El grupo de Teatro de Miranda de Arga, representó tres divertidos monólogos en la Casa de Cultura, el lunes 13 de diciembre, como final de las actividades programadas en torno al Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres. Salomé Ibáñez, Nieves Sesma y Mari Jaurrieta, se convirtieron en el escenario en tres mujeres cargadas de humor e ironía. Sal y pimienta fueron los ingredientes fundamentales de "El condimento".
Las actrices de Miranda de Arga conectaron con el público desde sus sarcásticos y tiernos personajes, llenos de matices y guiños hacia los roles universales que se aplican a las mujeres por el mero hecho de serlo.
Salomé Ibáñez se confesó ante un hipotético cura de haber abandonado a su familia queriendo recuperar a su hijo, pero sobre todo de no tener ninguna gana de regresar al hogar después de haber experimentado la libertad. “La madre pasota” se viste de hippy, participa en manifestaciones callejeras, se enfrenta a la policía y vive en una comuna…; un cambio de tercio en su vida de ama de casa convencional que hace difícil el retorno a lo establecido.
Nieves Sesma encarna a Dorita, una mujer que sospecha de su marido e intenta mediante argucias gastronómicas recuperarlo para el amor, la ternura y el sexo placentero. Su lenguaje es imprevisible, con frases construidas en una trama de finísima ironía, en ocasiones esperpéntico. “Rellenar, cebar, trufar”, son los principios que rigen su estrategia culinaria y mientras de “cada almuerzo hace un festín” solicita el cariño a su hombre: “Anda, enaltéceme un poco. Llámame huesito de melocotón…”. Pero Dorita es muy lista y sabe que sin “ellos tampoco nos morimos”. Además, alguien que no es su consorte le echa los tejos y…
Mari Jaurrieta representa El despertar, texto de Darío Fo con un ritmo trepidante de enredos entre la llave, la atención al hijo pequeño, la hora temprana de salir al trabajo; el caos cotidiano de una mujer que debe abandonar la casa al punto de la mañana y atender después todas las necesidades familiares. La crianza, las tareas domésticas -lavar, planchar, cocinar…-generan un estrés tan acusado en la protagonista que no sabe dónde tiene la llave o se deja al chiquillo en un armario. Es tanto su agobio existencial que se levanta el domingo con la misma rutina que el resto de días laborables, invocando a los cielos, cuando percibe su error, para que todos los días se conviertan en DOMINGO.
El acto estuvo organizado por la concejalía de Igualdad del Ayuntamiento. El público que llenó el salón de Cultura aplaudió el trabajo de las actrices de El condimento, y con más fuerza y complicidad, cuando en algún momento, se extravió momentáneamente el personaje o el texto se quedó enganchado en la lengua o en los entresijos de la memoria. Desde los asientos se sabe que interpretar es tarea difícil y se reconoció el mérito de las mujeres de Miranda de Arga, que eligieron bien los textos y presentaron un trabajo digno que además de hacer reír, invita a la reflexión.
¡Felicitaciones y ánimo para seguir adelante!
tafalla.es
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