Desde 2011 el Parlamento Vasco -no así el Navarro- ha quedado mermado en la expresión de esta trayectoria plural. Existen condicionantes poderosos que invitaron a que esta fotografía a cuatro sucediera, entre los que destaca el declive definitivo de ETA. ¿El fin de la violencia es el fin de la política? No debería. En el actual parlamento están representadas muchas voces necesarias, pero no están todas. La existencia de más opciones, lejos de implicar una atomización, facilita el diálogo entre diferentes y la consecución de pactos inclusivos: supone más debate y más democracia. En nuestra opinión es más peligroso para una sociedad caminar hacia una cámara simplificada y monocromática que hacia una diversa y pluralista.
Eki nace con la voluntad de devolver al primer plano de la política lo que ya está en la calle: personas -jóvenes y no tan jóvenes- que piensan que no todo está dicho en Euskadi. Que ante una situación socio-económica adversa es posible cambiar lo que está mal y defender lo que está bien. Que las nuevas formas de expresión y participación requieren nuevas personas y nuevos métodos. Que hace falta una izquierda que influya y transforme; una izquierda útil, incisiva, social, para la convivencia y con legitimidad humana para defender lo que defiende.
Hay quien cree que la política pertenece a los partidos, que el devenir de un país puede ser diseñado en una reunión a puerta cerrada. Esta visión recurrente, envejecida y pequeña siempre se ve superada por quien decide y ostenta el verdadero poder político: la gente. En Euskadi es posible un quinto espacio si personas como tú, como nosotras y nosotros, nos comprometemos a construirlo. Eki ya es una realidad preparada a comenzar a andar. ¿Empezamos?
Mikel Andérez y Leire Martínez, en iratzarri.org
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