Los empleados del centro de aprovisionamiento de Gamesa en Peralta denunciaron ayer, a través de un comunicado, suscrito por los tres delegados de personal, 2 de ELA y 1 de CC OO, la "modificación de condiciones laborales" que supondría su traslado a otras plantas del grupo, cuando Gamesa cierre este centro logístico a fin de año.Los 40 trabajadores afectados por el cierre exigen "iguales condiciones laborales" y de salario en los centros de destino donde el grupo eólico ofrece reubicarlos.
Gamesa anunció la semana pasada que no renovará el alquiler anual de las naves. La firma ofreció reubicar a los 40 empleados actuales del centro en otras plantas del grupo. En concreto, 20 irían a la fábrica de ensamblaje de nacelles en Ágreda; otros 10 a la planta de palas eólicas de Tudela y el resto, personal de ingenería y administrativo, se emplearían en los centros de servicios que tiene en la comarca de Pamplona.
Los trabajadores de Peralta criticaron el "engaño" por parte de Gamesa que les "prometió" un proyecto "estable y de futuro" como centro logístico autónomo para suministrar material a todo el grupo y ahora plantea "un cierre en toda regla" como "decisión unilateral". Además, anuncian movilizaciones si, tras la reunión de hoy, la empresa mantiene su propuesta de recolocación que, supondría "trabajar 60 horas más al año gratis, recortar salarios una media del 24%" y otros derechos sociales. Entre ellos, citan el del autobús que hoy les lleva de Tudela hasta Peralta. Tras el cierre, los trabajadores que vayan a Ágreda tendrán que desplazarse por su cuenta.
La plantilla actual de las factorías de Ágreda y Tudela ronda los 80 empleados en cada una, indica el sindicato ELA en La Ribera. Explican que el centro de Peralta aplica el convenio del Metal de Navarra "mejorado" en el salario base del carretillero, que alcanza los 24.900? /año. La planta de Tudela aplica el convenio de Químicas, lo que supondría trabajar 53 horas más al año, en otro puesto distinto (el nivel 3 de producción) y con un salario 6.000? inferior. En Ágreda, los reubicados conservarían su función de carretilleros, pero trabajarían 59 horas más y perderían "más de 6.000 euros", ya que la factoría cuelga del convenio del Metal de Soria, con pacto de empresa propio. Si alguien no quisiera trasladarse, cobraría la indemnización mínima legal, 20 días por año trabajado con tope de 12 mensualidades, en casos de rechazo de la movilidad geográfica.
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