Patxi Zabaleta fue reelegido el pasado 27 de septiembre coordinador general de Aralar. El congreso le ha dejado "un buen sabor de boca" por el "alto grado de debate" y por la aprobación de una ponencia política "muy rigurosa y rompedora". El texto, crítico con NaBai, salió adelante casi por unanimidad.
¿Se han planteando dejar NaBai?
NaBai no sería pensable sin Aralar. La coalición PNV-EA no es nueva, y ya dio el resultado que tenía que dar. Y ahí no veo a Batzarre.
Leyendo la ponencia, parece que sí.
En la ponencia política recogemos las condiciones que tiene que cumplir la coalición para ser operativa. Pero la apuesta es clara. Sí o sí.
Entonces, ¿qué piden a la coalición?
Que cumpla con las reivindicaciones de lo que es la izquierda abertzale, dentro de la que se enmarca Aralar. Desde el escrupuloso respeto a todos los derechos humanos, empezando por el de la vida. Pero debe contener las bases ideológicas de Aralar. No sólo las de Aralar, pero también.
Será difícil consensuar una postura común en cuestiones en las que tienen puntos de vista opuestos.
No tiene por qué. Salvo un par de despistes, hemos votado todo igual durante esta legislatura. Además, todos queremos que NaBai crezca ante una derecha que se descompone y un PSN cada vez más errático.
¿Está dispuesto Aralar a aceptar renuncias ideológicas para facilitar el consenso en NaBai?
Cuando se elabora un programa con otro que no piensa igual se busca el denominador común. Es lo que hemos hecho hasta ahora. Pero eso no implica una renuncia ideológica, ni olvidarse de nada. El programa no tiene que tener todas nuestras ideas, pero tiene que permitir que todos los que tienen nuestras ideas, o parecidas, nos puedan votar.
¿Qué principios son irrenunciables?
Las referencias tienen que ser rotundas en la defensa de todos los derechos en todas las circunstancias. Con eso, unido a la búsqueda de la paz, que tiene que plantearse como un objetivo de primer orden, no hay dificultades ideológicas. Luego están los matices. Cuando yo hablo del tren de altas prestaciones no lo hago igual que todos los de NaBai, pero eso no significa que sea contradictorio. Con eso convivimos.
¿A qué se refieren cuando dicen que NaBai está al borde del colapso?
Lo que decimos es que NaBai, si quiere gobernar, necesita tensionarse, aclararse y estructurarse con firmeza. Nuestra asignatura pendiente no son los otros, somos nosotros mismos.
De tensionar la coalición ya se ha encargado Aralar.
Porque es necesario. Un atleta no puede levantarse de la cama cinco minutos antes de correr los cien metros.
El problema es cuando desconfía de quien le debe atar las zapatillas.
Esa es la segunda parte. Hay que estructurarse bien para que no haga falta atarse las zapatillas cada dos por tres. Con esas condiciones NaBai va a superar los 100.000 votos.
¿No han sido excesivamente duros con los socios de la coalición?
No hemos hablado mal de nadie.
La ponencia política de Aralar reprocha a algunos partidos de la coalición falta de compromiso, deslealtades y búsqueda de protagonismo.
Patxi Zabaleta como portavoz de Nafarroa Bai nunca ha hablado mal de nadie.
Pero Patxi Zabaleta es también el coordinador general de Aralar.
Son meras reflexiones políticas, que pueden ser acertadas o no. Pero yo como portavoz de NaBai nunca he hablado mal ni he desautorizado a nadie que haya dicho cosas que yo podría no suscribir. Todas las confrontaciones han sido superables, y son de gran virtualidad en una coalición que se está preparando para gobernar.
¿No ha faltado autocrítica?
Lo hacemos constantemente, aunque algún titular de algún periódico diga que no.
¿Está intentado Aralar patrimonializar la coalición, como reprochan algunos de sus socios?
Probablemente, pero no menos que Batzarre, EA o PNV. EA ha dicho que NaBai es la optimización de su ideario político. Y hasta Ibarretxe me dijo que si de algo estaba orgulloso era de ser miembro de NaBai.
¿Cómo se conjuga todo eso sin que parezca que la coalición está desgobernada?
El objetivo debe ser buscar los denominadores comunes para hacer un programa, y hay que respetar las pautas de actuación unitaria. La coalición debe tener además la virtualidad de poderse extender a todos aquellos sectores en los que pese a los matices ideológicos se sientan reflejados en esos programas. Pero sin disimular nunca lo que sentimos ni lo que pensamos.
Entonces, ¿se ha malinterpretado lo que Aralar quería trasladar con su ponencia política?
A mí personalmente nadie me ha venido a protestar. Aralar intenta hacer una contribución estratégica para que NaBai pueda ser una fuerza que esté presente en toda Navarra y que aspire a ser la más votada.
¿Lo de estar presente en toda Navarra es un objetivo irrenunciable?
Es un objetivo. Salvo alguna excepción, esa debe ser la tendencia.
El futuro de Aralar pasa entonces por concurrir con NaBai las próximas elecciones.
La pregunta que nos hacemos no es cuál es nuestro futuro como partido, sino cómo podemos servir mejor a las necesidades de Navarra desde nuestro ideario político. Es la primera pregunta que tenemos que responder.
¿Pero podría haber Aralar sin NaBai en 2011?
Es lo que tenemos que analizar en la conferencia política de Tudela. Allí debemos ratificar que NaBai es la respuesta que necesita la sociedad navarra. Pero la apuesta estratégica de Aralar se llama NaBai.
¿Le molestó que EA propusiera a Uxue Barkos como candidata?
No me molestó. Pero el candidato de NaBai lo propone Aralar.
¿Y cuándo anunciará Aralar quién es su candidato?
En la encuesta del Navarrométro el candidato soy yo. Pero no es el momento de proponer ninguna alternativa. Primero tenemos que ganar las encuestas, que es una batalla más para ganar las elecciones.
En cualquier caso, ¿se siente con ganas de volver a ser el candidato?
Ganas tengo absolutamente todas. Pero, insisto, no soy yo el que va a hacer la designación. Según los acuerdos establecidos en NaBai, eso le corresponde a Aralar.
Diario de Noticias
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