La variante de Funes, la carretera NA-6631, que permanece cerrada desde el mes de enero debido a los daños que sufrió por las fuertes lluvias caídas en la zona, volverá a abrirse al tráfico a finales de este año, principios del que viene. En este momento, el Gobierno ya ha dado luz verde para que la empresa Excavaciones Fermín Osés SL inicie los trabajos de reparación que se alargarán durante, al menos, dos meses.
Se trata de una calzada que se inauguró a finales de mayo del año 2010 y que en estos tres años y medio de vida ha permanecido cerrada más de uno. "Esta carretera está situada en una zona muy conflictiva y va a seguir siéndolo toda la vida. Es un barranco y cuando llueve el agua baja por allí. Creo, y no sólo lo pienso yo, que es una obra muy mal hecha. En su día, tenían que haber buscado una alternativa o un sistema para que el agua no afectara a la calzada. En mi opinión, la carretera tenía que haber ido elevada", comentaba el primer edil de Funes, Isidro Velasco (PP).
Esta actuación, que contó con un presupuesto de 1.884.895 euros, se enmarcó en el conjunto de variantes que se desarrollaron en el entorno del Eje del Ebro (Milagro, Lodosa, Mendavia, Andosilla, Valtierra-Arguedas) para, tal y como afirmaban desde el Ejecutivo, "contribuir a la dinamización económica de la zona y a la creación de empleo". La obra de la carretera de Funes consistió en la construcción de un nuevo tramo de 900 metros y la mejora de 1.000 metros de vía ya existentes.
Apenas un año después de la inauguración, en el 2011, tuvo que cerrarse al tráfico durante tres semanas para reforzar una ladera que estaba cediendo y mejorar el firme de la calzada. En este caso se inyectaron unos micropilotes, una especie de tubos rellenos de hormigón, para frenar el movimiento. Sin embargo, la zona de la carretera que no se reforzó es la que ahora está hundiéndose lentamente.
En diciembre de 2012 comenzaron a producirse desprendimientos en los taludes, por lo que este enero se optó por cortar la vía. Ahora, el Ejecutivo va a invertir 117.016 euros en esta nueva mejora que pretende dar una solución a más largo plazo.
Según informó el Gobierno de Navarra, la actuación va a consistir en el fresado de las fisuras de la carretera, unos 60 metros de grietas de más de 5 centímetros de profundidad, para después extender en ellas aglomerado ofítico en capa de rodadura. Además, van a excavar para crear una escollera y está previsto volver a perforar el talud para quitar el material movido y dejar una inclinación más suave en la parte de la pendiente. También se va a mejorar el sistema de drenaje y se limpiará la tierra desprendida.
En Funes, donde muchos consideran esta carretera "un atajo" más que una variante, esperan que los trabajos cumplan los plazos establecidos. "Los más afectados por el cierre han sido los agricultores y los camioneros, ya que ahora mismo tienen que pasar por una zona muy estrecha con una curva muy cerrada en la que hay muy mala visibilidad. El hecho de que la carretera esté cortada no nos impide ir a ningún lado ya que hay otras vías alternativas, mucho más largas, pero las hay. Eso sí, cuando abran la variante notaremos un descenso importante de tráfico pesado por el centro del municipio", comentaba Velasco.
Los vecinos, muchos de ellos molestos debido al tiempo que lleva cerrada la variante, entienden que el temporal dañó otras calzadas de la zona y que esas requerían de una actuación urgente y prioritaria.
Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario