La Policía antidisturbios comenzó este martes a detener a los inmigrantes que se refugian en el campamento conocido como 'la jungla', situado en la ciudad francesa de Calais (oeste), donde estos inmigrantes se congregan para intentar alcanzar Reino Unido.
Decenas de trabajadores de organizaciones humanitarias formaron una valla humana ante cerca de 100 inmigrantes que portaban pancartas con el lema 'la jungla es nuestra', aunque la Policía rodeó a la multitud, arrestó a los inmigrantes y los cargó en los autobuses.
El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, tuvo que salir en defensa de esta operación que fue anunciada la semana pasada y que ha sido fuertemente criticada por las organizaciones humanitarias, que afirman que esta medida no hará nada por mejorar el problema de la inmigración ilegal.
"Queremos desmantelar este campamento, que es una base para los traficantes de personas", declaró a la radio RTL podo después de que comenzara la operación. "Hay traficantes que hacen que esta pobre gente pague un precio extremadamente alto por un billete hacia Inglaterra", añadió Besson. "Esto no es un campamento humanitario, es una base para los traficantes de personas", aseguró.
Muchos de los inmigrantes comenzaron a llorar y gritar cuando fueron arrestados y llevados fuera de estos asentamientos. Las organizaciones humanitarias indicaron que hace unas pocas semanas, entre 700 y 800 personas estaban en la zona, de un total de 1.500 inmigrantes que se albergaban aquí el pasado mes de abril -mes en el que se anunció la medida-, el lunes el número había descendido hasta las 250 personas y, al parecer, más inmigrantes abandonaron la zona antes de este martes.'
La jungla' de Calais surgió después de que Francia cerrara en 2002 un gran centro de la Cruz Roja en la ciudad de Sangatte debido a la presión de Reino Unido, que veía el centro como un imán para los inmigrantes clandestinos. Los grupos humanitarios afirman que el cierre de los asentamientos sólo hará que los inmigrantes ilegales se muevan a otros lugares de la zona.
Según la televisión francesa N24, la Policía antidisturbios ha arrestado a todos los refugiados y los ha llevado hasta los autobuses. "A los periodistas nos dijeron que abandonáramos el lugar, y pudimos ver cómo los inmigrantes eran arrestados", afirma uno de sus periodistas.
"La mayor parte fue arrestada en espacio de 20 minutos, en unas escenas violentas. Los inmigrantes habían sido protegidos por un cordón de voluntarios de ONG, y la Policía los sacó, e intentó separar a los menores de 18 años de los adultos", añadió. Los responsables de la ciudad de Calais apoyan la operación policial, alegando que la situación es insostenible y denunciando un aumento en los delitos contra los residentes.
Miles de inmigrantes varones, de Afganistán, Irak y otros países problemáticos, se han dirigido a Calais en la última década, pero de los cerca de 700 inmigrantes, principalmente afganos pashtunes, "la mayor parte lo han abandonado para dirigirse hacia Reino Unido, Bélgica, Holanda o Noruega, los otros se han trasladado a campamentos más pequeños en la región de Calais", afirma un miembro de la ONG francesa Terre d'Errance, Thomas Suel. Las ONG afirman que esta medida hará aún más vulnerables a los inmigrantes.
Publicado por UCNR
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