jueves, 27 de junio de 2013

LA PLANTA DE BIODIÉSEL DE CAPARROSO ECHA EL CIERRE

La fábrica de Caparroso nunca cumplió las expectativas que generó. Tras una inversión de 25 millones de euros, la mayoría de dinero público, la factoría esperaba producir 35.000 toneladas de biocombustibles al año y sin estar terminada ya se hablaba de ampliaciones para llegar casi a 100.000 toneladas. Se anunciaba la creación de 30 puestos de trabajo y un futuro prometedor como competidor de los combustibles derivados del petróleo. La realidad es que nunca llegó a producir lo anunciado y ya desde el año 2007 dejó definitivamente de producir biocombustibles y tan solo sacaba una producción limitada de glicerina para uso farmacéutico, cosmético y alimenticio. Tampoco le ha ido bien a la planta de biomasa situada en Sangüesa, contruida unos años antes, ya que ahora también se enfrenta a un ERE, al igual que otras fábricas del grupo Acciona Energía, que se hizo con la propiedad de estas empresas al comprar el 100% de las acciones de EHN.

La iniciativa de Caparroso iba dirigida a la obtención de carburantes a partir de vegetales. Concretamente, se elaboraría biodiésel, combustible de baja contaminación medioambiental, y bioetanol, uno de los aditivos que componen las llamadas "gasolinas verdes".

Así las cosas, en 2004 anunciaban que la planta de Caparroso era ya una realiad. Con una inversión de 25 millones de euros, en la planta que EHN había levantado en esa localidad navarra, trabajarían 30 personas que iban a hacer realidad el producir 35.000 toneladas de biocombustibles al año. Decían también los responsables de EHN que se mantenían negociaciones avanzadas con empresas petroleras, como Repsol YPF y Cepsa, además con flotas de transporte público y privadas nacionales para venderles este nuevo combustible para sus vehículos que se promocionaba como alternativa al petróleo, de menor contaminación y de carácter renovable al no ser una materia prima finita, un chollo, vaya. Para hacer esto viable se barajaban unas cifras de 36.000 toneladas/año de aceites vegetales. De esta materia prima saldrían también 3.100 toneladas de glicerina, con una calidad del 99%, destinada al sector farmacéutico, cosmético y alimenticio. Para conseguir esta producción, la planta necesitaría abastecerse de grandes producciones de oleaginosas como la soja, la colza o el girasol. En los foros llamados "Agroindustria y regadíos" organizados por el Gobierno de Navarra y en los que tomaban parte Riegos de Navarra y Acciona, los organizadores reunían a los agricultores y les explicaban las diferentes producciones que podrían obtener en los futuros regadíos. Dentro de estas, la producción para biocombustible era uno de los temas estrella y la frase "vamos a ser capaces de absorber toda la producción que nos echen", una de las más repetidas. En total se han celebrado cuatro de estos foros. En los tres primeros se apostaba por los biocombustibles pero en el cuarto, celebrado en Olite en 2009 ya nadie hablaba de este tema. Hoy la realidad es que las mismas empresas que se mostraban partidarias de impulsar los biocombustibles en Navarra, han descubierto que es más barato producirlos en Brasil o Indonesia. La destrucción de las selvas ecuatoriales es un daño colateral que debemos pagar en favor de las energías limpias y respetuosas con el medio ambiente.

Entre los años 2004 y 2005 se produjo la venta de EHN a Acciona. La venta no estuvo exenta de polémica ya que se cuestionó desde el parlamento de Navarra y otras instancias e incluso ahora sigue dando que hablar. EHN era una empresa semipública participada por el Gobierno de Navarra en un 39'58% a través de la empresa pública SODENA y en un 10'42% a través de la CAN. Fue creada en 1989 por el Gobierno de Navarra para aprovechar el potencial eólico de nuestra comunidad. Esta empresa se desarrolló y alcanzó valor en el mercado por el apoyo público que recibió tanto en su capital accionarial como por el respaldo legislativo e institucional del Plan Energético de junio de 1996, lo que garantizó el desarrollo y negocios futuros de la empresa, que se vio favorecida por una política de generosas subvenciones forales y estatales. Después de haber invertido en poco más de diez años más de 380 millones de euros en su apuesta por el desarrollo de las energías renovables, la decisión del Gobierno de Navarra de desprenderse de toda la participación pública en la empresa y venderla a una empresa privada fue cuando menos cuestionable. La venta se realizó por un valor de 390 millones de euros, aunque cinco años después se estimaba que su valor real era de 1.528 millones.

Pero no todos perdieron. Esteban Morrás había sido nombrado por el Gobierno de Navarra director general de EHN. Tras la venta siguió siendo directivo de Acciona y cuando se retiró se llevó un pellizco de 42'5 millones de euros. La propia Acciona recibió un gran impulso con la compra hasta llegar a convertirse en una de las mayores empresas del Ibex-35.

Según recoge el Plan Energético del Gobierno de Navarra, "en 2005 inició su producción comercial la planta de fabricación de biodiésel en Caparroso a partir de aceites vegetales crudos y refinados de primera utilización, con una capacidad de producción de 35.000 Tm/año, equivalente a 40 millones de litros de biodiésel, un 10% de la demanda anual de este tipo de combustible en Navarra". Destacaban que fue la primera planta del mundo capacitada para procesar diversos tipos de aceites vegetales como colza, girasol, soja o palma. Y añadían que, de hecho, dos estaciones de servicio de la Comarca de Pamplona se habían convertido en las primeas de la Península en abastecer a los automovilistas de biodiésel puro. En el mismo Plan Energético pero con horizonte 2010, se afirmaba que las últimas inversiones en investigación y producción realizadas en la planta de Caparroso iban a permitir producir "hasta 70.000 Tm/año de este combustible". ¿Cómo se explica que se diga tres años después de este anuncio que la planta no es viable y que se cierra? ¿Por qué no dicen que había dejado de producir biodiésel y orientado su producción a la glicerina? ¿Apostaron realmente alguna vez por él o todo fue una cortina de humo para justificar la puesta en marcha de hectáreas y hectáreas de regadío del Canal de Navarra para biomasa y justificar la millonaria inversión? ¿Por qué ya no es rentable, si es que alguna vez lo fue?

Para intentar arrojar luz sobre estas y otras cuestiones tuvo lugar el pasado 7 de mayo una comparecencia de los representantes sindicales de los diferentes comités de las empresas de Acciona en Navarra en la Comisión de Economía del Parlamento de Navarra. Entre ellos el delegado sindical Juan Pedro Martínez Salinas, de la planta de Caparroso. En la comparecencia explicó que tras la experiencia piloto con biodiésel en la planta de Sangüesa, arrancó en 2004 la de Caparroso, con, efectivamente, 30 trabajadores y una producción de 35.000 Tm/año. Que en mayo de 2007, ya de la mano de Acciona, alcanzó su techo de producción, pero que a partir de junio de ese mismo año se frena su producción por la entrada masiva de biodiésel argentino e indonesio a unos precios con los que no pueden competir. Y que fue en ese momento cuando se pasó a la producción de glicerina, unas 3.500 Tm/año. Que en 2010, siguió Martínez Salinas, se produjo una restructuración de la plantilla que quedó reducida a 18 personas en planta, ajuste que afectó también a la sección administrativa, financiera y comercial, lo que a su juicio supuso "el abandono táctico por parte de Acciona de esta línea".

Explicó, asimismo, que en 2012 se reinició el proceso de asignación de cantidades máximas que se pueden adjudicar por planta, algo largamente demandado por el sector, para protegerse de la masiva importación de diésel foráneo desde hace ya seis años, que ha llevado a la paralización de las plantas locales como así ha ocurrido con la de Caparroso. Esta norma redactada por la Comisión Nacional de Energía, con "la pretensión de evitar posibles conductas anticompetitivas o distorsiones comerciales del biodiésel originario de países distintos de los de la Unión Europea, que impedirían la competencia en igualdad de condiciones, perjudicando o impidiendo la viabilidad económica del sector", tal y como reza el título de la misma, no se ha llegado a aprobar porque, desde el Gobierno central dijeron que "iba a repercutir negativamente en el sector". Fuentes del sector aseguran sin embargo que "esta orden de Industria está congelada desde hace meses por presiones de Argentina y de las propias petroleras". Según dijo Martínez Salinas, en este momento se está a la espera de una resolución efectiva de asignación de cuotas con fecha máxima 10 de agosto de 2013. Piden, pues, a Acciona "que espere, antes de cerrar la planta, a la asignación de cuotas de agosto y ni aun así escuchan, se reafirman en que la cierran y ya está, lo que indica la nula voluntad de Acciona de apostar por el biodiésel y por esta planta de Caparroso. Y es que solo contemplan dos opciones: o su venta o su clausura", se lamentó.

El futuro de la de Caparroso, su no futuro habría que decir más bien, pasa por el cierre; desolador panorama, cuando, además, según se pudo oír en Tafalla en el comunicado final de los sindicatos ELA y LAB, la empresa ha obtenido beneficios en este primer trimestre del año, o sea, que es rentable.

Agurtzane Berrio, en La Voz de la Merindad

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