Aunque estamos a un año y medio de las elecciones, éstas aparecen ya con fuerza en la prensa cotidiana y en las declaraciones de las fuerzas políticas. Por ello, siendo consciente de los innumerables interrogantes existentes, abordaré algunas facetas de las mismas con el deseo y con la preocupación, no lo oculto, de favorecer un cambio alternativo en nuestra comunidad.
EL CONTEXTO ELECTORAL EN NAVARRA
Como se puede apreciar en las encuestas, en la realidad, etcétera, a pesar de las turbulencias que sufren todas las fuerzas, continúa la estabilidad electoral de los tres grandes bloques electorales: derecha, socialista, y tercer bloque electoral. Y, seguramente, se mantendrá una diferencia parlamentaria muy ajustada para cualquiera de las opciones de gobierno.
Esto no es contradictorio con el incremento de varias incertidumbres que están pendientes de despejarse. Las más significativas son el reparto de apoyos entre UPN y PPN, la disputa por la primacía entre PSN y UPN, la opción que tome el PSN en el futuro para la formación del gobierno, la obtención o no de una mayoría parlamentaria para el cambio, lo relativo al tercer bloque electoral: las disputas en su seno por la hegemonía y por el reparto de influencias entre sus diferentes fuerzas, el mantenimiento de NaBai, la presentación o no de Batasuna, etcétera. Así pues, el panorama está cargado de interrogantes en todas las direcciones. Ello puede provocar mayor apatía o un acicate extra en los respectivos electorados.
Me detendré en el análisis de las fuerzas del tercer bloque electoral por nuestra mayor implicación y porque es uno de los que ofrece más problemas e interrogantes. Y dentro del mismo abordaré más ampliamente el apartado de NaBai por las mismas razones y porque desempeña el papel más trascendente dentro de este tercer bloque.
NaBai
Se mantienen las premisas que dieron lugar a su nacimiento: el fracaso de la política de ETA/Batasuna en el largo período que se abre desde 1979 hasta la ruptura de la tregua en el año 2000 y el deseo de cambiar el rumbo y de impulsar el cambio desde las instituciones.
NaBai ha hecho un recorrido de cinco años, jalonado por su presentación en dos elecciones generales y en las forales y municipales de 2007.
En su balance se pueden constatar aspectos positivos indiscutibles: el éxito electoral, la agrupación de un electorado mayoritariamente de izquierdas, nacionalista-vasco pero más amplio y heterogéneo en sus sentimientos de pertenencia, la conexión con una parte importante de los sectores sociales más partidarios del cambio, la unidad entre diferentes. No me extiendo en ello, puesto que resulta muy evidente.
Entre sus aspectos negativos se encuentra el fracaso del cambio. Fracaso que se ve agravado por la actual línea del PSN y por la maniobra de la derecha para impedirlo mediante la separación entre UPN y PPN (ojo, aquí hay errores de NaBai, como es por ejemplo una incomprensión interesada de los problemas propios del PSN para la alianza a favor del cambio, junto a obstáculos reales o malas actuaciones del PSN ajenas por completo a NaBai). Precisamente, la actual línea socialista y la maniobra de la derecha dificultan más el cambio y debilitan a NaBai.
Están también los problemas internos y las rivalidades partidistas de NaBai.
Pero a mi juicio el principal error de NaBai es su inadecuación a las transformaciones producidas en la sociedad navarra durante las últimas décadas. Me estoy refiriendo a la respuesta inadecuada de NaBai ante la situación compleja de Navarra derivada de su pluralidad identitaria y de su diferencia profunda con la CAV. Las fuerzas abertzales, ampliamente hegemónicas en NaBai, no saben separar bien lo que es la defensa legítima de su ideario último y la política que es factible a día de hoy y a medio plazo en nuestra sociedad. Y la conclusión práctica es la confección de un mensaje confuso que no disecciona expresamente esos dos ámbitos: su perspectiva a largo plazo y el programa para estos momentos. De esta forma, muy a menudo se traslada una propuesta que no acaba de romper con algunas premisas del pasado: como si la mayoría de la sociedad navarra defendiera la unidad vasco-navarra.
Me estoy refiriendo a la situación excepcional de Navarra derivada de la acción y de la interferencia política de ETA. No es fácil sacudirse este yugo, que condiciona las alianzas, los mensajes, la actividad institucional de NaBai…Y de hecho NaBai no lo ha conseguido. Luego ahondaré más en ello.
Me estoy refiriendo, también, a la interferencia de la política abertzale procedente de la CAV. Este fenómeno es a veces muy sutil e incluso poco visible. Yo lo percibo en su mirada hacia los asuntos navarros, en sus intereses electorales o partidistas en la CAV…..Y este hecho condiciona sobremanera la política y la estética de NaBai: por ejemplo, la posición de NaBai ante la hoja de ruta de Ibarretxe –defendiendo una injerencia absolutamente inadmisible en los asuntos de Navarra- era algo claramente perjudicial para NaBai.
Resulta llamativa la inadaptación de NaBai ante las transformaciones producidas y la persistencia de viejos esquemas o de análisis desfasados que fueron diseñados por la izquierda abertzale en la transición, que encajan mal en la realidad y que cada vez más responden a los intereses particulares de ETA: la necesidad de exagerar la opresión nacional y de conferirle un dramatismo ajeno por completo a la inmensa mayoría de la población navarra. Así pues, se constata la dificultad de NaBai para desarrollar una política ajustada a dichas mutaciones, una política propia y con una mirada principalmente navarra, una política capaz de tejer lazos con el electorado y con las fuerzas navarristas de izquierda.
Si observamos la situación actual de NaBai, vemos que se mantienen varios de sus puntos fuertes fundamentales: el deseo de cambio, la unidad y el desmarque de ETA. Ahora bien, existen incertidumbres acerca de su solidez y un mayor escepticismo, que vienen provocados por la trayectoria de NaBai y por los obstáculos objetivos con los que tropieza el cambio….Asimismo, es evidente la evolución negativa del discurso de NaBai (un mensaje excesivamente nacionalista-vasco, que le aísla de sus potenciales aliados, que le achica su espacio electoral), la ausencia de ideas innovadoras, la pérdida de la frescura suscitada en sus inicios, una actividad muy normalita, alejada de sus eslóganes como la poliética y sacudida por las rivalidades entre los partidos.
A mi juicio, estos rasgos negativos dan pie a conjeturas, a veces interesadas, sobre la continuidad de NaBai. Los riesgos que acechan a NaBai –en el supuesto de que se confirmaran- procederían, de la retirada de ETA (y del correspondiente reordenamiento de la izquierda abertzale, que podría afectarle a NaBai) y de la tentación de Aralar por establecer un dominio superior a su influencia social e inasumible para el resto de fuerzas.
No obstante, si alguien deseara en estos momentos romper NaBai, se encontraría con serias dificultades. NaBai es la mejor opción para el nacionalismo-vasco en Navarra y seguramente la más viable en las circunstancias actuales para la eficacia del tercer bloque electoral en las urnas. De hecho, el electorado premió a NaBai en las elecciones de 2007 y castigó la división en las europeas de 2009.
He aquí las luces y las sombras, las sumas y las restas de NaBai en la actualidad. Desde Batzarre con las premisas actuales apostamos por NaBai para las elecciones forales y municipales de 2011 y creemos que su mantenimiento es viable. Eso sí, las turbulencias, la inestabilidad, las disputas inter-partidarias…serán inevitables y habrá que convivir con ellas. Tampoco son enteramente descartables problemas muy serios.
Sin embargo, a mi juicio, NaBai necesita renovar su proyecto. NaBai se halla en la encrucijada entre el conservadurismo continuista marcado por el pasado y por los esquemas de la izquierda abertzale diseñados en la transición….y las señales de cambio transmitidas por la sociedad navarra durante los últimos 30 años en varios temas clave.
Citaré varios ejemplos para ilustrarlo. Se constata la reducción y la acepción actual de Euskal Herria al ámbito cultural y el afianzamiento de Navarra como una comunidad independiente y, en consecuencia, la apertura de una perspectiva de incrementar y normalizar las relaciones con la CAV, pero descartando la unión vasco-navarra para los próximos años.
En la misma dirección, es necesario ser absolutamente claros y consecuentes, sin ninguna ambigüedad con la ineficacia y la ilegitimidad de ETA: la lucha armada está completamente fuera de la realidad y su desaparición ha de ser sin precio político alguno; su intento de imponerle a Navarra un modelo unitario vasco constantemente rechazado por nuestra sociedad debe ser exclúido sin guiño alguno mientras ésta sea la voluntad ciudadana. Tampoco merece una consideración positiva o neutral el proyecto anti-pluralista de ETA/Batasuna y hay que desmarcarse del mismo. NaBai ha de dar un trato exquisito a las víctimas de ETA, siendo consciente de sus errores del pasado y de la importancia actual y futura de esta materia.
Y aún reconociendo la dificultad práctica para manejarse ante las continuas trampas que Batasuna (y en otro sentido la derecha) le tienden a NaBai, es indiscutible que no cabe el flirteo o la colaboración normal mientras estén en entredicho derechos tan elementales como la vida, como la tranquilidad y la seguridad de cualquier ciudadano. NaBai necesita ganarse una mayor credibilidad ante la sociedad y especialmente ante el electorado socialista. Y, a día de hoy, le queda mucho por avanzar en este terreno.
BATASUNA
Como se puede apreciar en las encuestas, en la realidad, etcétera, a pesar de las turbulencias que sufren todas las fuerzas, continúa la estabilidad electoral de los tres grandes bloques electorales: derecha, socialista, y tercer bloque electoral. Y, seguramente, se mantendrá una diferencia parlamentaria muy ajustada para cualquiera de las opciones de gobierno.
Esto no es contradictorio con el incremento de varias incertidumbres que están pendientes de despejarse. Las más significativas son el reparto de apoyos entre UPN y PPN, la disputa por la primacía entre PSN y UPN, la opción que tome el PSN en el futuro para la formación del gobierno, la obtención o no de una mayoría parlamentaria para el cambio, lo relativo al tercer bloque electoral: las disputas en su seno por la hegemonía y por el reparto de influencias entre sus diferentes fuerzas, el mantenimiento de NaBai, la presentación o no de Batasuna, etcétera. Así pues, el panorama está cargado de interrogantes en todas las direcciones. Ello puede provocar mayor apatía o un acicate extra en los respectivos electorados.
Me detendré en el análisis de las fuerzas del tercer bloque electoral por nuestra mayor implicación y porque es uno de los que ofrece más problemas e interrogantes. Y dentro del mismo abordaré más ampliamente el apartado de NaBai por las mismas razones y porque desempeña el papel más trascendente dentro de este tercer bloque.
NaBai
Se mantienen las premisas que dieron lugar a su nacimiento: el fracaso de la política de ETA/Batasuna en el largo período que se abre desde 1979 hasta la ruptura de la tregua en el año 2000 y el deseo de cambiar el rumbo y de impulsar el cambio desde las instituciones.
NaBai ha hecho un recorrido de cinco años, jalonado por su presentación en dos elecciones generales y en las forales y municipales de 2007.
En su balance se pueden constatar aspectos positivos indiscutibles: el éxito electoral, la agrupación de un electorado mayoritariamente de izquierdas, nacionalista-vasco pero más amplio y heterogéneo en sus sentimientos de pertenencia, la conexión con una parte importante de los sectores sociales más partidarios del cambio, la unidad entre diferentes. No me extiendo en ello, puesto que resulta muy evidente.
Entre sus aspectos negativos se encuentra el fracaso del cambio. Fracaso que se ve agravado por la actual línea del PSN y por la maniobra de la derecha para impedirlo mediante la separación entre UPN y PPN (ojo, aquí hay errores de NaBai, como es por ejemplo una incomprensión interesada de los problemas propios del PSN para la alianza a favor del cambio, junto a obstáculos reales o malas actuaciones del PSN ajenas por completo a NaBai). Precisamente, la actual línea socialista y la maniobra de la derecha dificultan más el cambio y debilitan a NaBai.
Están también los problemas internos y las rivalidades partidistas de NaBai.
Pero a mi juicio el principal error de NaBai es su inadecuación a las transformaciones producidas en la sociedad navarra durante las últimas décadas. Me estoy refiriendo a la respuesta inadecuada de NaBai ante la situación compleja de Navarra derivada de su pluralidad identitaria y de su diferencia profunda con la CAV. Las fuerzas abertzales, ampliamente hegemónicas en NaBai, no saben separar bien lo que es la defensa legítima de su ideario último y la política que es factible a día de hoy y a medio plazo en nuestra sociedad. Y la conclusión práctica es la confección de un mensaje confuso que no disecciona expresamente esos dos ámbitos: su perspectiva a largo plazo y el programa para estos momentos. De esta forma, muy a menudo se traslada una propuesta que no acaba de romper con algunas premisas del pasado: como si la mayoría de la sociedad navarra defendiera la unidad vasco-navarra.
Me estoy refiriendo a la situación excepcional de Navarra derivada de la acción y de la interferencia política de ETA. No es fácil sacudirse este yugo, que condiciona las alianzas, los mensajes, la actividad institucional de NaBai…Y de hecho NaBai no lo ha conseguido. Luego ahondaré más en ello.
Me estoy refiriendo, también, a la interferencia de la política abertzale procedente de la CAV. Este fenómeno es a veces muy sutil e incluso poco visible. Yo lo percibo en su mirada hacia los asuntos navarros, en sus intereses electorales o partidistas en la CAV…..Y este hecho condiciona sobremanera la política y la estética de NaBai: por ejemplo, la posición de NaBai ante la hoja de ruta de Ibarretxe –defendiendo una injerencia absolutamente inadmisible en los asuntos de Navarra- era algo claramente perjudicial para NaBai.
Resulta llamativa la inadaptación de NaBai ante las transformaciones producidas y la persistencia de viejos esquemas o de análisis desfasados que fueron diseñados por la izquierda abertzale en la transición, que encajan mal en la realidad y que cada vez más responden a los intereses particulares de ETA: la necesidad de exagerar la opresión nacional y de conferirle un dramatismo ajeno por completo a la inmensa mayoría de la población navarra. Así pues, se constata la dificultad de NaBai para desarrollar una política ajustada a dichas mutaciones, una política propia y con una mirada principalmente navarra, una política capaz de tejer lazos con el electorado y con las fuerzas navarristas de izquierda.
Si observamos la situación actual de NaBai, vemos que se mantienen varios de sus puntos fuertes fundamentales: el deseo de cambio, la unidad y el desmarque de ETA. Ahora bien, existen incertidumbres acerca de su solidez y un mayor escepticismo, que vienen provocados por la trayectoria de NaBai y por los obstáculos objetivos con los que tropieza el cambio….Asimismo, es evidente la evolución negativa del discurso de NaBai (un mensaje excesivamente nacionalista-vasco, que le aísla de sus potenciales aliados, que le achica su espacio electoral), la ausencia de ideas innovadoras, la pérdida de la frescura suscitada en sus inicios, una actividad muy normalita, alejada de sus eslóganes como la poliética y sacudida por las rivalidades entre los partidos.
A mi juicio, estos rasgos negativos dan pie a conjeturas, a veces interesadas, sobre la continuidad de NaBai. Los riesgos que acechan a NaBai –en el supuesto de que se confirmaran- procederían, de la retirada de ETA (y del correspondiente reordenamiento de la izquierda abertzale, que podría afectarle a NaBai) y de la tentación de Aralar por establecer un dominio superior a su influencia social e inasumible para el resto de fuerzas.
No obstante, si alguien deseara en estos momentos romper NaBai, se encontraría con serias dificultades. NaBai es la mejor opción para el nacionalismo-vasco en Navarra y seguramente la más viable en las circunstancias actuales para la eficacia del tercer bloque electoral en las urnas. De hecho, el electorado premió a NaBai en las elecciones de 2007 y castigó la división en las europeas de 2009.
He aquí las luces y las sombras, las sumas y las restas de NaBai en la actualidad. Desde Batzarre con las premisas actuales apostamos por NaBai para las elecciones forales y municipales de 2011 y creemos que su mantenimiento es viable. Eso sí, las turbulencias, la inestabilidad, las disputas inter-partidarias…serán inevitables y habrá que convivir con ellas. Tampoco son enteramente descartables problemas muy serios.
Sin embargo, a mi juicio, NaBai necesita renovar su proyecto. NaBai se halla en la encrucijada entre el conservadurismo continuista marcado por el pasado y por los esquemas de la izquierda abertzale diseñados en la transición….y las señales de cambio transmitidas por la sociedad navarra durante los últimos 30 años en varios temas clave.
Citaré varios ejemplos para ilustrarlo. Se constata la reducción y la acepción actual de Euskal Herria al ámbito cultural y el afianzamiento de Navarra como una comunidad independiente y, en consecuencia, la apertura de una perspectiva de incrementar y normalizar las relaciones con la CAV, pero descartando la unión vasco-navarra para los próximos años.
En la misma dirección, es necesario ser absolutamente claros y consecuentes, sin ninguna ambigüedad con la ineficacia y la ilegitimidad de ETA: la lucha armada está completamente fuera de la realidad y su desaparición ha de ser sin precio político alguno; su intento de imponerle a Navarra un modelo unitario vasco constantemente rechazado por nuestra sociedad debe ser exclúido sin guiño alguno mientras ésta sea la voluntad ciudadana. Tampoco merece una consideración positiva o neutral el proyecto anti-pluralista de ETA/Batasuna y hay que desmarcarse del mismo. NaBai ha de dar un trato exquisito a las víctimas de ETA, siendo consciente de sus errores del pasado y de la importancia actual y futura de esta materia.
Y aún reconociendo la dificultad práctica para manejarse ante las continuas trampas que Batasuna (y en otro sentido la derecha) le tienden a NaBai, es indiscutible que no cabe el flirteo o la colaboración normal mientras estén en entredicho derechos tan elementales como la vida, como la tranquilidad y la seguridad de cualquier ciudadano. NaBai necesita ganarse una mayor credibilidad ante la sociedad y especialmente ante el electorado socialista. Y, a día de hoy, le queda mucho por avanzar en este terreno.
BATASUNA
Su devenir va a estar dictaminado por la decisión que tome ETA sobre su futuro. El Estado ya ha fijado claramente su posición: aplicación rigurosa de la ilegalización. Batasuna continúa con una evolución negativa: la pérdida del gobierno en la CAV para la comunidad nacionalista-vasca merced a su exclusión electoral por la ilegalización, los perjuicios propios ante sus competidores abertzales por el mismo motivo, sin ninguna perspectiva de mejora en el horizonte por más que se mire en lontananza….Sin embargo, es justo reconocer que su desgaste es lento y que mantiene la centralidad en la izquierda abertzale de modo muy claro (ver elecciones europeas-09). En Navarra estos problemas se agigantan, ya que NaBai le genera una competencia electoral bastante mayor y la sociedad navarra rechaza a ETA con mayor virulencia. En lo que hace a las elecciones del 2011 el debate sobre su posibilidad de presentarse creo que se mantendrá hasta el último momento añadiendo otra incertidumbre más al coktail electoral.
IUN
Su tendencia electoral a la baja es evidente, sus problemas se acrecientan. No se ven atisbos para una mejora de aquí a dos años. Desde Batzarre valoramos negativamente estas tendencias. Frente a estas evidencias, hasta la fecha, con oscilaciones electorales muy acusadas, ha persistido un sector social que se sitúa a la izquierda del PSN. Con estos sectores sociales Batzarre posee similitudes equivalentes a las que tenemos con la izquierda social de NaBai. Siempre hemos tenido una preocupación máxima por tender puentes entre estas izquierdas y lamentamos de veras que no se pueda dar una colaboración electoral del conjunto del tercer bloque. Con toda probabilidad no será factible. En cualquiera de los casos, Batzarre intentará establecer la máxima colaboración entre las diferentes izquierdas en todos los espacios en los que sea posible.
CANDIDATURAS UNITARIAS DE ÁMBITO MUNICIPAL
En la Zona Media y en la Ribera existen numerosas candidaturas unitarias de izquierdas o progresistas. Este hecho sucede, a juicio de Batzarre, o bien porque se trata de poblaciones reducidas; o bien porque existe una gran fragmentación (NaBai, IU, escindidos del PSN, independientes de estos partidos) y una gran debilidad de todos ellos. Batzarre ha defendido la línea de primar la alternativa municipal frente a la derecha y agrupar a las gentes de izquierdas que se sitúan fuera del PSN en candidaturas unitarias de izquierdas. Pensamos que en la mayoría de los casos, la promoción de la propia sigla sería en detrimento claro del interés de la localidad. En cualquiera de los casos, estas realidades poseen dinámicas propias y escapan a lo que decidan los respectivos partidos.
(Continuará)
Jesús Urra (en Berrituz)
1 comentario:
¿por que no hace Batzarre el mismo analisis en LUMBIER ?en la legislatura anterior batzarre tenia 2 concejales y en la de ahora NABAI 1 solo .la candidatura nueva de izquierdas ONDALAN ha sacado 2 concejales y Batzarre se niega al trabajo en comun con ella .
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