El Parlamento instó ayer al Gobierno de Navarra a agilizar los trámites necesarios para que se inicien de manera inmediata las obras de renovación de las redes en el Concejo de Rada y el paso de las conducciones necesarias que permitan acceder al agua potable. Así lo aprobó la Comisión de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local a petición del grupo socialista. Para llegar a este acuerdo, sin embargo, los parlamentarios tuvieron que repetir la votación hasta en tres ocasiones ya que en las dos primeras seis se posicionaron a favor, seis en contra y dos se abstuvieron. Tras varios minutos de receso, finalmente uno de los dos parlamentarios de Aralar-NaBai cambió el sentido de su voto posibilitando la aprobación de esta moción.
En la exposición de motivos, Maite Esporrín (PSN) enumeró los dos problemas que sufre actualmente este pueblo de 600 habitantes y que derivan, por un lado, de "la mala calidad del agua porque se mezcla con las fecales y porque las redes están totalmente obsoletas, son uralitas que debían haberse cambiando hace 20 años" y, por otra parte, de "la falta de presión". Y es que la propia Mancomunidad de Mairaga ha comprobado que para lleguen 16,5 metros cúbicos a una casa "se tiene que abrir 100", lo que supone una pérdida del 85%, manifestó Esporrín. Aludió también a la "reconocida urgencia" de una obra para la que, incluso, llegó a fijarse un presupuesto de 2,5 millones de euros, sin que por ahora haya llegado a ejecutarse, pese a estar incluida en el régimen excepcional de financiación de inversiones.
Para el regionalista Jesús Esparza, sin embargo, 180.000 euros serían más que suficientes para asegurar que Rada tuviera agua potable "mañana mismo". Equiparó su situación a la de otros pueblos de colonización que han tenido que adaptarse e instalar contadores en sus casas. "Están cobrando 44 euros al año y consumen 900 litros por habitante", aseguró Esparza a la par que explicó que Mairaga construyó en su día un depósito nuevo en el pueblo y que instaló, a su vez, diversas tuberías desde Caparroso que "a día de hoy están inutilizadas pero preparadas para utilizarse", por lo que si Rada comienza a cobrar el agua "automáticamente entrará en Mairaga", concluyó.
Esporrín, no obstante, le rebatió señalando que el "problema está en el gasto" y que con 180.000 euros no se soluciona una obra prevista en 2,5 millones de euros. Asimismo puso sobre la mesa un informe de Mairaga que viene a decir que la Mancomunidad no admitirá al pueblo "hasta que no tenga las redes renovadas", o eso es por lo menos lo que aseguró la socialista.
Víctor Rubio (Bildu) dijo que "parece mentira que Rada lleve toda la vida sin agua", Marisa de Simón (I-E) catalogó la obra de "urgente" entendiendo que "el agua potable es una necesidad básica" y Xabier Lasa (Aralar-NaBai) concluyó que se deberá proceder a su ejecución "sin que dé lugar a tratos diferenciados ni a picarescas".
Diario de Noticias
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