Ze Berri? ¿Cómo y por qué empezaste a cantar en público?
Manolo Arozena. Yo empecé a cantar muy veterano, casi con cuarenta años. Cantaba bertsos en casa, con mi familia y entre amigos y vi que yo también podía hacer algo, así es que me animé a participar en el campeonato de Navarra y quedé en segundo lugar. Eso fue en el año 88. Ya han pasado 21 años. En aquella época la llegada de Xabier Amuriza al bertsolarismo fue algo muy importante. En 1979 ganó dos campeonatos seguidos y
fue realmente impresionante la renovación e ilusión que trajo al mundo del bertso. Aportó nuevas formas de cantar, nuevas melodías, nuevos temas…y todo esto resultaba muy atractivo.
Z.B. En todos estos años en muchas ocasiones te ha tocado competir con Estitxu, tu hija.
M.A. Sí. Algunas veces ella se ha clasificado en primer lugar y yo en segundo y al revés. Pertenece a la generación de bertsolaris que se iniciaron de pequeños con Lontxo Aburuza. Cuando cumplieron
catorce años pusimos en marcha la escuela de Bortziri en Arantza y por allí pasaron jóvenes como Olaetxea, Xabier Silveira, Estitxu Fernandez, Amaia y Aitor Telletxea, entre otros, todos con un nivel muy interesante.
Z.B. La creación de las escuelas ha supuesto un cambio fundamental en el mundo del bertsolarismo. ¿Cuál fue tu papel en el nacimiento de estas en Navarra?
M.A. Cuando comencé a cantar el primer año quedé en segundo lugar y campeón en las cuatro siguientes ediciones. Esto comenzó a crear un cierto ambiente en la zona. Yo creo que lo que hice en ese momento fue contagiar a las recién creadas escuelas un poco de aquella ilusión y de aquella sensación de que estábamos haciendo algo importante. Creo que lo intentamos y lo conseguimos en cierta medida.
Z.B. ¿Qué sientes al ver el movimiento que hay hoy en día?
M.A. Una alegría tremenda porque esto es lo que pretendíamos desde el principio. El bertolarismo se va extendiendo, va ganando terreno. En la enseñanza reglada también está presente, llega a un buen número de centros escolares de la Comarca de Pamplona, Puente la Reina, Aezkoa… Este año llegaremos a Auritz-Burguete.
Z.B. ¿Otro cambio importante ha sido la llegada de las mujeres?
M.A. Es lo natural. Antes no había prácticamente mujeres porque los bertsos se cantaban en las tabernas y las mujeres no podían ir. Ahora se comienza a cantar en las escuelas y ahí sí que no hay ningún problema.
Z.B. ¿En qué se diferencian los diferentes tipos de públicos?
M.A. El público más agradecido es el que forman los que están aprendiendo euskera. Los euskaldunzaharras aficionados a los bertsos son un público más exigente. Tienen en mente los bertsos de Uztapide, de Xalbador, de todos los grandes bertsolaris, y lucirse delante de ellos es muy difícil. En cambio se crea un ambiente muy bonito en las actuaciones que hacemos, por ejemplo, en muchas sociedades de Pamplona y comarca. La gente a la que le ha costado un esfuerzo aprender euskera aprecia mucho los bertsos.
Z.B. ¿Un euskaldunberri puede llegar a ser bertsolari?
M.A. Sí, ¿por qué no? El que sea euskaldunberri no quiere decir que sea mal hablante, ni mucho menos. Puede hacerlo bien y de hecho hay varios casos muy interesantes. Se puede aprender euskera y se puede aprender a cantar bertsos.
domingo, 15 de noviembre de 2009
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