Como expresidente de Mairaga y mencionado como tal al respecto, quisiera hacer constar una pequeña serie de cuestiones.
Comprendo el malestar de la presidenta ante las cartas recibidas contra su gestión: yo mismo recibí un anónimo y lo denuncié. Entonces dijeron que era “crítica política”; más lo serán ahora que están firmadas.
No quiero rebatir las desinformaciones que se han dicho de la anterior legislatura pues, así mismo, las tomo como crítica política y, además, soy de la opinión de que cuando se accede a un cargo público hay que trabajar con los mimbres que tienes sin mirar continuamente atrás. Pero, a pesar de todo, no puedo resistirme a comentar, al menos, dos aspectos:
· Efectivamente, varias veces la Asamblea de Mairaga echó atrás propuestas mías (un presupuesto con tasas más ajustadas para no crear un superávit excesivo, una plantilla orgánica con estructura fija de gerente y secretario para tecnificar más la gestión, etc.) por lo que queda demostrado que el presidente proponía y la Asamblea disponía. Es decir, que el resto de propuestas (compra de locales, gestión de personal, contratación de un Asesor Jurídico, presupuestos aprobados, etc.) fue también la Asamblea quien creyó conveniente respaldar y sacar adelante. No se puede decir que un presidente hace lo que quiere y en la línea siguiente exponer los casos que no pudo aprobar. Efectivamente, fue una legislatura muy difícil (siempre lo es cuando perteneces a partidos minoritarios) pero también fue un reto ilusionante que llevó al crecimiento de la mancomunidad.
· En cuanto al tema de los locales para la nueva sede: se recogió la sugerencia de una técnica del Ayuntamiento de Tafalla, se trabajó y, con los informes económicos y legales favorables, se propuso a la Asamblea, que la aprobó por unanimidad. Un cambio de normativa echó atrás el proyecto y, por fin, después de muchas correcciones, NAMAINSA emitió informe favorable al expediente de actividad clasificada; informe registrado en el Ayuntamiento de Tafalla con fecha 14 de abril de 2008. El hacer o no las nuevas oficinas compete ahora a la actual Asamblea y sigue siendo soberana para tomar la decisión que estime oportuna.
Asumo los errores que pude cometer, reconozco que los aciertos lo fueron gracias al respaldo de la Asamblea y creo que, en estos momentos, es preferible discutir con información en la propia Asamblea y, sobre todo, dedicarse a lo que los ciudadanos se merecen y piden: trabajar por Mairaga.
Para terminar, dejar claro que no quiero entrar en polémicas: ya no tengo ningún cargo público y mis prioridades son ahora mi familia, mi trabajo y mi dedicación al mundo de la discapacidad intelectual (aunque, por supuesto, todavía me queda tiempo para tomar alguna iniciativa) pero creo que debía estas explicaciones a mis amigos y a toda la gente que siempre me ha apoyado como político y como persona.
Javier Ibáñez Iborra, DNI 15.847.124
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