sábado, 7 de noviembre de 2009

UN AÑO IGUAL A 26.000 KILÓMETROS

O lo que es lo mismo, 1 viaje a Madrid, 6 viajes a Soto del Real (provincia de Madrid), 1 viaje a Salamanca y 11 viajes a Almería en tan sólo un año. Un año igual a 80.000 kilómetros. O lo que es lo mismo, 2 viajes a Madrid, 2 a Salamanca y 40 viajes a Almería en el mismo año. Total, más de 100.000 kilómetros en un año. Es decir, varias veces la circunferencia de la tierra.
Hemos sufrido, en carretera, todo tipo de climatología: hace un año estuvimos a punto de quedar bloqueados por la nieve en Navacerrada. Hemos soportado al volante vientos huracanados que nos llevaban el vehículo de un lado a otro de la autovía. Lluvias torrenciales. Tráfico agobiante. Calor africano por las tierras de Almería....Además de una sangría económica muy importante.
Unos familiares tuvieron un accidente que se saldó con una salida de la carretera, un buen susto en el cuerpo y una hermosa factura en el chapista. ¿Y a qué viene que éstos nos cuenten sus andanzas por las carreteras del reino de España? se preguntará más de uno. Pues muy sencillo: hace ahora un año detuvieron a nuestra hija Araitz, junto con otras tres personas, con unas acusaciones que, de no ser por la situación y por lo que le puede caer encima, serían para echarse a reír. Pero no es de esto de lo que queríamos escribir. Éste es otro tema. Lo explicado hasta ahora es un breve resumen, unas pinceladas de nuestros viajes (26.000 kilómetros) y los de nuestros familiares y amigos (80.000 kilómetros) para ver a nuestra hija encarcelada preventivamente en Almería y a la espera del juicio.
Lo que queríamos hacer, ahora que se cumple un año del secuestro legal de nuestra hija, era preguntar al presidente que se dice de todos los navarros, Miguel Sanz, y por lo tanto, supongo, bravo defensor del bienestar de todos los ciudadanos de esta comunidad; preguntar también a Roberto Jiménez, que aspira también a ser presidente de todos los navarros y por lo tanto, también lo supongo, con los mismos fines que el anterior; y hacerle la misma pregunta a Francisco Javier Enériz Olaechea, Defensor del Pueblo, institución que "cuenta como función primordial la de salvaguardar a los ciudadanos frente a los posibles abusos y negligencias de la Administración" (así al menos pone en su página web). si están de acuerdo con la política de dispersión de los presos políticos vascos y con el castigo que ese alejamiento supone tanto para la persona presa, en nuestro caso además presa preventiva, es decir sin haber sido juzgada, como para sus familiares y amigos.
Suponemos que la respuesta sería que sí, que están de acuerdos con que sean enviados a cientos de kilómetros de sus hogares, puesto que hasta la fecha no hemos oído una sola protesta por su parte. Siendo así, que nos den una sola razón. (....)
Insisto: una sola y nos callaremos. Porque, quizás, lector que has tenido la paciencia de llegar hasta estas líneas, ignores que son más de 100 los presos políticos navarros (casi 800 de toda Euskal Herria) que están sufriendo la dispersión. Más de 100 familias. Seguro que conoces algún caso. Cientos de personas que semana a semana arriesgan su vida en la carretera simplemente por el lógico derecho de visitar a sus seres queridos, a sus amigos. ¿No es hora de terminar con la dispersión? (....)
Desde aquí un emocionado recuerdo a los 16 familiares y amigos muertos en las carreteras desde que se inició esta política de dispersión
Koldo Amatria (en Diario de Noticias)

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