En estos últimos días hemos podido conocer, a través de distintos medios de comunicación, la situación de nuestro amigo y compañero Moses Atheme (Moi, para todos sus allegados). Es la historia de un chico nigeriano humilde con ocho hermanos que, como tantos otros, llegó hace ya seis años a las costas de nuestro país, jugándose la vida para encontrar un futuro mejor para él y para todos los suyos. Al poco tiempo recaló en Navarra, donde tenía una prima carnal que le acogió en su domicilio y que le ha ayudado durante todo este tiempo. Lleva empadronado en Barañáin con ella más de cinco años. Su llegada coincidió con el inicio de la crisis y ello, sin duda, ha dificultado su intención de encontrar un trabajo para regularizar su situación lo antes posible. Les piden, entre otras cosas, un contrato de un año y todos sabemos que, hoy en día, eso es imposible para un extranjero.
Sus dotes para el fútbol le llevaron hasta Artajona, donde fichó por el Artajonés, club en el que ha permanecido cinco años. Este año conseguimos el ascenso a Tercera División y él consiguió el gol que nos dio el ascenso e hizo un partido increíble, aun sabiendo que dicho ascenso podía ocasionarle problemas. Para jugar en Tercera, es imprescindible disponer de papeles en regla. Él lo sabía, los demás lo descubrimos entonces. Nos pusimos manos a la obra para intentar arreglar todo. Conseguimos lo más difícil, una oferta de trabajo, modesta, pero de un año; lo imprescindible. Recopilamos el resto de documentación y tan solo faltaba el certificado de penales. Este certificado la embajada solo lo realiza una vez al año: lo envía en septiembre y vuelve en noviembre-diciembre. La Liga empieza en agosto y la oferta de trabajo no podía esperar tanto. Moses conoció en Pamplona a un compatriota que tenía que viajar a Nigeria y se ofreció a tramitar dicho certificado. Así lo hicimos y, a los 15 o 20 días, Moses lo recibió por correo. Para nosotros (no entendidos) era igual que el anterior que tramitamos hace dos años y que estaba caducado. Nunca podíamos imaginar que era falso.
El 24 de julio fuimos a presentar toda la documentación y allí mismo fue detenido, esposado y llevado como un criminal a comisaría, sin que pudiéramos hacer nada. Esa fue la última vez que lo vimos. Al día siguiente una juez decretó su orden de expulsión y su internamiento en un centro de Madrid a la espera de la misma.
Hay que dejar claro que no le expulsan por el documento falso. Por ese tema quedó en libertad con cargos (pendiente de un juicio). Le expulsan por no tener papeles, concretamente por falta de arraigo, dice la sentencia. ¿Qué es el arraigo? Me pregunto… Para mí, estar empadronado durante cinco años con su prima en Barañáin y tener un informe favorable de la técnico del Ayuntamiento de esta localidad es arraigo. Y jugar durante cinco años en el equipo de un pueblo que le quiere como un habitante más es arraigo. Durante seis años y a pesar de no tener trabajo, nunca ha delinquido. Ni una manzana ha robado. Todos le hemos ayudado: compañeros, entrenadores, directivos, aficionados... Todos. No ha pasado hambre. Para mí, arraigo es eso: que un compañero que lleva 20 euros le dé 10 para que coma esa semana, que entre todos le ayudemos a pagar la habitación, que un aficionado le dé 50 euros por cada gol que meta, que un directivo se lo lleve a su casa unos meses teniendo tres hijos pequeños cuando no pudo seguir compartiendo piso, que los niños de Artajona coreen su nombre en el campo… ¿No es todo esto arraigo? Pues todo eso ha pasado y queremos que siga pasando con Moi. En nombre de toda la familia del Artajonés, del fútbol navarro y me atrevo a decir que del pueblo de Artajona, solicitamos a la Delegación del Gobierno en Navarra que revoque dicha orden de expulsión. Está en su mano. Puede hacerlo. Hay varios precedentes en varias provincias, no pueden decir que no está en manos de la Delegación. Sí lo está. Les aseguramos que harán felices a miles de personas y le darán una oportunidad a una persona buena que no ha tenido suerte en la vida… Gracias por anticipado. Entre todos podemos conseguirlo.
Alejandro Gastaminza, entrenador del C.A. Artajonés
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