El Consistorio de Funes, en concreto su alcalde, Isidro Velasco, continúa con la mira puesta en la empresa IB Reciclaje, situada en el término municipal funesino, que desde hace meses recibe basura de Gipuzkoa. En este caso, el primer edil, con datos en la mano gracias a un informe que solicitó hace apenas un mes, afirmaba que "vamos a trabajar en cómo cerrar de forma definitiva IB Reciclaje, lo vamos a seguir intentando por todas las vías posibles aunque amenacen al alcalde".
En este sentido, Velasco aseguraba que hay dos formas de lograr que la planta deje de funcionar. "Por un lado, están incumpliendo la licencia de actividad ya que esta empresa sólo puede tratar materia orgánica de procedencia agroalimentaria y no lo están haciendo". En este sentido, el estudio refleja que, desde el mes de abril y hasta la actualidad, IB Reciclaje "ha tratado con residuos sólidos, ganaderos, agrícolas, sanitarios, industriales y forestales".
Otro dato que ha alarmado al primer edil ha sido el de las toneladas tratadas en la planta de reciclaje hasta el momento. En estos cinco meses, la firma ribera ha recibido un total de 2.430 toneladas de basura, por lo que, tal y como apuntaba el informe solicitado por el Consistorio, "la previsión es que IB trate unas 6.000 toneladas de basura al año".
En este sentido, Velasco añadía que "en abril detectamos que se estaban vertiendo lixiviados (materia altamente contaminante resultado del tratamiento de los residuos) a las parcelas comunales pero pensábamos que era culpa de las fuertes lluvias que han caído este año. Sin embargo, coincide con el mes en el que comenzó a llegar basura de Gipuzkoa, ¿coincidencia?".
Estos lixiviados, el 70% de ellos materia orgánica "con un componente muy fuerte de metal", tal y como leía Velasco en el informe, han ocasionado una gran preocupación entre los vecinos del municipio, y de hecho, varios habitantes ya se han quejado por los fuertes olores que genera la planta.
Por su parte, la empresa alegó en su día que contaba con todas las licencias pertinentes en regla para desarrollar esta actividad y que incluso gozaba de un permiso especial del Gobierno de Navarra para tratar estos residuos. El primer edil funesino, tras la reunión que mantuvo el pasado 27 de septiembre con el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, José Javier Esparza, puntualiza que "el Gobierno ni sabe ni contesta. Ellos dicen que no han otorgado ninguna licencia especial. Nosotros lo que les pedimos es que tomen medidas, tal y como hicieron en Ziordia cuando aparecieron lixiviados. Aquí tenemos el mismo problema. Hay veces que un pueblo solo no puede hacer frente a según qué problemas y esperamos que actúen".
La otra posibilidad que barajan desde el Ayuntamiento para cortar de raíz la actividad económica de esta empresa es alegar "incumplimiento en el contrato de alquiler del terreno". "A pesar de que estamos hablando de una empresa privada, la superficie sobre la que se asienta es comunal. Nosotros en su día les dijimos que siguieran con la labor que venían desempeñando hasta el momento, pero si siguen en esta línea, vamos a tomar medidas drásticas".
Por último, Velasco recordaba que, aunque la localidad pudiera beneficiarse económicamente de este acuerdo, "la seguridad sanitaria no se paga con ningún dinero". De momento, la firma, que nació en el año 1999, continúa a la espera de alguna confirmación definitiva.
María San Gil, en Diario de Noticias
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