El rector de la Universidad de Navarra, Alfonso Sánchez-Tabernero, rompió su silencio ayer para hablar de su intención de hacerse con los terrenos del centro público de FP Donapea, anejos a los terrenos cedidos por el Ayuntamiento a su universidad. Sánchez-Tabernero aseguró que, si no consiguen esa finca, se replantearán la creación de los tres centros de investigación biomédica que pretendían construir y amagó con llevarse el principal de ellos -que según afirman desde el centro privado, podría generar 200 puestos de trabajo- a Donostia.
El Opus Dei firmó un pacto con el Gobierno navarro para comprar ese centro en 2011, y se hizo una tasación que rondaba los ocho millones. Sin embargo, el traslado de Donapea a otra ubicación costará más del doble y, además, el lugar donde el Gobierno quiere levantar el nuevo centro tiene menos espacio para más alumnos (7.000 metros cuadrados menos y 600 alumnos más). Más tarde, el PSN reconsideró esta postura y ahora el proyecto cuenta con el rechazo de la mayoría del Ayuntamiento y el Parlamento.
El rector afirmó ser una víctima de la «batalla política» abierta en Nafarroa. Y lanzó la amenaza de construir los centros de investigación en otra ciudad, alegando que el campus (cedido en su día por el Ayuntamiento de Iruñea y que cuenta todavía con 400.000 metros de terreno edificable) está «saturado». Según Sánchez-Tabernero, la universidad no tiene un «plan B» en caso de no conseguir los terrenos de Donapea y dice que tendría que «replantearse» todo el proyecto.
Según sus palabras, el Opus siempre ha tenido claro que dos de los centros podrían instalarse en Iruñea, pero el tercero y más importante no tiene espacio en el campus. Por ello, también barajaron instalarlo en Donostia. Es ya la segunda vez que la universidad menciona esa posibilidad para presionar a las autoridades públicas navarras.
Actualmente, el proyecto está en una fase crítica, después de que Enrique Maya (alcalde de Iruñea y trabajador de la universidad) decidiera renunciar a los derechos que el Ayuntamiento tiene sobre las parcelas. Pese a ello, Maya requiere del acuerdo del pleno para modificar las atribuciones urbanísticas y no ha sido capaz de conseguirlo. Mientras tanto, el Gobierno navarro ha iniciado un PSIS para saltarse esta aprobación plenaria y ahora la oposición parlamentaria pretende echarlo atrás con una propuesta de ley que exigirá una serie de condicionantes que el proyecto de Donapea carece. Aun con todo, el primer borrador de la ley no ha conseguido el beneplácito total del PSN, aunque hay posibilidades de entendimiento. Roberto Jiménez asegura que han preparado una enmienda para que la ley pare ese PSIS, pero no otros. La votación será el día 24.
Manifestación este viernes
En paralelo, la plataforma en defensa del centro Donapea emplazó ayer a la ciudadanía navarra a sumarse a una marcha de protesta este viernes a las 19.00 horas junto al Parlamento. «Nos oponemos al desahucio del CIP Donapea, porque no tiene ninguna necesidad de trasladarse, no responde al interés público, no beneficia en absoluto a la FP pública y subordina los intereses del sistema educativo público navarro a intereses privados». Respaldan la movilización todo el claustro del centro, así como exediles y un exalcalde de Iruñea, profesores de la UPNA, sindicatos y grupos feministas y por la igualdad sexual.
«Rechazamos los absurdos y mentirosos argumentos de UPN para desalojar y sacrificar a este centro público. Donapea tiene espacio suficiente, además de terreno público a su alrededor para crecer y futuras ampliaciones de la oferta educativa pública que se concrete en la creación de un campus de formación profesional». Asimismo, instaron al Gobierno navarro a que invierta en las instalaciones del centro, abandonadas desde hace años. El manifiesto considera que todo responde a «un capricho del Opus Dei».
Aritz Intxusta, en GARA
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