Pocas lecturas se pueden sacar de un partido, pero Peña Sport y Bilbao Athletic parecen haber empezado la temporada con la misma tónica con la que transcurrió la anterior. Buena imagen y derrota para los navarros, capacidad y eficacia para el filial rojiblanco. Y victoria para los segundos, claro, que vuelven a situarse en la parte noble de la clasificación, de la que no se movieron todo el curso pasado.
Lo cierto es que el derbi de San Francisco bien pudo acabar en tablas. Y quizá habría sido lo más justo, porque los locales fueron superiores en el primer tiempo y los vizcainos en el segundo. Pero al final solo cuentan los goles y allí desniveló el Bilbao Athletic la balanza.
Hasta el descanso lo había hecho, para el equipo del debutante Iñaki Sádaba, un gol de Toni Rodrigo, que aprovechaba un error de los centrales visitantes para anotar desde muy cerca a las primeras de cambio. Merino respondía con un cabezazo que se fue fuera por poco, señal de que el Bilbao Athletic quería reaccionar. Pero lo que estuvo a punto de llegar fue el segundo tanto de la Peña con un remate de Igotz Garde tras un servicio desde la esquina, o en un posterior intento de Castán.
El arranque de la reanudación fue de locura, con tres goles en apenas diez minutos. Empataba primero el Bilbao Athletic, en un lanzamiento de falta de Ager Aketxe que tuvo la colaboración de la barrera. Al contragolpe llegaba el segundo tanto rojiblanco, ejecutado por Guillermo. Pero la escuadra navarra no estaba dispuesta a dejar escapar los puntos y, casi de inmediato, empataba con un golazo de Garde.
El partido se puso precioso, con idas y venidas en las dos áreas, pero el gato al agua se lo llevaron los visitantes, de nuevo con la firma de Guillermo, que después supieron mantener su ventaja, aunque en los compases finales fue la madera la que evitó el empate.
GARA
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