El Ayuntamiento de Funes continúa con pulso firme en su particular cruzada contra los residuos que desde Gipuzkoa llegan y se tratan en este municipio de la Ribera navarra y ha solicitado a un laboratorio independiente que realice un estudio medioambiental sobre los lixiviados que producen estos residuos.
Según informó el alcalde de la localidad, Isidro Velasco, el Ayuntamiento ha decidido encargar un estudio medioambiental en el que se examinen los lixiviados -materia altamente contaminante resultado del tratamiento de los residuos- que genera la materia orgánica procedente de Gipuzkoa. Este estudio ha sido encargado a un laboratorio independiente y Velasco confía en que para la próxima semana el Ayuntamiento disponga de un informe definitivo.
Desde que el pasado mes de mayo DIARIO DE NOTICIAS adelantase que el Consorcio de Residuos (GHK) había buscado en Funes el destino para dar salida a cientos de toneladas de materia orgánica procedente de la recogida puerta a puerta y el quinto contenedor, Velasco ha tratado por todos los medios de tener controlada la materia que llega desde Gipuzkoa, así como de frenar su llegada.
La preocupación por este asunto ha llegado hasta tal extremo que hace dos semanas, la presidenta de GHK, Ainhoa Intxaurrandieta, se desplazó hasta Funes, donde se reunió con Velasco para conversar sobre los residuos guipuzcoanos.
Según comentó Velasco, Intxaurrandieta mostró "su preocupación por que la materia que se envía estuviera bien gestionada y no diera problemas". Asimismo, tanto la presidenta del Consorcio como el primer edil funesino acordaron seguir en contacto e intercambiar información sobre la situación de estos residuos.
Sin embargo, la voluntad del Consistorio de Funes de paralizar la llegada de materia orgánica proveniente de Gipuzkoa continúa intacta. Velasco ha dejado el caso en manos de los abogados municipales y espera tener los avales jurídicos suficientes para poder ordenar que se deje de tratar esta materia.
De hecho, el pasado mes de junio Velasco ya amenazó a la planta IB Reciclaje, encargada de tratar la materia que llega desde Gipuzkoa, con retirarle la licencia de actividad si continuaba recibiendo el orgánico enviado por GHK. Y es que el alcalde esgrime que esta planta no tiene licencia para tratar residuos orgánicos urbanos. "La licencia que tiene esta empresa es exclusivamente para tratar materia orgánica de procedencia agroalimentaria, no urbana, por lo tanto, no pueden recibir esos residuos porque están incumpliendo el contrato que firmaron con el Ayuntamiento", explicaba el pasado julio Velasco.
"Aunque se trata de una empresa privada, el terreno que ocupa es propiedad del Consistorio, pertenece al comunal de Funes y, si el inquilino incumple el contrato de alquiler, ¿qué hacemos con este inquilino? Nosotros les hemos pedido que cesen esta actividad y que únicamente sigan con la labor que venían desempeñando hasta ahora, pero si continúan en esta línea, no cambian de parecer y siguen recibiendo camiones de Gipuzkoa, procederemos a su cierre definitivo", advertía el primer edil.
Desde entonces, Velasco está trabajando con el bufete de abogados que lleva los asuntos municipales para intentar encauzar este problema, con el fin de que no surjan problemas medioambientales, como ya sucedió en su día en Ziordia, adonde GHK llevaba materia orgánica hasta que el Ayuntamiento denunció olores, almacenaje de materia orgánica al aire libre y afecciones en una regata próxima a la empresa Aralur, responsable de gestionar la materia orgánica en la localidad de la Sakana.
En Funes las quejas tampoco se han hecho esperar y varios vecinos han protestado por los olores procedentes de la planta de IB Reciclaje.
Diario de Noticias
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