En Europa parecemos estar bastante ciegos ante esta realidad tan simple. Pregunten a cualquier árabe, sea cual sea su ideología o creencia, lo que opina sobre una posible intervención de EEUU o de la Otan en Libia.
En el año 2003 Estados Unidos invadió un país, Irak, para evitar que tuviesen unas armas que después se demostró que no existían. Ante la magnitud de la mentira, después nos dijeron que se trataba de eliminar a un tirano. Para ello, se habían enviado tropas a una guerra que duró al menos siete años.
Un robusto estudio de la revista médica The Lancetmuestra que los muertos provocados por la invasión fueron más de 650.000. Otros estudios posteriores hablan de cifras superiores a un millón de muertos. La inmensa mayoría de ellos, civiles.
El resultado de todo ello ha sido un país dividido, más violento que antes, y con un gobierno tremendamente corrupto; los cambios más reseñables han sido los cambios en la gestión de la producción de petróleo, y la construcción de gigantescas bases-ciudades militares estadounidenses en el país.
Los últimos días hemos podido ver a EEUU dirigiendo buques de guerra hacia las costas de Libia. Ha comenzado el debate sobre si debe intervenirse militarmente en el país; mientras tanto, los propios rebeldes han pedido que no haya ninguna intervención extranjera.
Hoy, nadie, ni a la derecha ni a la izquierda, quiere que Gadafi siga gobernando en Libia. Pero cuando nos dicen que la única solución posible para evitar una guerra civil en Libia es enviar tropas de la Otan, o directamente un ataque de EEUU y el Reino Unido, ¿alguien en su sano juicio puede aprobar eso?
Estados Unidos no ha demostrado ser un gran paladín de la democracia en Oriente Medio, donde sigue apoyando sin inmutarse feroces dictaduras como Arabia Saudí o los Emiratos Arabes. Es obvio que no va a invadir un país para llevar la democracia, sino sus propios intereses. ¿Y alguien piensa que a Estados Unidos puede convenirle una guerra breve en Libia, con un resultado final de elecciones libres? Más bien, desgraciadamente, parece interesarle generar caos en una zona del mundo donde en los últimos meses ha empezado un interesante proceso democrático que puede disminuir su influencia en la región. Libia es un lugar perfecto para una guerra, quizá también de siete años.
No es buen momento para ser libio con la que está cayendo estos días, pero si entran tropas de la Otan en el país, lo más sensato sería hacer las maletas.
Borja Aguirre
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