Habrá polo soberanista de izquierdas el 22-M. Lo habrá en el conjunto de Euskadi, pero en el caso concreto de Álava, el territorio vasco donde el soberanismo carece de la primacía que posee en Vizcaya y Guipúzcoa, la escenificación tendrá todavía mucha más fuerza. Según explicaron a El Correo fuentes de toda solvencia, Eusko Alkartasuna concurrirá a los próximos comicios forales y municipales junto a Araba Bai -la marca ya registrada en el Ministerio del Interior y compuesta por exmilitantes de Aralar- y Alternatiba. Falta por decidir si irán bajo el paraguas de una nueva denominación o por el contrario mantendrán su DNI realizando una simple suma de siglas.
Pero la unión de fuerzas no se quedará aquí. Sus organizadores están a la espera de conocer si Sortu, la marca registrada por la izquierda abertzale tradicional, la extinta Batasuna, pasa el corte de los tribunales para poder unirse a la coalición. De no conseguirlo, un escenario sobre el que reina la incertidumbre, la decisión es incluir a personas de Sortu en condición de independientes; gente, eso sí, 'limpia', sin antecedentes de ningún tipo que puedan echar por tierra el nuevo horizonte dibujado.
El partido, explican estas mismas fuentes, se jugará en varios terrenos. Por un lado, en lo referido a la entente con Araba Bai, la disputa sólo afectará a varios ayuntamientos, no a todos. De momento, ya hay cuatro confirmados y no menores: Amurrio, Legutiano, Okondo -estos tres estarán liderados por gente de EA- y Asparrena, a cuya Alcaldía volverá a concurrir Diego Gastañares, ex de Aralar. No obstante, es muy posible que está alianza también fructifique en Llodio, Artzniega, Alegría y Zalduondo.
En lo referido a las Juntas Generales, la coalición será la misma que la formada en el resto de territorios, es decir, con Alternatiba -su representación en Álava se reduce a Vitoria y es casi testimonial- y con los integrantes de la izquierda abertzale tradicional, ya sea con Sortu o a título individual. Las expectativas del llamado polo soberanista a menos de tres meses para la cita con las urnas están marcadas por el optimismo, según consta en los muchos sondeos que circulan desde hace semanas por los mentideros alaveses de la cosa pública. Podrían llegar a tener hasta ocho procuradores (de un total de 51), cifra nada desdeñable a tenor de la composición actual -EA, dos, y la ilegalizada ANV, cuatro-.
Su participación se antoja vital para el futuro del PNV en caso de lograr una exigua victoria. El apoyo de la embrionaria coalición a Xabier Agirre es más que improbable. Y no sólo por lo sucedido en la presente legislatura -cese de los dos diputados de EA-, también por el cruce de declaraciones protagonizado en las últimas semanas. A saber: «El mejor servicio que EA puede hacer a la sociedad es disolverse», aseguró hace menos de un mes el diputado general. Por ello y para evitar una fragmentación nacionalista suicida para sus intereses, el PNV pretender cerrar en cuestión de días un acuerdo con Hamaikabat para concurrir en coalición.
¿Y Aralar? Ha decidido acudir solo para erigirse en la gran alternativa soberanista de izquierdas a la espera de confirmar los buenos resultados cosechados por el partido en las últimas autonómicas. En las pasadas elecciones forales, en 2007, acudieron junto a Ezker Batua, pero en 2011, irán a pecho descubierto para medir su verdadera fuerza en el territorio.
El Correo
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