Los sanfermines de este año han sido marcados por la ikurriña gigante que
se colocó frente al ayuntamiento y que provocó múltiples reacciones. Todos los
años hay graves incidentes por los esfuerzos de la policía para que la bandera
tricolor no esté presente en la plaza, donde hace 35 años ondeaba de forma
oficial.
En Tafalla afortunadamente siempre ha habido mayor tolerancia y todas las
sensibilidades políticas tafallesas se han sentido más o menos representadas en
la simbología de la Plaza a la hora del cohete.
Este año también aquí se cumple el 35 aniversario de la colocación oficial
de la ikurriña, un 14 de agosto de 1977. En junio habían sido las primeras
elecciones generales, en las que, entre muchas siglas, la mayoría ya
desaparecidas, las candidaturas progresistas y que entonces defendían la unidad
vasca, habían conseguido 2.868 votos, frente a los 1.449 votos de las derechas.
El PSOE, con 1.445 votos, había sido el partido más votado.
El 8 de agosto el ayuntamiento tafallés, presidido por Manuel Navascués,
trató las diferentes instancias que le han llegado en relación con la ikurriña.
Los representantes partidos políticos y agrupaciones electorales que habían
sido mayoría en las pasadas elecciones (Ernesto Vélez, El Chato, por el PSOE; Justo Sancho por el PCE; Joseba Koldo Martín-Cereceda
por el PNV; Teresa Monreal por UNAI; Juan José Irigaray por EGG; Jesús Antonio
Zufiaurre por el Partido Carlista-EKA; José Javier Baztán por ESEI: Luis
Arriaga por ORT; Luis Angel Goñi por el MCE y Pablo S. Ibáñez por el FDI)
solicitan que se coloque de forma oficial. También lo hacen las centrales
sindicales CCOO, UGT y SU; las tres peñas tafallesas; diversas entidades
locales y 1.408 firmas de vecinos. La UCD, el partido en el Gobierno, no está
de acuerdo y pide que se haga una votación secreta para que los navarros se
pronuncien. Un grupo de 184 vecinos pide también que sólo se coloquen “las banderas tradicionales”. El alcalde,
Manuel Navascués, sometido a grandes presiones, hace una propuesta a la
Corporación para colocar las cuatro banderas en los días oficiales, hasta que
el próximo ayuntamiento, sea elegido, y así se aprueba.
El 14 de agosto, tras tirarse el cohete, todo el mundo se queda expectante.
En la plaza, tensión y una gran emoción. Las cuatro enormes banderas, de
Tafalla, de Navarra, de España y de Euskal Herria son desplegadas una a una. Cuando
el concejal Valentín Cabrero, hijo de fusilado, desplegó por vez primera la
bandera tricolor, hubo una gran demostración de júbilo, represado por los 40
años de franquismo anterior. En contra de los que auguraban unas fiestas tensas
debido a la politización del ambiente, estas se desarrollaron con gran ambiente
y normalidad.
Durante cinco años la ikurriña se siguió colocando de forma oficial en
nuestra Casa Consistorial, hasta que la política tomó otros derroteros. Luego,
de una manera u otra, nunca ha faltado en nuestro cohete. Por suerte, en
Tafalla siempre se ha valorado más el pragmatismo de alcaldes como Manuel
Navascués, que el andar a palos (o subidos por los tejados) como en Iruñea.
Martín Parrondo, en La Voz de la Merindad
No hay comentarios:
Publicar un comentario