viernes, 4 de octubre de 2013

POR UN QUINTO ESPACIO

Euskadi y el conjunto de Euskal Herria es un país diverso en el que tanto pequeños matices como grandes diferencias han favorecido la aparición de distintas opciones políticas. Éstas han recibido, en mayor o menor medida, un apreciable y sostenido apoyo electoral. Probablemente gracias a ello hoy el debate presente en nuestra sociedad es sensiblemente más rico que el de su entorno, al fin y al cabo la realidad socio-política vasca no es interpretable en una escala de grises.

Desde 2011 el Parlamento Vasco -no así el Navarro- ha quedado mermado en la expresión de esta trayectoria plural. Existen condicionantes poderosos que invitaron a que esta fotografía a cuatro sucediera, entre los que destaca el declive definitivo de ETA. ¿El fin de la violencia es el fin de la política? No debería. En el actual parlamento están representadas muchas voces necesarias, pero no están todas. La existencia de más opciones, lejos de implicar una atomización, facilita el diálogo entre diferentes y la consecución de pactos inclusivos: supone más debate y más democracia. En nuestra opinión es más peligroso para una sociedad caminar hacia una cámara simplificada y monocromática que hacia una diversa y pluralista.
 
En 2009 miles de personas, especialmente jóvenes, apoyaron la candidatura entonces encabezada por Aintzane Ezenarro con el objetivo de refrescar la política, romper con la espiral de la violencia y actualizar a la izquierda vasca a parámetros del siglo XXI. Con la intención de dar continuidad a lo que supuso ese momento político ilusionante e inspirada por las prácticas y capacidad de suma de Nafarroa Bai y su sucesora Geroa Bai, Iratzarri apuesta desde su humildad y su carácter de organización juvenil por un nuevo espacio político de izquierdas, abertzale y culturalmente ajeno a la violencia, en el que la ética y la práctica sean el principal indicador de las ideas. Esta iniciativa lleva el nombre de Eki.
 
Eki nace con la voluntad de devolver al primer plano de la política lo que ya está en la calle: personas -jóvenes y no tan jóvenes- que piensan que no todo está dicho en Euskadi. Que ante una situación socio-económica adversa es posible cambiar lo que está mal y defender lo que está bien. Que las nuevas formas de expresión y participación requieren nuevas personas y nuevos métodos. Que hace falta una izquierda que influya y transforme; una izquierda útil, incisiva, social, para la convivencia y con legitimidad humana para defender lo que defiende.
 
Hay quien cree que la política pertenece a los partidos, que el devenir de un país puede ser diseñado en una reunión a puerta cerrada. Esta visión recurrente, envejecida y pequeña siempre se ve superada por quien decide y ostenta el verdadero poder político: la gente. En Euskadi es posible un quinto espacio si personas como tú, como nosotras y nosotros, nos comprometemos a construirlo. Eki ya es una realidad preparada a comenzar a andar. ¿Empezamos?

Mikel Andérez y Leire Martínez, en iratzarri.org

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