sábado, 26 de enero de 2013

"LA RECONCILIACIÓN HA DE ASENTARSE SOBRE TODA LA VERDAD DE TODO LO OCURRIDO"


"...La mayor virtud de este ciclo de cine y teatro es la unanimidad que hemos conseguido a la hora de organizarlo. Nos hemos reunido personas y partidos políticos de muy diversa cultura y hemos sido capaces entre todos y todas de organizar el ciclo. Estamos todos: Bildu, PSE-EE, EAJ-PNV, PP y EAN-IU. Alguien dirá que es un acto sencillo, ya que en última instancia estamos hablando de un ciclo de cine y teatro. Y es así, pero en su sencillez es una gran iniciativa, ya que hace varios años, o dicho más claramente, hace unos pocos meses, hubiese sido imposible. Pero, las cosas no suceden por casualidad. Para llegar a ese término hay que trabajar la confianza y dialogar muchísimo. Y, especialmente, hay que aprender a escuchar al que tenemos enfrente y ponerse en su lugar. Hay que aprender a empatizar. Tenemos que dejar de ser adversarios en la construcción de la paz para convertirnos en compañeros y compañeras de ese camino. Porque aquí no sobra nadie, y porque o lo hacemos entre todas y todos, o será imposible construir una sociedad con una paz permanente y duradera..."

"....todos y todas aquí estamos llenos de miedos. Miedo a ponerse en el lugar del otro, porque quizás así cuestionemos alguna de nuestras certezas o percepciones. Miedo a escuchar el sufrimiento del otro o la otra, porque quizás nos demos cuenta de nuestra lejanía en el pasado sobre ese sufrimiento. Y miedo a dar pasos, aunque sean simbólicos, para generar condiciones para avanzar en la construcción de la paz, porque esperamos eternamente los pasos de los demás para dar los propios. Porque la paz no se construye sobre una ecuación política del tira y afloja, sino sobre los espacios de confianza, de entender de que todos tenemos para ganar...."

"...La paz solamente se puede construir en el más absoluto respeto de los derechos humanos, en el respeto de todos los derechos hacia todas las personas. Ese es el primer escenario imprescindible, ya que sin ello es imposible la reconciliación. Y en ese sentido, tenemos que resolver situaciones que son emergentes. Por una lado, la situación de los presos y presas vascas y el respeto de todos sus derechos. Es urgente que se liberen los presos y presas que están enfermos, desactivar lo que conocemos por la Doctrina Parot, liberar los que hayan cumplido tres cuartas partes de la condena, y que todos los presos y presas sean trasladadas a cárceles cercanas a Euskal Herria. Y, por otra parte, deben de interrumpirse los juicios que están pendiente de pertenencia a alguna organización política...."
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"....Se que quizás para algunos resulta difícil oír hablar del reconocimiento de los derechos de los presos, especialmente para las víctimas de ETA. Entendible, en todo caso, porque solo ellas pueden saber el dolor y el sufrimiento que llevan dentro. Pero, y lo digo de todo corazón y con el respeto más absoluto hacia las víctimas, si queremos construir una paz duradera y permanente, se habrán de dar pasos firmes en la citada dirección, siendo el respeto de los derechos de presos y familiares parte del recorrido...."

La reconciliación ha de asentarse sobre toda la verdad de todo lo ocurrido, sin límites; se ha de asentar sobre la reparación de las victimas de vulneraciones de derechos humanos y sobre su memoria, porque de ninguna manera podemos dejar que queden en el olvido; y ha de perseguir la justicia transicional, una justicia orientada hacia la conquista de la paz.  Es necesario escuchar, empatizar y aprender a convivir. No podemos ser insensibles con el sufrimiento ajeno."

"...Quiero superar mis miedos y mostrar mi más sincero acercamiento a todas aquellas personas que han sufrido las consecuencias de la violencia en este país. Y cuando digo a todas, me refiero a todas: a aquellas que han sido cercanas a mí por las circunstancias personales y políticas de mi vida; y a aquellas, que durante mucho tiempo he sentido y considerado como “los otros”, pero a las que es imprescindible acercarse sin prejuicios..."

"....Soy consciente de que, por mucho que pretenda imaginarme la situación, nunca llegaré a vivir ni a dimensionarla lo suficiente. Se que el daño generado es irreversible. Por eso, asumo mi responsabilidad actual y haré todo lo que esté en mis manos para que ese sufrimiento nos involucre y comprometa a todos, al conjunto de la sociedad, con la mirada puesta en la superación de las causas y efectos del mismo. Para conseguirlo, no podemos dejar olvidar lo ocurrido en este país"

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