martes, 24 de noviembre de 2009

DOCUMENTO DE BATZARRE ANTE LAS ELECCIONES DE 2011

La permanente de Batzarre ha confeccionado este texto para facilitar el debate en los diferentes comités. A tal fin será discutido por la Coordinadora Amplia a celebrar el 26 de Noviembre.

Planteamos una breve introducción sobre el futuro de Batzarre, que condensa lo que venimos trabajando desde hace tiempo. Por ello es tan escueto. El grueso del texto gira sobre Na-Bai en las elecciones de 2.011. En el hacemos un resumido balance sobre el discurrir de Na-Bai que ha sido ampliamente debatido en otras ocasiones por todos nosotros y sobre los retos que, a nuestro juicio, deberían encarar Na-Bai y las fuerzas que constituyen lo que hemos dado en llamar el tercer bloque electoral (Na-Bai, IUN, colectivos escindidos del PSN, candidaturas independientes de izquierdas) Entre estos retos ocupa un lugar estelar todo lo relativo al cambio en Navarra. Por último hacemos una propuesta muy abierta sobre la futura articulación de Na-Bai de cara a las elecciones de 2.011.

Batzarreren iraunkorrak testu hau prestatu du batzorde desberdinetan eztabaida errazteko asmotan. Xede honekin eztabaidatuko dugu azaroaren 26an eginen dugun Koordinakunde Zabalean.
Batzarreren etorkizunaren inguruko sarreratxoa planteatuko dizuegu eta bertan laburbilduko aspaldidanik lantzen eta jorratzen ari garena.Honengatik da horren laburra.
Testuaren zati handiena Na-Bai eta 2011ko hauteskundeen ingurukoa da. Bertan, beste zenbaitetan sakonean aztertu izan dugun Na-Bairen ibileraren inguruko balantze txiki bat egin nahi izan dugu. Baita,gure ustean Na-Baik eta hirugarren hautessaila deitu duguna osatzen duten indarrek (Na-Bai, IUN/NEB, PSNtik bereizitako taldeak, Ezkerreko hautagai zerrenda independienteak) aurre egin beharko lizkieketen erronkei buruzkoa ere.
Erronka hauen artean, berebiziko garrantzia du Nafarroan eman daitekeen aldaketari dagokion guztiak Azkenik, 2011ko hauteskundeei begira, Na-Baik izan beharko lukeen aurrera begirako artikulazioaren inguruko proposamen zabal zabala ere egin dugu
SUMARIO:
Futuro de Batzarre
Na-Bai ante las elecciones de 2.011
1) El contexto electoral en Navarra
2) Luces y sombras de Na-Bai
3) El momento actual de Na-Bai
4) La posición de Batzarre
5) Los retos de Na-bai:
(A) Necesita adaptarse a la Navarra actual
(B) Renovar su discurso sobre el cambio
(C) Agrupar al tercer bloque electoral
(D) La articulación de Na-Bai en las elecciones de 2.011

Futuro de Batzarre
Mantener nuestra identidad y nuestra perspectiva dual: acción social en colectivos o directamente como Batzarre y actividad política e institucional.
Ha habido una aportación positiva desde nuestra experiencia institucional hacia Batzarre dentro de los límites en los que nos hemos movido.
Tenemos el reto de renovar nuestra cultura municipalista e institucional en temas, en estilo, en la ruptura que sea posible con el convencionalismo político actual… que enlacen con una nueva generación de personas jóvenes fundamentalmente.
Apostamos por una nueva cultura de izquierdas independiente y diferente de la izquierda abertzale y de las viejas izquierdas. Necesitamos renovar nuestras ideas y también nuestro colectivo humano tanto en la parte institucional como en nuestra intervención social en colectivos sociales, solidarios, feministas, etc. Los resultados obtenidos hasta ahora son positivos, pero claramente insuficientes.

Na-Bai ante las elecciones de 2.011
1) El contexto electoral en Navarra
Continúa la estabilidad electoral de los tres grandes bloques electorales: derecha, socialista y tercer bloque electoral. Y se mantendrá una diferencia parlamentaria muy ajustada para cualquiera de las opciones de gobierno.
No es contradictoria esta estabilidad con incertidumbres importantes: el reparto de apoyos entre UPN y PPN, la disputa por la primacía entre PSN y UPN, la opción que tome el PSN en el futuro para la formación del gobierno, la obtención o no de una mayoría parlamentaria para el cambio, lo relativo al tercer bloque electoral: el mantenimiento de Na-Bai, la presentación o no de Batasuna, la evolución electoral de IUN.

2) Luces y sombras de Na-Bai
Se mantienen las premisas de su nacimiento: el fracaso de la política de ETA/Batasuna, el deseo de cambiar el rumbo y el impulso del cambio desde las instituciones.
Nos encontramos con un recorrido de cinco años, jalonado por su presentación en dos elecciones generales y en las forales y municipales de 2.007.
Aspectos positivos: el éxito electoral, la agrupación de un electorado mayoritariamente de izquierdas y nacionalista-vasco (pero más amplio y heterogéneo en sus sentimientos de pertenencia), la conexión con una parte importante de los sectores sociales más partidarios del cambio, la unidad entre diferentes.
Entre sus aspectos negativos se encuentra el fracaso del cambio, los problemas internos y las rivalidades partidistas de Na-Bai.
Pero el principal problema de Na-Bai es su inadecuación a las t r a n s f o r m a c i o n e s producidas en la sociedad navarra durante las últimas décadas en varios temas. Por ejemplo:
La respuesta de Na-Bai ante la situación compleja de Navarra derivada de su pluralidad identitaria y de su diferencia profunda con la CAV: las fuerzas abertzales, a m p l i a m e n t e hegemónicas en Na-Bai, no separan bien la defensa legítima de su ideario último y la política factible a día de hoy y a medio plazo en nuestra sociedad.
La situación excepcional de Navarra derivada de la acción y de la interferencia política de ETA. No es fácil sacudirse este yugo, que condiciona las alianzas, los mensajes, la actividad institucional de Na-Bai… Y de hecho Na-Bai no lo ha conseguido del todo.
La interferencia de la política abertzale procedente de la CAV. Este fenómeno, muy sutil e incluso poco visible para las bases de Na-Bai se percibe en su mirada hacia los asuntos navarros, en sus intereses electorales o partidistas en la CAV.
La persistencia de viejos esquemas diseñados por la izquierda abertzale en la transición, que encajan mal en la realidad y que cada vez más responden a los intereses particulares de ETA: ETA necesita exagerar la opresión nacional y conferirle un dramatismo ajeno por completo a la inmensa mayoría de la población Navarra para justificar su existencia.
De igual forma constatamos la evolución negativa del discurso oficial de Na-Bai (un mensaje excesivamente nacionalista-vasco y alejado de la apertura ofrecida en la campaña de 2.007), la pérdida de la frescura suscitada en sus inicios, una actividad muy normalita, alejada de sus eslóganes como la poliética y sacudida por las rivalidades entre los partidos.
Todo esto puede no influirle negativamente en sus resultados electorales, máxime si no se puede presentar Batasuna. Pero le perjudica claramente a Na-Bai para salir del aislamiento y para sacar adelante el cambio.

3) El momento actual de Na-Bai.
Se mantienen varios de sus puntos fuertes fundamentales: el deseo de cambio, la unidad y la persistencia de ETA (por supuesto, no nos referimos a su deseada desaparición, sino al reordenamiento que implicaría para el nacionalismo-vasco y en especial para la izquierda abertzale).
Ahora bien, existe incertidumbre acerca de su solidez y un mayor escepticismo por la trayectoria de Na-Bai y por los obstáculos objetivos con los que tropieza el cambio.
Na-Bai está predestinada a vivir en una transitoriedad impuesta, mientras no se cierre el capitulo de ETA o mientras ésta no reduzca su actual influencia política y social sobre la comunidad abertzale en la CAV, pese a que en Navarra es bastante más reducida.
Los riesgos que acechan a Na-Bai procederían de la retirada de ETA (y del correspondiente reordenamiento de la izquierda abertzale, que podría afectarle a Na-Bai) y de la tentación de Aralar por establecer un dominio superior a su influencia social e inasumible para el resto de fuerzas.
No obstante, si alguien deseara en estos momentos romper Na-Bai, se encontraría con serias dificultades, pues es la mejor opción para el nacionalismo-vasco en Navarra y una agrupación electoral viable y fructifera para una parte del tercer bloque electoral (Na-Bai, IUN, colectivos escindidos del PSN, candidaturas independientes de izquierdas). De hecho, el electorado premió a Na-Bai en las elecciones de 2.007 y castigó la división en las europeas de 2.009.
A medio plazo están claros los bloques de la derecha y el socialista. Sin embargo, sigue muy abierta la configuración futura del tercer bloque electoral. Además de los interrogantes procedentes de ETA/Batasuna, hay un tema de reflexión importante: ¿el nacionalismo vasco en Navarra, las fuerzas pro-vasquistas y una parte del navarrismo de izquierdas (siempre ha habido un espacio electoral heterogéneo en sus sentimientos identitarios entre el nacionalismo vasco y el PSN) se agruparán en una sola plataforma electoral, o se articularán como dos fuerzas electorales separadas?
Batzarre consideraría muy positiva la constitución de una plataforma electoral unitaria, que reforzara su eficacia electoral, que promoviera el mestizaje entre las izquierdas de diferente signo identitario, que impulsara la convivencia de identidades… Sería preciso, consecuentemente, un denominador común satisfactorio para todas las partes.

4) La posición de Batzarre.
Contemplando las sumas y restas, las luces y sombras de Na-Bai, Batzarre con las premisas actuales apuesta por Na-Bai para las elecciones forales y municipales de 2011.
Creemos que su mantenimiento es viable siendo conscientes de sus límites y problemas para fuerzas no-nacionalistas como Batzarre por la posición tan excesivamente nacionalista-vasca que se proyecta, por la escasa representación del no-nacionalismo vasco en Na-Bai, que es más amplio que Batzarre… Lo cual redunda en una pluralidad débil de Na-Bai, no fuerte, como requiere, a nuestro juicio, la heterogénea composición del tercer bloque electoral. La defensa de la pluralidad no debe hacerse solo en la campaña electoral, sino que es aconsejable en un ejercicio constante.
Las turbulencias, la inestabilidad, las disputas inter-partidarias… serán inevitables en Na-Bai y habrá que convivir con ellas. Es la otra cara de la conjunción de fuerzas diferentes.
Tampoco son descartables problemas muy serios como se puede comprobar en las posiciones hechas públicas por Aralar.
Batzarre defenderá el equilibrio entre nacionalistas-vascos y no-nacionalistas, el respeto de la pluralidad y la compatibilidad de su presencia en Na-Bai con el desarrollo de su identidad y singularidades.

5) Los retos de Na-Bai:
(A) Necesita adaptarse a la Navarra actual.
Y, por ello, le conviene romper con los esquemas de la izquierda abertzale diseñados en la transición y desfasados con los cambios acaecidos en la sociedad navarra durante los últimos 30 años.
Romper, asimismo, el velo de ETA sobre la realidad navarra, que se apoya en la tradición nacionalista-vasca del pasado (el mito de la territorialidad), que impide una visión ajustada de la sociedad actual y que soslaya un hecho decisivo: la consolidación de dos comunidades autónomas y el asentamiento de Navarra, como comunidad propia y diferenciada, que, aunque el Amejoramiento no fue sometido a referéndum, cuenta con el respaldo mayoritario de la población navarra, a tenor de los resultados electorales. Adecuarse a la pluralidad identitaria y a su diferencia profunda con la CAV. Estos fenómenos no son pasajeros. El proyecto de unidad de los cuatro territorios en una sola comunidad política se ha mostrado inviable a corto y medio plazo. Por esta razón, hay que abrir otras vías de acercamiento y una perspectiva de incrementar y normalizar las relaciones con la CAV. Asimismo, se constata la reducción y la acepción actual de Euskal Herria al ámbito cultural y el afianzamiento de Navarra y la CAV como comunidades independientes.
Claridad absoluta, posición consecuente, sin ninguna ambigüedad con la ilegitimidad de ETA: la lucha armada está completamente fuera de la realidad y su desaparición ha de ser sin precio político alguno. Su intento de imponerle a Navarra un modelo unitario vasco constantemente rechazado por nuestra sociedad debe ser excluido sin guiño alguno mientras ésta sea la voluntad ciudadana.
Tampoco merece una consideración positiva o neutral el proyecto anti-pluralista de ETA/Batasuna y hay que desmarcarse del mismo. De igual forma, Na-Bai ha de dar un trato exquisito a las víctimas de ETA, siendo consciente de sus errores del pasado y de la importancia actual y futura de esta materia. No cabe el flirteo o la colaboración especial con Batasuna mientras estén en entredicho derechos tan elementales como la vida y la tranquilidad y seguridad de cualquier ciudadano.
Mirar más a la sociedad navarra y especialmente a la izquierda no-nacionalista-vasca para ganarse mayor credibilidad ante la sociedad y especialmente ante el electorado socialista. Y, a día de hoy, no tiene ganada esa batalla ni mucho menos.

(B) Renovar su discurso sobre el cambio.
Esta cuestión está llamada a ser el centro de la lucha electoral y adquiere suma importancia para Na-Bai, pues ocupa un lugar central en su propia constitución.
El pasado.
El cambio en favor de un gobierno alternativo ha sufrido una evolución negativa: el fracaso del 2.007. Y en el transcurso de estos dos años no han mejorado las cosas. Al revés, irrumpe la crisis económica que centra las preocupaciones de la gente, empeoran las relaciones entre las zquierdas y hay una derecha más avisada. Los mayores enfrentamientos entre las fuerzas de izquierda llamadas a liderar el cambio han girado en torno a ETA, Batasuna, víctimas de ETA y cuestiones identitarias.
Asuntos todos ellos sobre los que no ha habido forma de encontrar un espacio de acuerdo a pesar de que aparentemente en casi todos (salvo el hecho identitario) ambas partes dicen decir cosas parecidas. Estos problemas son muy reales, pero también se constata que a veces el PSN los ha utilizado como coartada para sus apaños con la derecha.

El presente y el futuro.
El cambio responde a intereses importantes de la sociedad de izquierdas representada por PSN, Na-Bai e IU; hay ganas de desalojar a la derecha; hay una demanda profunda por parte del abertzalismo y del vasquismo navarros de poder estar representados en un gobierno de coalición de las izquierdas conforme a su peso electoral (un 20-28% del electorado). Y del otro lado, desde la derecha, se va a producir una resistencia muy fuerte –como se pudo comprobar la vez anterior y como lo atestiguan los hechos- a abandonar el gobierno.
No hay otro camino para las izquierdas en esta Navarra tan compleja. El cambio auspiciado por Batasuna contra el PSN y la derecha no tiene ninguna credibilidad. Na-Bai en solitario ni siquiera puede intentarlo por la evidente falta de apoyos parlamentarios. Y el PSN, aunque pudiera recabar apoyos en los caladeros de la derecha para acceder al gobierno (es harto difícil que sea la primera fuerza), perdería una ocasión de oro para co-liderar el giro a la izquierda e inter-identitario tras tantos años de gobierno de derechas con abundantes dosis de revanchismo.

El deseo y las razones del cambio.
No sabemos si será posible emprender el camino del cambio tras las elecciones del 2.011. Lo decisivo serán, de una parte, los resultados electorales (que haya mayoría suficiente y que no quepa otra posibilidad para que el PSN acceda al gobierno) y, de la otra, la voluntad real que demuestren las principales fuerzas de la izquierda navarrista y abertzale o vasquista. En cualquiera de los casos – sea para el 2.011 o para más largo plazo- hay varias conclusiones de fondo que es pertinente señalar.
Es necesario romper el maleficio de los últimos 30 años, plasmado en el desencuentro entre ambas izquierdas, salvo el brevísimo paréntesis del gobierno presidio por Otano, y del que la derecha saca un provecho excelente.
Es necesario y conveniente el entendimiento entre las izquierdas no sólo para obtener la mayoría necesaria, sino para unir a las gentes que defienden una política de izquierdas, progresista, de avance social, especialmente en favor de los sectores más perjudicados por la crisis, de mejora y defensa del Estado de Bienestar, de respeto mutuo y buena convivencia entre las diversas identidades.
Esto es, hablamos lógicamente de un cambio limitado, pero significativo que tendría repercusiones en temas progresistas por ejemplo el aborto, en un re-equilibrio favorable al vasquismo navarro que mejore la convivencia identitaria, en las mejoras sociales, educativas, sanitarias, para la tercer edad, para los sectores más excluidos… tirando a tope hasta donde lo permitan los recursos de la comunidad.
Es necesario un acuerdo sólido, claro y estable dentro de las inevitables fricciones. Ha de tener garantías para las dos partes de que no fracasará a las primeras de cambio. Este fue, a nuestro juicio, el principal obstáculo (con las correspondientes repercusiones electorales) que percibió el PSOE en el 2.007. Y al mismo tiempo, el entendimiento debe buscar y debe asentarse en un acercamiento entre los respectivos electorados, que le daría respaldo social, solidez y un mestizaje muy conveniente en esta tierra nuestra de encrucijadas. El entendimiento para el cambio requiere un esfuerzo enorme de empatía, de comprensión hacia la otra parte por ambos bandos y requiere creérselo de verdad. Sin esta actitud de fondo es difícil que pueda salir adelante. Y, desde luego, esto hoy brilla por su ausencia.
Deben de rectificar los principales contendientes: el PSN y Na-Bai.
En estos momentos la principal responsabilidad recae en el PSN por su centralidad en el mapa político navarro. El PSN es quien puede hacer bascular la balanza hacia un lado o hacia el otro. Tiene la llave y también el problema. Y debería tener la valentía de liderar el necesario reequilibrio
inter-identitario que en justicia merecen el abertzalismo y el vasquismo navarro.
El PSN, a nuestro parecer, cuenta con razones poderosas para emprender esta vía.
Primera, las similitudes de la izquierda navarrista con el vasquismo son mayores que con la derecha por varios motivos: la confluencia de sus electorados en la causa progresista, en la sensibilidad y programa sociales, en la tradición republicana y de izquierdas, en su pasado histórico… Con la derecha comparte el proyecto navarrista (en parte, pues siempre ha mostrado una actitud más abierta hacia el vasquismo y en su electorado cuenta con un porcentaje importante, que se sitúa dentro del vasquismo cultural) y desgraciadamente comparte el hecho de que ETA los ha puesto en su lista de objetivos, algo que desde Na-Bai deberíamos tener más en cuenta.
Segunda, así fue esta colaboración en el pasado, especialmente durante el antifranquismo.
Tercera, hasta la fecha la indefinición en su preferencia ante las alianzas para la formación de gobierno practicada por el PSN durante estos años no le ha dado los resultados esperados en las sucesivas elecciones forales desde 1.995. Tendría que probar si una definición más nítida de su línea frente a la derecha y una exposición clara de los límites y de las exigencias para un acuerdo con las izquierdas pro-vasquistas o abertzales desligadas de ETA no le reportaría mayores beneficios. El PSN tiene la oportunidad de liderar (o co-liderar) un proyecto potente de reformas. Mas parece como si le diera un vértigo irracional abandonar la compañía de la derecha.
Na-Bai también debe aportar su grano de arena. Na-Bai, a nuestro juicio, debe realizar el ejercicio de adaptación antes indicado y debe diseñar los temas en litigio bajo un enfoque diferente de cómo el abertzalismo y el vasquismo navarro lo hicieron al comienzo de la transición. La Navarra actual tiene poco que ver en los temas aludidos (ETA, Batasuna, víctimas de ETA y cuestiones identitarias) a la Navarra de 1.977.
Na-Bai debe diseñar una política de acercamiento y colaboración con el PSN a largo plazo y de fondo. Y debe partir de una doble realidad muy presente y muy consistente: en el electorado del PSN conviven dos sentimientos que destacan las sucesivas encuestas; uno de corte más navarrista que le presiona a un acuerdo de ese tipo y otro más enfrentado a la derecha que le pide un acuerdo de izquierdas. Y debe, en consecuencia, elaborar un plan de acercamiento al PSN e intentar alejarlo de los planes diseñados por la derecha y sus poderosos medios.
En las últimas encuestas hay una contradicción importante entre el deseo de cambio y el escepticismo que suscitan los partidos de la izquierda para hacerlo viable. En este segundo aspecto es donde Na-Bai debe reflexionar para propiciar dicho cambio. A tenor de los sondeos publicados, los apoyos en el electorado socialista favorables a una alianza con Na-Bai retroceden bastante a favor del acuerdo PSN-UPN. Algo tendrá que hacer para invertir esta tendencia.
En resumen, el punto de partida actual es bastante peor que el de hace un par de años. Tanto el PSN como Na-Bai no dan muestras de rectificar y de trabajar en serio para el entendimiento. Sin embargo, la tozuda realidad de estas izquierdas navarras tan plurales nos obligará a volver a intentarlo. Y la fuerza que más ponga de su parte, la que mejor sepa adaptarse al entendimiento y proponga la reforma para lograr un gobierno de izquierdas (y una auto-transformación propia de sus tesis del pasado con todas de la ley) será la que mejor servirá a la sociedad de izquierdas y probablemente la que recibirá más apoyos.

(C) Agrupar al tercer bloque electoral.
El punto de partida es la existencia de un conglomerado social muy mayoritariamente de izquierdas, nacionalista-vasco o abertzale en unos casos, provasquista en otros, navarrista en otros; situado fuera del PSN por diversos motivos; representado por muy diversas siglas o plataformas electorales en el periodo democrático y en la actualidad representado por Na-Bai e IUN, además de otros colectivos escindidos del PSN, candidaturas independientes de izquierda… Aquí se ubicaría una Batasuna desligada políticamente de ETA. Su fragmentación es un reflejo de la enorme pluralidad de Navarra.
Es un momento de cambio, de transición, de readecuación en este tercer bloque electoral por el cansancio provocado por la interferencia de ETA, por el alejamiento social de la misma, por la pérdida de su referencialidad de antaño en este bloque… Al margen de cuál sea el desenlace final del reordenamiento estos hechos son ya una realidad en la nueva configuración del tercer bloque electoral.
Na-Bai puede intentar el agrupamiento del grueso del tercer bloque electoral bajo las banderas de la izquierda, del progresismo, de la pluralidad, abierta a dar cabida a gentes nacionalistas-vascas, pro-vasquistas e incluso a no-nacionalistas vascas, favorables todas ellas a un proyecto justo y equilibrado de convivencia entre las diferentes sensibilidades.
Para esto sería conveniente un denominador común (que podría condensar los ejes programáticos viables para un gobierno de izquierdas durante este periodo), una representatividad ajustada para todas las sensibilidades, una visualización de la pluralidad.
En estos momentos, una oferta electoral conjunta seriamente planteada por parte de estas izquierdas (Na-Bai, IUN, colectivos escindidos del PSN, candidaturas independientes de izquierdas) y avalada por figuras del mundo sindical, de la cultura, de la intelectualidad, del progresismo, que son firmes partidarias de un cambio en Navarra, es decir, una gran agrupación y movilización de las fuerzas del cambio sería un elemento de presión muy fuerte ante el PSN y ante sus devaneos de alianza y de apoyo exterior a un gobierno de la derecha. Además le daría credibilidad al proyecto de cambio ante la sociedad navarra. Algo que Na-Bai en solitario no puede ofrecer.
Esta sería, a nuestro juicio, una visión ambiciosa, innovadora y realista conforme a nuestra sociedad. No es fácil llevar a la práctica un proyecto así, pero los atajos asimilacionistas del tercer bloque electoral por parte del nacionalismo-vasco han chocado hasta ahora con la pluralidad identitaria tan evidente en la terca realidad social (y electoral) de Navarra: el norte y el sur.
Todo esto permitiría a Na-Bai ganar credibilidad y centralidad en la sociedad navarra para avanzar y para normalizar la situación del abertzalismo y vasquismo en nuestra comunidad, para salir del aislamiento político, para romper el desprestigio cosechado en las últimas décadas, para invertir su situación actual de la lejanía y de la desconfianza suscitada en los otros, para no recrearse en un victimismo permanente…

(D) La articulación de Na-Bai en las elecciones de 2.011.
La organización de Na-Bai es una combinación de varios sistemas. Posee un carácter confederativoparitario de acuerdo con su naturaleza de coalición, que le afecta a sus órganos compuestos de cinco partes (partidos e independientes) bajo el criterio de la paridad e, igualmente, a los temas de calado que han sido previamente pactados por consenso.
Existe, además, un sistema de mayorías simple y cualificada (3 partidos + 1 independiente) según las materias, de consenso para los temas pactados y de mayoría en los grupos institucionales, que corrige lo anterior.
Y establece la representación proporcional en la confección de las listas según la representatividad de cada fuerza; estas en el 2.007 se designaron conforme a los resultados de las elecciones forales del 2003, dando entrada a muy poca gente independiente.
Hace un año, se constató que el principal punto de encuentro era la definición de Na-Bai como una “coalición de partidos más independientes, para las elecciones forales y municipales 2.011”. De este modo, se dejaba de lado el tema de la afiliación (y lo que ello implica), defendido en primera instancia por Batzarre y posteriormente de forma parcial por Aralar. Quedaban pendientes de resolver: a) la fórmula para elegir las cabeceras más importantes y la confección de listas en el resto de poblaciones; b) la composición y representación de las diferentes fuerzas en los órganos decisorios de la coalición; d) los criterios para el reparto del excedente económico; amén de todo lo referido a los programas para las elecciones del 2.011.
¿Qué cambios se pueden introducir? ¿Qué propuesta se puede realizar? Es difícil hacer algo perfecto que case los intereses de las diferentes partes, las dificultades innatas en una coalición de estas características y la apertura a la participación de las gentes de Na-Bai.
No obstante, Na-Bai representa un modelo interesante y supone un avance importante, aunque incompleto, en la agrupación del tercer bloque: la colaboración electoral e institucional entre fuerzas tan diferentes, pues en esta Navarra tan plural es preferible una confluencia problemática a la fragmentación exacerbada que sería la otra salida.
Mantener el carácter confederal en los órganos de decisión, en los grandes temas, que han sido pactados… mientras perdure su naturaleza de coalición; de lo contrario una mayoría simple arrasaría la pluralidad y las minorías; y, por otro lado, no se concibe un partido o similar sin un sujeto constituyente, que esté formado por la afiliación.
Consensuar criterios para la representatividad conforme al peso de cada corriente garantizando también un mejor equilibrio entre nacionalistas y no-nacionalistas (pueden ser personas no acionalistas independientes). Estamos abiertos a formulas de participación plena de las personas de Na-Bai para la elección de cabeceras de lista o de las propias listas donde se desee; las formulas conocidas que se pueden utilizar son diversas: censo de simpatizantes de Na-Bai, etc.
Mantener los órganos actuales: permanente, asamblea, diversas comisiones, las agrupaciones locales. Estamos abiertos a una ampliación realista y funcional de más órganos bajo los criterios indicados.
Mantener la parte del sistema de mayorías simple y cualificada (3 partidos + 1 independiente) según las materias y el consenso para los temas pactados y abrirlo a las asambleas en los grupos municipales.
Construir Na-Bai para las elecciones municipales sobre la base del acuerdo y de garantías para la colaboración entre las diferentes fuerzas de Na-Bai en cada pueblo o ciudad. Respetar las peculiaridades que se puedan dar en diversas localidades. Tener en cuenta las experiencias positivas y negativas habidas en estos cuatro años.
Para dar saltos cualitativos hacia la conversión de Na-Bai en un partido político es imprescindible partir de la afiliación. Y para ello se requiere una sustancia común, unas bases ideológicas y políticas comunes, una afinidad humana… que hoy no se dan. Por ello, no se sobrepasa el dintel de la coalición.
Se trata de conjugar y lograr un equilibrio entre la participación de la gente en debates y decisiones, y la viabilidad de un cuerpo social y de fuerzas políticas tan heterogéneo; entre la representatividad de cada corriente y la pluralidad; entre la eficiencia y el respeto a la diferencia o a la discrepancia que están en la base de Na-Bai, que son inocultables y que hasta la fecha han sido asumidas por el heterogéneo electorado de Na-Bai.
Se trata de buscar el equilibrio suficiente para continuar y para desarrollar una política, que impulse el cambio en Navarra.
Iruña 11 de Noviembre de2.009.

Apostamos por una nueva cultura de izquierdas independiente y diferente de la izquierda abertzale y de las viejas izquierdas. Necesitamos renovar las ideas de Batzarre y también nuestro colectivo humano tanto en la parte institucional como en nuestra intervención social en colectivos sociales, solidarios, feministas, etc. Los resultados obtenidos hasta ahora son positivos, pero claramente insuficientes.
La respuesta de Na-Bai no se ajusta a la situación compleja de Navarra derivada de su pluralidad identitaria y de su diferencia profunda con la CAV: las fuerzas abertzales, ampliamente hegemónicas en Na-Bai, no separan bien la defensa legitima de su ideario último y la política factible a día de hoy y a medio plazo en nuestra sociedad.
Creemos que el mantenimiento de Na Bai es viable siendo conscientes de sus límites y problemas para fuerzas no-nacionalistas como Batzarre por la posición tan excesivamente nacionalista-vasca que se proyecta, por la escasa representación del no-nacionalismo vasco en Na-Bai, que es más amplio que Batzarre… Lo cual redunda en una pluralidad débil de Na-Bai, no fuerte, como requiere, a nuestro juicio, la heterogénea composición del tercer bloque electoral. La defensa de la pluralidad no debe hacerse solo en la campaña electoral, sino que es aconsejable en un ejercicio constante.
En estos momentos, una oferta electoral conjunta seriamente planteada por parte de estas izquierdas (Na-Bai, IUN, colectivos escindidos del PSN, candidaturas independientes de izquierdas) y avalada por figuras del mundo sindical, de la cultura, de la intelectualidad, del progresismo, que son firmes partidarias de un cambio en Navarra, es decir, una gran agrupación y movilización de las fuerzas del cambio sería un elemento de presión muy fuerte ante el PSN y ante sus devaneos de alianza y de apoyo exterior a un gobierno de la derecha. Además le daría credibilidad al proyecto de cambio ante la sociedad navarra. Algo que Na-Bai en solitario no puede ofrecer.
Esta sería, a nuestro juicio, una visión ambiciosa, innovadora y realista conforme a nuestra sociedad. Na-Bai debe diseñar una política de acercamiento y colaboración con el PSN a largo plazo y de fondo. Y debe partir de una doble realidad muy presente y muy consistente: en el electorado del PSN conviven dos sentimientos que destacan las sucesivas encuestas; uno de corte más navarrista que le presiona a un acuerdo de ese tipo y otro más enfrentado a la derecha que le pide un acuerdo de izquierdas. Y debe, en consecuencia, elaborar un plan de acercamiento al PSN e intentar alejarlo de los planes diseñados por la derecha y sus poderosos medios.
Las gentes de Batzarre tenemos el reto de renovar nuestra cultura municipalista e institucional en temas, en estilo, en la ruptura que sea posible con el convencionalismo político actual… que enlacen con una nueva generación de personas jóvenes fundamentalmente.

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