La comarca de Sangüesa, alcaldes, concejales, vecinos y vecinas, habitantes de los pueblos del limítrofe Aragón respaldaron ayer por la tarde la manifestación contra el recrecimiento del embalse de Yesa convocada por la iniciativa ciudadana Yesa+No. Alrededor de 4.000 personas, según la organización, 2.500 de acuerdo con la policía municipal corearon consignas contra las obras de recrecimiento y contra la Confederación Hidrográfica del Ebro a lo largo de todo el recorrido por las principales calles de la ciudad.
Anunciada por varios cohetes, la manifestación partió de El Prauencabezada por miembros de la iniciativa, entre ellos, Luis Sola e Iker Aramendía, los concejales de la Agrupación Progresista de Sangüesa, Cristina Gil y Antonio Miguéliz, la alcaldesa de Gallipienzo, Karmele Iriguibel y el alcalde de Artieda de Aragón, Javier Jiménez, que portaban la pancarta con el lema "Yesa por seguridad, ni un metro más. Zangoza Arriskularrian", Sangüesa en grave peligro".
Caminaron tras ellos el alcalde de Sangüesa, Ángel Navallas, el resto de los concejales de su grupo, acompañados de los parlamentarios de Izquierda-Ezkerra, José Miguel Nuin y Marisa de Simón. El concejal de Bildu, Rafa Bargués, lo hizo acompañado de la parlamentaria, Bakartxo Ruiz. Acudieron además, otros aforados de esta coalición como Bikendi Barea y Koldo Amezketa. De la AISS, el único concejal que acudió fue, José Luis Planells.
Y, por supuesto, acudió la comarca, que estaba llamada a participar de lo que definieron los organizadores de "una tarde histórica". Los alcaldes de Aibar, Pedro Lanas; de Aoiz, Unai Lako, de Lerga, Iñaki Iriarte, la de Gallipienzo, Karmele Iriguibel, concejales de Cáseda y Lumbier y miles de vecinos de todas las edades, que portaron pancartas, carteles y llenaron autobuses, como por ejemplo del pequeño Gallipienzo, de donde partieron 55 vecinos.
Una vez más se puso de manifiesto el apoyo de Aragón, que ha estado codo a codo desde el principio con los responsables de la iniciativa sangüesina. Representantes del Ayuntamiento de Murillo de Gállego, y habitantes de Artieda de Aragón, Mianos, Escó, Ruesta, Tiermas y Sigües, algunos de ellos de avanzada edad, que aplaudieron con fuerza los comunicados.
Los integrantes de Yesa+No denunciaron el fiasco de la infraestructura de Yesa y la situación de los vecinos afectados por los desalojos.Se refirieron también al ocultamiento de información y recordaron tragedias como la de Biescas, Tous o Vajont: "No queremos que en Sangüesa, Cáseda, Gallipienzo, Aibar y Yesa pase lo mismo". Pidieron la dimisión del presidente de la CHE, Xavier de Pedro y la paralización de las obras por seguridad.
El alcalde, Ángel Navallas, contundente y muy aplaudido habló tras ellos de inquietud y preocupación. "Queremos vivir en paz y sin sobresaltos y seguir con nuestra actividad cotidiana". Cargó contra el Gobierno y apeló a su responsabilidad. "Creemos que hay que desemabalsar de manera urgente. Lo más importante es la seguridad".
Diario de Noticias
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