miércoles, 26 de noviembre de 2008

EL REY INTERVINO A FAVOR DE LUKOIL

PÚBLICO (I.ESCOLAR/A.KOVALIOV) El rey Juan Carlos de Borbón telefoneó el pasado jueves 20 de noviembre en seis ocasiones al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para interceder a favor de la posible compra del 30% de Repsol por la petrolera rusa Lukoil. Según varias fuentes próximas al Gobierno, las llamadas del rey influyeron en el cambio de postura del Ejecutivo sobre estas negociaciones, que Repsol y La Caixa confirmaron ese mismo día.
Las primeras conversaciones telefónicas entre el rey y Zapatero se produjeron en la mañana del jueves, poco después de que Miguel Sebastián, se mostrase contrario a esta operación. El ministro de Industria, el primer miembro del Ejecutivo que valoró la operación, aseguró sobre las nueve de la mañana del jueves que el Gobierno haría "todo lo posible para que Repsol siguiese siendo española".
Las llamadas se produjeron después de que Sebastián se opusiese a la venta
Horas después tras hablar, entre otros, con el rey Zapatero corrigió esa primera postura. Sin tampoco apoyar la entrada de Lukoil, se mostró mucho menos crítico que Sebastián. El presidente del Gobierno dijo ser "respetuoso con los intereses de la compañía" y destacó que el 20% de las acciones de Lukoil está en manos estadounidenses.
Las llamadas a Zapatero no han sido las únicas conversaciones telefónicas del rey sobre Lukoil. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, llamó a Juan Carlos de Borbón hace unos días y, entre otros temas, abordaron la posible compra, según filtraron fuentes del Kremlin.
Un portavoz de la Casa Real aseguró ayer a Público "no tener constancia" de ninguna de estas llamadas: ni la de Putin al rey ni las del rey a Zapatero. Según este mismo portavoz, las gestiones del rey se limitan a apoyar las relaciones con otros países "y después van los empresarios".
Ayer un portavoz de la Casa Real también aseguró, en una inusual declaración a la agencia Europa Press, que "el rey no ha llamado por teléfono a Putin o Medvedev para que se haga tal o cual operación porque ese no es su papel". Las declaraciones llegaban como desmentido parcial de una información publicada por el diario digital elconfidencial.com, donde se asegura que el rey ha participado en "la operación Lukoil".
Aunque el último viaje oficial de los reyes a Rusia fue hace más de una década, en 1997, Juan Carlos de Borbón ha realizado varias visitas privadas en los años 2001, 2002, 2005 y 2008. El rey está en la lista de los jefes de Estado que tienen una relación muy personal y cordial con el ex presidente ruso Vladimir Putin.
Desde su llegada al poder en el año 2000, Putin no ha escatimado esfuerzos para demostrar que Moscú considera sus relaciones con España como una asociación privilegiada. Su primer viaje oficial al extranjero fue a Madrid, y desde entonces los contactos bilaterales cogieron un ritmo nunca visto.
El rey de España fue también el primer jefe de Estado europeo en reunirse en Moscú, el pasado junio, con el nuevo presidente ruso, Dimitri Medvédev, en el Gran Palacio del Kremlin. En aquella ocasión, Juan Carlos de Borbón aprovechó su visita para cenar en privado con Vladimir Putin en un restaurante de cocina rusa tradicional en las afueras de Moscú, en la carretera Rubliovka.
La familia real también mantiene una excelente relación con La Caixa, otra de las entidades que está negociando la venta a Lukoil de parte de sus acciones en Repsol. La caja catalana es patrocinadora del yate de regatas Bribón.
El Rey ha viajado a Rusia en media docena de ocasiones invitado por Putin y además de Moscú ha visitado otros lugares, como el balneario de Sochi, en el mar Negro. En una de esas visitas, durante su estancia en la región de Vólogda, 400 kilómetros al norte de Moscú, el Rey se hospedó en la mansión Glujarinni Dom (Casa del Urogallo), construida para los aficionados a la caza. Según publicó la prensa local, la cacería del monarca español fue todo un espectáculo, organizado por unos funcionarios locales, en el que mató de un disparo a un oso amaestrado, de nombre Mitrofan, que fue embriagado con abundantes cantidades de vodka con miel. Más tarde, el gobernador de la región de Vólogda, a instancias del Kremlin, declaró que toda esa historia había sido “un invento” de los reporteros. “No hubo nada. El oso en cuestión murió dos meses después de que Juan Carlos visitara nuestra región”, afirmó.

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