA


La participación por zonas en el referéndum de la Ley de la Reforma Política, celebrado en diciembre de 1976, fue el siguiente, en orden creciente:

Iruña 66’43%
Resto de la Cuenca de Pamplona 69’72
Noroeste 71’54
Tierra Estella 72’40
Pirineo 75’61
Resto Merindad Aoiz-Sangüesa 75’62
Ollo-Olza-Etxauribar 75’88
Valdizarbe 76’96
Zona Media 80’51
Ribera Estellesa 83’45
Ribera Tudelana 83’98

IRUÑA (66’43%). Por barrios, votó el 64’34% en el Distrito 1 (Casco Viejo), el 70’70% en el 2º (Ensanche), el 65’12% en el 3º (San Juan), el 67’95% en el 4º(Abejeras-Iturrama-Etxabakoitz), el 63’50% en el 5º(Milagrosa-Santa María la Real), el 63’50% en el 6º (Txantrea-Orbina), y el 62’26% en el 7º (Arrotxapea-Sanduzelai).

Es el porcentaje de abstención más elevado de Navarra, lo que quiere decir que en el año 1976 la capital era el núcleo más importante de rebeldía social. Era la primera ocasión en la que tenían oportunidad de votar los hijos de la generación del baby-boom, nacidos entre 1946 y 1964, y aunque la edad mínima para poder hacerlo era a los 21 años, buena parte ya estaba en el censo. Y todavía están por suceder los grandes cambios demográficos en la Cuenca de Pamplona, que arrojarán a los pueblos de la periferia a buena parte de la juventud. Tampoco se ha generalizado aún el desplazamiento a la capital de muchos jubilados de elevado poder adquisitivo. Es decir que sociológicamente la capital tenía un perfil más combativo en su conjunto que hoy en día.

La abstención es mayor en los barrios obreros y populares y la participación más alta es en el Ensanche. Es una tendencia que se confirma con la evolución electoral posterior. Hoy la derecha es mayoritaria en el Ensanche, en San Juan y en Iturrama.


CUENCA DE PAMPLONA (69’72%). Antsoain 68’62%, Burlada 67’90, Villava 66’52, Uharte 70’64, Egüés 64’50, Aranguren 78’06, Elorz 81’09, Galar 74’78, Cizur 68’81, Ezkabarte 77’35.

No se han segregado aún de sus cendeas algunos municipios de hoy: Barañain, Berriozar, Berrioplano, Noain, Beriain, Orkoien, Zizur Mayor. Y Aranguren y Egüés, compuestos por enclaves rurales dispersos, tienen todavía muy poca población.

No ha hecho más que comenzar la expansión de la Cuenca, en la que se encuentra la gran reserva de suelo de la comarca. No existen todavía las viviendas protegidas oficiales. La edad media de estos municipios era en aquella época muy superior a la actual. Antsoain, que incluía a Berriozar y Berrioplano, sería probablemente el que más estaba creciendo, como pueblo-dormitorio, sin infraestructuras ni equipamientos adecuados. Burlada, la mayor población de todas, segregada en 1970 del valle de Egüés, distaba todavía de llegar a la decena de millar de personas censadas.

No era pues de extrañar que la abstención global en la Cuenca fuese algo menor que en Iruña.

En Villava, el más abstencionista, fue muy similar al de la capital. Era una de las muy escasas villas navarras que conocieron la industria desde principios de siglo. Y aunque la derecha fue siempre muy potente y activa, era un pueblo políticamente plural, donde ya existían batzoki y Casa del Pueblo en los años 30.
Los índices más altos de participación se dieron en los pueblos del sudeste de la Cuenca: Elorz, Galar y Aranguren, los que hoy están fuera de la Zona Mixta. (Noain pertenecía a Elorz y Beriain a Galar).


NOROESTE (71’54%). Bera 72’99, Lesaka 66’81, Igantzi 90’69, Arantza 80’19, Etxalar 64’42, Sunbilla 82’57, Doneztebe 78’29, Elgorriaga 81,75, Ituren 81’31, Zubieta 91’39, Ezkurra 77’62, Eratsun 84’15, Saldías 80’45, Beintza-Labaien 71’43, Urrotz 84’21, Oitz 73’64, Donamaria 74’07, Bertizarana 78’30, Baztan 77’63, Urdazubi 78’22, Zugarramurdi 68’32, Goizueta 29’73, Arano 60, Areso 74’17, Leitza 68’04, Araitz 63’59, Betelu 82’28, Larraun 54’19, Basaburua 59’91, Imotz 59’33, Anue 70’19, Ultzama 78’37, Lantz 68, Odieta 64’41, Juslapeña 69’35, Iza 64’34, Atez 74’59, Arakil 73’02, Irañeta 75’47, Uharte Arakil 84’35, Arruatzu 87’74, Lakuntza 72’02, Arbizu 80’36, Ergoiena 59’57, Etxarri-Aranatz 52’35, Bakaiku 67’18, Iturmendi 88’10, Urdiain 66’19, Altsasu 74’96, Olazti 73’44, Ziordia 76’79.

No existían Lekunberri ni Irurtzun como ayuntamientos.

Al interpretar estos datos hay que considerar otra variable, además de la política: la dispersión. Porque se observa una tendencia generalizada a una menor afluencia en los valles compuestos por núcleos rurales de población, en los que es obligado el desplazamiento a otra localidad para poder votar.

Como se ve, la abstención, siendo importante, no es mayoritaria. Y esa tendencia política se confirmó cuando seis meses más tarde, en las elecciones legislativas de junio de 1977, la UCD fue el primer partido en poblaciones como Lesaka, Bera, Etxalar, Doneztebe, Baztan, Bertizarana, Zubieta, Donamaría, Betelu, Larraun, Areso, Imotz, o Urdiain. Y el PSOE en Altsasu, Olazti y Ziordia y Urdiain en la Burunda, la única zona de la Navarra euskaldun en la que había triunfado el Frente Popular en febrero de 1936. Incluso en Lakuntza gana también el PSOE.

Es decir que tendrán que pasar unos cuantos años para que todos esos pueblos y valles, muchos de ellos en regresión económica y demográfica, se decantaran, y aun de forma desigual, por un apoyo mayoritario a las opciones de signo abertzale. Evidentemente ya existía conciencia vasca, pero no conciencia vasquista expresa. La politización progresiva del período de transición y el cambio generacional irían despertando ese vasquismo latente.

También hay que mencionar un estigma histórico, común a toda la comunidad euskaldun de Navarra, pero muy importante en esta zona. En muchos casos ya existía una cierta falta de autoestima de los euskaldunes navarros mucho antes del franquismo. Irigarai nos transmitió que en 1935 los jóvenes de Doneztebe, los de Bera o los de Elizondo ya hablaban en castellano entre ellos. El euskera se asociaba por muchos a los signos del mundo rural y del aislamiento social, máxime cuando la administración foral estaba fuera del territorio euskaldun y cuando en muy pocas ocasiones había existido como en Gipuzkoa o Bizkaia un clero vasquista que frenase el retroceso cultural. Yo creo que este estigma no ha desaparecido hoy todavía del todo, pero desde luego, estaba todavía muy presente en los años setenta. Y es del todo entendible que tuviese su reflejo político.

Obsérvese la gran participación en la zona de Baztan y Malerreka, en los que hoy predomina EA. Se observa un comportamiento acrítico, consecuencia de una mayor despolitización del medio rural y de una ausencia histórica de compromiso político. Tampoco el nacionalismo había tenido una gran implantación histórica y donde la tuvo la había tenido que compartir con el tradicionalismo.

En cambio en pueblos que por cercanía geográfica tenían con Gipuzkoa la mayor relación comercial y social la cosa es distinta. La expresión más clara es Goizueta, con gran diferencia la población más abstencionista de Navarra, y la de tendencia más abertzale con posterioridad, donde en 1936 ya habían ganado de forma rotunda los nacionalistas. O en menor medida en Leitza.

En la Sakana, una de las zonas más activas del movimiento antifranquista, los resultados son desiguales. La abstención es muy importante en Etxarri-Aranatz, localidad en la que mucha gente estaba comprometida en las más diversas formas de lucha, en Bakaiku o en Urdiain. Mucho menor en algunos núcleos en los que todavía hoy el voto regionalista sigue siendo importante, tales como Uharte Arakil o Iturmendi, y se me antoja sorprendentemente alta la participación en Arbizu. De cualquier forma, los cambios se dejarían sentir en sólo 2 años. El referéndum sobre la Constitución de diciembre de 1978, en el que ya se figura en el censo a partir de los 18 años, supondrá un punto de inflexión, que se confirmará en las forales de 1979.


TIERRA ESTELLA (72’40%). Estella 65’06, Oteiza 67’21, Ameskoa Baja 83’39, Eulate 89’94, Aranaratxe 88’51, Larraona 89’68, Allín 70’18, Goñi 73’37, Lezaun 73’36, Salinas de Oro 81’52, Abárzuza 73’39, Yerri 66’13, Guesálaz 71’18, Villatuerta 71’93, Metauten 67’21, Murieta 85’88, Ancín 87’75, Lana 77’94, Zúñiga 91’82, Mendaza 77’21, Abaigar 89’77, Legaria 90’68, Oco 92’19, Olejua 56’34, Etayo 74’44, Piedramillera 74’11, Sorlada 84’34, Mirafuentes 82’76, Nazar 83’67, Ayegui 69’90, Luquin 75’19, Aberin 84’44, Barbarin 82’76, Morentin 82’11, Arróniz 76’47, Dicastillo 79’15, Arellano 75’24, Cabredo 88’89, Marañón 84’09, Genevilla 80’65, Torralba del Río 78’21, Mues 94’08, Espronceda 88’11, Desojo 75, Azuelo 84’93, Aras 76’44, Aguilar de Kodes 76’88, Igúzquiza 76’42, Lapoblación 88’24, Villamayor de Monjardín 83’33.

Aquí no está incluído todo lo que corresponde al partido judicial de Estella. Dejo fuera la zona más próxima al Ebro, al sur de la merindad, de características sociológicas distintas al resto.

La abstención en este referéndum fue en Lizarra algo mayor incluso que la de Iruña. El comportamiento electoral en esta ciudad viene marcada por una constante, que es la de la pluralidad y la de la estabilidad. Ya en febrero de 1936 se impuso con claridad la derecha, con 1900 votos, pero era importante también la presencia de los nacionalistas, que contaban con el plus del carisma de Irujo, que lograron 701 votos, y la del Frente Popular, con 432. Una distribución similar se ha ido registrando posteriormente elección tras elección, con distintas expresiones y recomposiciones de cada bloque electoral. Por ejemplo en las primeras elecciones democráticas de 1977, la derecha en su conjunto superó los 2.000 votos (1588 UCD, 430 la Alianza Foral, 206 el Frente Navarro Independiente y 199 la Agrupación Popular Navarra). Los socialistas tuvieron 1.273 votos, UNAI 1.157, los nacionalistas del PNV, ANV y ESB agrupados 670, la Agrupación Montejurra que encubría a los carlistas no legalizados 396, y el PCE 112. La extrema izquierda, juntando los votos conseguidos por las agrupaciones que representaban a ORT, LKI y PTE , 143.

Se acercan bastante a los de Estella los resultados de los pueblos del entorno más próximo: Abárzuza, valle de Yerri, Villatuerta o Ayegui. La abstención es muy importante también en Oteiza. Como tónica general la participación aumenta en la medida en que los núcleos de población son más pequeños. Es normal que esto no ocurra siempre porque muchos municipios, en particular los de la zona de la Berrueza, son de muy pocos vecinos, lo que hace que se produzcan con facilidad variaciones muy irregulares. Por ejemplo, el pueblo más abstencionista fue Olejua, y los de mayor participación sus vecinos Oco y Mues, sin que se perciban características políticas que justifiquen esa divergencia.

En casi todos los pueblos de esta zona ganaría la UCD con holgura en las elecciones de junio de 1977. Los carlistas, que consiguió en esta merindad sus mejores resultados de Navarra, les adelantarían en Villatuerta, Morentin y en Sorlada, y les empatarían en Olejua.


PIRINEO (75’61%). Esteríbar 74’87, Erro 73’04, Luzaide 81’32, Orreaga 91’89, Auritz-Burguete 77’63, Garralda 74’52, Aria 86’96, Aribe 85’71, Orbara 91’67, Orbaitzeta 70’14, Hiriberri 89’35, Garaioa 80’60, Abaurrepea 86, Abaurregaina 87’80, Jaurrieta 90’07, Izalzu 87’10,. Otsagi 72’76, Ezkaroze 73’39, Orontz 86, Espartza 60’14, Sarriés 66’67, Gallués 81’03, Güesa 71’13, Uztarrotze 70’47, Izaba 73’95, Erronkari 75’87, Urzainki 59’63, Bidankoze 66, Garde 75’74, Burgi 63’79.

Tanto Esteríbar como Erro, en el pre-Pirineo, son valles de mucha dispersión de la población, por lo que no toda la abstención, que en definitiva no es más que de una persona de cada cuatro, se puede atribuir a voluntad política. El nacionalismo ya estaba presente antes de la guerra, pero siempre en inferioridad frente al tradicionalismo. En Luzaide, siempre presente el pragmatismo propio de los pueblos fronterizos, se votó por encima de la media. Incluso en Burguete, donde en junio serían primera fuerza los nacionalistas del Frente Autonomista de Navarra.

Aezkoa es, en conjunto, el valle en el que se produjo mayor participación (81’46), si bien ésta bajaba notablemente en Garralda y en Orbaitzeta. En pocos años se invertiría esa tendencia de voto por el poder merced a la conciencia desarrollada en el contexto de las luchas por la devolución de los montes que se les arrebató a los aezkoanos al construir la fábrica de Orbaitzeta. Y sobre todo, tras la muerte en el cuartel de Intxaurrondo del orbaiztarra Mikel Zabalza.

En el valle de Salazar votó el 79’26% del electorado. Siete puntos menos en Otsagi, centro administrativo y comercial del valle, siempre hegemonizado por la derecha. Jaurrieta, donde triunfó el Frente Popular en 1936, votó masivamente en el referéndum. El más abstencionista fue Esparza, donde el nacionalismo había logrado sus mejores resultados antes de la guerra. La evolución posterior confirmó la histórica supremacía de la derecha en Otsagi y un apoyo muy alto al PSOE en el resto de los pueblos, posiblemente influenciados por la figura de Gabriel Urralburu. Hoy en día, el voto NaBai ha adquirido gran importancia.

El valle de Erronkari, el más oriental, fue el más abstencionista en esta consulta. (71'01). Aquí no había habido una presencia nacionalista reseñable; sí en cambio de la izquierda, pues ya en la época de la República se habían celebrado nacimientos, bodas y entierros civiles. La abstención más alta se registró en Urzainki, donde en las elecciones de junio de 1977 se impondría con holgura la candidatura de UNAI.


RESTO DE LA MERINDAD AOIZ-SANGÜESA (75’62%). Aoiz 72’84, Sangüesa 80’13, Lumbier 65’61, Aibar 69’62, Cáseda 81’15, Gallipienzo 80’15, Sada 80’08, Leache 88’71, Ezprogui 93’10, Lerga 82’89, Eslava 83’77, Petilla de Aragón 90, Monreal 87’62, Ibargoiti 76’87, Izagaondoa 58’57, Lizoain 57’40, Unciti 62’82, Urroz 83’83, Yesa 81’43, Liédena 80’63, Javier 80’38, Castillonuevo 76’47, Lónguida 71’68, Urraulbeiti 67’43, Urraulgoiti 70’53, Artzibar 63’10, Romanzado 74’69, Navascués 76’25.

El porcentaje es casi idéntico globalmente al del Pirineo. También aquí se observa el fenómeno de una mayor abstención en los municipios agrupados en valle (Artzibar, Lónguida, Lizoain, Urraul, Unciti, Izagaondoa….), por la dispersión.

Entre los pueblos de una cierta importancia, la mayor abstención se registra en Lumbier, localidad en la que siempre dominó con gran holgura la derecha, pero en la que también estaban presentes históricamente los nacionalistas y la izquierda. En las elecciones del 77, su gran tradición carlista se confirmó con un voto importante, del 20% a la Agrupación Montejurra, pero inferior al de la derecha. Mayor, pero inferior a la media de la zona, fue la participación en Aoiz, de composición más equilibrada entre las distintas opciones de la derecha, de la izquierda y del nacionalismo, según los resultados de las primeras elecciones libres.

Por encima de la media de la merindad se situaba Sangüesa, donde se confirmaría después la histórica hegemonía de la derecha, desviándose una parte hacia la opción progresista de la Agrupación Montejurra, que obtuvo el 10% de los votos. Y también Urroz, donde la presencia muy antigua del nacionalismo, pues fue en aquí donde se abrió en 1912 el segundo batzoki de Navarra, no se confirmaría en 1977.

Aibar, Gallipienzo y Cáseda, pueblos que sufrieron notablemente, en particular el tercero, la represión del golpe fascista, se expresaron de forma muy distinta. La abstención fue más importante en Aibar, donde en las elecciones posteriores ha sido generalmente mayoritario el voto progresista, si se toma en su conjunto.


OLLO-OLTZA-ETXAURIBAR (75’88). Ollo 74’23, Olza 71’87, Etxauri 72’22, Echarri 86’36, Ciriza 90, Bidaurreta 52, Zabalza 100, Belaskoain 82’69.

No es una comarca natural, pero cuesta integrarlos con naturalidad en otras zonas. Olza, más cerca de la Cuenca de Pamplona, era ya el de mayor población, aun cuando todavía no se había desarrollado Orkoien. Y esa cercanía se refleja en un comportamiento electoral más próximo también.

En Etxauribar la participación fue alta y desigual. En Etxauri no se reflejó de forma clara la importancia que tendría posteriormente y sin interrupción el voto abertzale y progresista. Sí en Bidaurreta, donde en junio ganaría UNAI. Belaskoain se mantuvo, como siempre ha sido historicamente, fiel a una sólida hegemonía de la derecha, y Zabalza era el único caso en todo Navarra donde participó todo el mundo, las 106 personas que figuraban en el censo.


VALDIZARBE (76’96). Puente la Reina 80’53, Legarda 74’73, Uterga 78’57, Artazu 79’78, Guirguillano 93’65, Zirauki 67’05, Mañeru 68’51, Obanos 76’39, Muruzabal 91’36, Adios 83’65, Enériz 71’53, Ukar 68’09, Tirapu 85’71, Biurrun-Olkotz 61’39, Añorbe 80’97, Tiebas-Muru Artederreta 79’22.

Tiebas tiene la misma situación problemática que se ha visto antes, y opto por incluírla aquí a estos efectos, lo mismo que otros pueblos que no son propiamente de Valdizarbe, pero sí de su mancomunidad actual.

El porcentaje de participación en Gares se me antoja un poco alto en una población en la que ya entonces había un considerable potencial asociativo. Las siguientes elecciones ya revelaron una importancia notable del voto progresista, si bien muy fragmentado, con el PSOE, UNAI, la ORT y los carlistas como fuerzas principales.

La participación fue más baja en Zirauki y Mañeru. En ambas el más votado el año siguiente sería el Partido Carlista. El de Mañeru es un caso singular de evolución del voto conservador, pues el Frente Popular no consiguió allí en 1936 ningún voto. Sin embargo el PSOE llegaría a ser el partido más votado en los 90 y hoy lo es NaBai. Zirauki ya había sido un pueblo de mayor complejidad política y social en la República y lo sigue siendo.

El resto de Valdizarbe se mantiene fiel a unas constantes de mayoría conservadora.


RIBERA ESTELLESA (83’45). Azagra 85’33, San Adrián 89’22, Andosilla 80’64, Cárcar 90’60, Lodosa 88’31, Sartaguda 86’82, Mendavia 82’56, Lazagurría 83’64, Viana 76’88, Los Arcos 82’30, Allo 76’90, Sesma 86’56, Lerín 75’96, Bargota 74’04, Armañanzas 77’78, El Busto 79’28, Sansol 75’54, Torres del Río 78’44..

La Ribera Estellesa, subdivisión de la llamada Ribera Alta, participa más quizás de las características políticas del resto de la Ribera que de las de Tierra Estella. Por eso conviene analizarla aparte. En cualquier caso aquí se da una circunstancia muy clara. Es la zona de Navarra en la que la represión fue más generalizada. Aquí están la mayoría de los pueblos en los que a más gente se asesinó en proporción en toda la Comunidad.

Sin embargo, el peso de la memoria histórica no se dejó sentir con fuerza en esta ocasión, porque la participación fue generalizada. Se impuso el pragmatismo, sin duda, porque era claro que memoria histórica existía, tal como se evidenció en los entierros de los fusilados que comenzaron a celebrarse al poco tiempo y en las elecciones de seis meses más tarde, en las que el PSOE ya atrajo a una buena parte del electorado, imponiéndose como primera fuerza en poblaciones como San Adrián, Andosilla, Sartaguda o Viana.

En Sartaguda, por ejemplo, en el pueblo de las viudas, sólo se abstuvo en aquel referéndum el 13% de la población, cuando seis meses más tarde solamente el voto del PCE llegó hasta el 20%, su mayor porcentaje en Navarra. Lodosa, Cárcar y San Adrián votaron en torno al 90%. En Mendavia y Azagra, con porcentajes de abstención un poco más altos, ya se notó el reflejo de la presencia de unas agrupaciones comunistas relativamente fuertes, cosa que no ocurría en Sartaguda, donde no tenían militancia y aquel voto pronto se evaporó, en dirección a Herri Batasuna principalmente.

En Viana, donde ya había grupos activos de la ORT y de sectores abertzales, la participación fue sensiblemente menor. Lo mismo que Allo y Lerín, un poco más alejados de las características de los pueblos ribereños del Ebro, donde la distribución del voto en las elecciones del retorno a la democracia fue más equilibrada y alejada del bipartidismo. En Bargota, el pueblo de más baja participación de toda esta zona, se impondrían en junio los carlistas de la Agrupación Montejurra.


RIBERA TUDELANA (83’98). Tudela 81’22, Villafranca 80’16, Valtierra 80’27, Arguedas 88’51, Milagro 87’33, Cadreita 90’71, Castejón 84’28, Corella 82’97, Cintruénigo 85’15, Fitero 90’81, Fontellas 87’79, Cascante 78’81, Murchante 85’93, Ablitas 87’27, Barillas 91’78, Tulebras 82’86, Monteagudo 88, Cabanillas 84’33, Fustiñana 85’59, Ribaforada 90’31, Cortes 87’15, Buñuel 82’25.

Probablemente será ésta la zona políticamente más homogénea de toda Navarra. También la más estable, aunque también sujeta a los vaivenes entre las dos fuerzas mayoritarias, que aquí acaparan entre las dos la mayor parte del electorado.

No se observan grandes diferencias en los porcentajes de votación. La mayor abstención se registró en Cascante y también votaron por debajo de la media Tudela, Villafranca y Valtierra. En esta última localidad en las elecciones de junio ganaría la ORT, que con el 40% de los votos, consiguió su mejor resultado de toda la comunidad, excepción de quiebra del bipartidismo, no repetida después en toda esta zona.

Pueblos como Castejón o Ribaforada se han mantenido fieles en toda la evolución electoral desde entonces a un apoyo mayoritario al PSN. Sin embargo, en la votación del referéndum de 1976, las diferencias políticas entre los pueblos en función de sus mayorías sociales en la dimensión derecha-izquierda, resultan imperceptibles.

Esta ausencia de masa crítica en esta zona al comienzo de la transición permite comprobar con claridad que la inmensa mayoría del electorado que después se decantaría por los socialistas, los que entonces tenían edad para hacerlo, claro está, participaron displicentemente en el referéndum de la reforma política. En la Ribera, como en el resto de Navarra y como en casi todos los sitios.


Concluiremos mañana con un análisis pormenorizado de la Zona Media.

Praxku

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