Después de ver la película de Amenábar, Agora, no he podido remediar que por mi cabeza pasaran algunas cosillas.
La primera, esa frase que oigo y digo mucho: "lo que no se nombra o muestra, No existe". Y así ha sido durante siglos con la que tiene que ver con la aportación de las mujeres al mundo, en este caso al científico y el empeño en demostrar que la sabiduría tiene forma de hombre. Hipatia de Alejandría, destacada científica (astrónoma y filósofa) que vivió en el siglo IV, ha sido una perfecta desconocida. Con ella tantas otras mujeres sabias del pasado: médicas, físicas, matemáticas, astrónomas, químicas, filósofas. Todas ellas, nombradas en el libro “El legado de Hipatia”. El techo de cristal no sólo lo constituyen los puestos a los que las mujeres no acceden o lo hacen a cuentagotas; La sabiduría sigue casi siendo inaccesible para una mujer, desde una visión estereotipada de la vida. Y cuando no se puede ocultar, se les llama Brujas, se las quema…
La siguiente, la irracionalidad del fundamentalismo en sus variadas versiones y envoltorios. Su existencia es histórica y pretende evitar el avance de la humanidad, especialmente el de las mujeres y del conocimiento en general. Odia y no soporta el conocimiento y que las personas piensen por si mismas. Nos quieren ignorantes y a nosotras ante todo incultas y ocultas. Ocurrió en el siglo de Hipatia , en los anteriores, siguió en los siguientes y actualmente nos siguen sorprendiendo con algunas perlas:
La cantante estadounidense Beyoncé no es bienvenida entre los extremistas del Islam y le obliga a suspender conciertos. Un judío ultra-ortodoxo decidió rociar con gas lacrimógeno a una mujer que "osó" caminar por una acera sólo para hombres en el barrio Mea Shearim de Jerusalén. Cinco mujeres acusadas de brujas fueron desvestidas, y dos de ellas fueron además obligadas a comer excrementos. Ocurrió este domingo pasado en la India el pueblo de Patharghatia.
El Cardenal Cañizares se pronunció, relacionando los abusos a menores en escuelas católicas de Irlanda entre los años 50 y 80 con el aborto. El Papa Benedicto XVI se manifestó en contra del uso de condones en África. Pablo IV quien advirtió que la llamada a la igualdad entre los sexos no podía malinterpretarse como una dejadez de la responsabilidad especial que la mujer tiene en el cuidado de la familia.
Cardenal Rouco, insistiendo en que el verdadero papel de la mujer, es el cuidado de los suyos, siguiendo las palabras de San Agustín de Hipona, que dijo: "Es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer... No alcanzo a ver qué utilidad puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños."
Con estas perlas es normal que mujeres como Mar Grandal, vicepresidenta de Católicas por el Derecho a Decidir y la. Médica y monja Teresa Forcades, reconozcan que “la Iglesia tiene misoginia. No considera a la mujer como un sujeto moral con capacidad de decidir". ¡Que razón tienen estas mujeres!
Así que ante este pensamiento, mejor unirnos todas y todos a Mafalda y a las miles de italianas, que han dicho a Berlusconi. “No soy una mujer a su disposición”
Y también al manifiesto de los y las artistas para una salida a la crisis, que dice, entre otras cosas:
“Frente a la misoginia y la discriminación de género, una respuesta progresista supone consolidar las políticas de igualdad, defender el derecho a la reproducción y medidas específicas para evitar que las mujeres se vean relegadas al paro o a la economía sumergida y a soportar muchas más horas de trabajo no retribuido que los hombres, sufriendo así en mucha mayor medida que éstos los efectos de la crisis”.
Pues si hay que seguir diciéndolo claro y alto: la Misoginia existe, y La igualdad sigue siendo necesaria.
Fdo: Tere Sáez. Técnica de igualdad.
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