Es la salsa del fútbol. Y también la única manera de que los puntos lleguen de tres en tres. Sin goles no hay victorias y sin victorias no hay objetivo que se cumpla. Por eso los delanteros son los futbolistas más cotizados. Y por eso la Peña Sport ha visto cómo el cómodo colchón sobre el que descansaba hace un puñado de jornadas se ha reducido considerablemente.
Pero no tanto como para que se noten los muelles. La renta sobre el descenso permite respirar y, lo que es más importante, «el equipo sigue haciendo un buen trabajo, no está siendo tan diferente a la racha anterior, cuando sí acompañaban los resultados», asegura Sergio Amatriain. Y es que la Peña Sport es un equipo de rachas. Empezó bien esta temporada de su regreso a la categoría, sufrió después un bache en el que apenas pudo sumar un punto en cuatro jornadas, remontó de nuevo el vuelo y ha vuelto a desinflarse ahora, repitiendo ese bagaje de un punto sobre doce.
Altibajos que pueden interpretarse de muchas maneras, pero que al menos ofrecen una referencia a la que aferrarse cuando las cosas van peor. «Tanto en esa fase de la primera vuelta como ahora, después de las tres derrotas yo les dije a los jugadores que era optimista, moderadamente, pero optimista -recuerda Amatriain-. Porque yo percibo que el equipo es bastante estable en cuanto a juego, motivación, agresividad... Todo eso no se ha perdido, de la misma manera que sé que con la mentalidad que tienen los jugadores, no van a bajar los brazos por mucho que se prolongue la sequía de resultados. Lo que pasa es que esta categoría es tan ajustadita, que ciertos detalles decantan los resultados, pero el equipo no está dando señales de alarma, la línea es bastante similar a cuando los resultados han acompañado», insiste el técnico, convencido de que se puede confiar en la Peña Sport.
«Desde luego. Estamos en un momento complicado, con un punto en cuatro partidos, y es lógico que toque hablar de eso. Pero terminar la primera vuelta con 22 puntos en un año de ascenso, con las dificultades que hemos tenido los años que hemos ascendido... -recuerda-. Hace dos años, el punto 17 lo conseguimos en la última jornada de la primera vuelta. Este año estamos mejor en ese apartado y en el de juego, ni te cuento. Es un equipo mucho más maduro, con más poso, más experiencia...». Algo que se nota en cada partido, «más allá del marcador. Este equipo no tiene nada que ver con temporadas anteriores -insiste-. Hemos ganado partidos con cierta solvencia, otros los hemos empatado mereciendo ganar... Se disputa de tú a tú. Siempre hay errores, defectos a corregir, pero es un equipo mejor en todas las líneas y eso siempre da cierta tranquilidad».
Y más que dará cuando los tafalleses superen su asignatura pendiente, la falta de gol. 318 minutos de sequía habían transcurrido desde que Eneko Romo anotara el 2-0 frente a la SD Logroñés el pasado 9 de diciembre -su última victoria- hasta que Yoel marcó para salvar un punto el domingo frente al Lleida.
«Evidentemente, la falta de acierto en los últimos metros es lo que nos está lastrando en estas jornadas. Pero yo destacaría que el equipo sigue creando ocasiones, me preocuparía muchísimo más que no fuésemos capaces de hacerlo. Estoy tranquilo porque sé que los goles llegarán, aunque ahora mismo es verdad que nos está pasando factura». Y aunque la puntería tiene que ver en muchas ocasiones con estados de ánimo, rachas y otra cuestiones no especialmente sencillas de analizar, Amatriain aplica la única receta en sus manos, «trabajar».
Porque, a fin de cuentas, «la definición también es un aspecto a trabajar. Practicando, enfatizando que no hay que buscar tanto la contundencia en los últimos metros como la precisión, trabajando el disparo a puerta. Evidentemente luego hay muchísimos condicionantes, pero nosotros tenemos que hacer lo que está en nuestra mano, trabajar y crear ocasiones, que ya lo hacemos. Y así llegarán», subraya sin ninguna duda.
Casi por Laborda
Será con algún protagonista diferente, porque el mercado de invierno ha traído movimiento a la Peña. Involuntario, porque la marcha de Gorka Laborda al Alavés no ha sido algo precisamente buscado por el club tafallés, pero no ha quedado otra que resignarse y buscar soluciones. En este caso la llegada de Casi, cedido por Osasuna hasta final de temporada.
Amatriain no quiere entrar en las formas con las que Laborda ha cambiado de aires -aunque es público y notorio que la operación no ha sentado nada bien en la entidad navarra-, pero sí admite que deportivamente «ha sido un palo. Tampoco le quiero dar muchas vueltas, porque ya está hecho y lo que queremos es revertir la situación y buscar alternativas. Pero era un jugador muy importante. Más allá de los goles que haya marcado, era lo que aportaba al equipo, fijando a los centrales, guardando el balón... Hacía cosas muy importantes para nosotros. Pero ahora hay que olvidarlo y trabajar los que estamos, que creo que tienen calidad suficiente para hacer una buena temporada. Al menos yo tengo plena confianza en todos los jugadores».
Entre los que se encuentra -ya debutó frente al Lleida- José Ruiz Cutillas «Casi». Un futbollista «diferente a Laborda, más dinámico, más potente en carrera y menos de área. Tenemos que adaptarnos a eso, procurar que tenga espacios para correr... Ayudarle a explotar sus posibilidades para el bien del equipo».
Y, si llega alguien más, «bienvenido será, aunque lo veo complicado, porque nosotros tenemos muy pocos recursos. Y para traer a alguien que no mejore lo que tenemos... Si no llega nadie no pasará nada, mi confianza en la plantilla es absoluta. Estoy seguro de que lo haremos bien», insiste el técnico.
Amaia U. Lasagabaster, en GARA
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