Estos días se ha cumplido cien años de la muerte en Barcelona de Juan Iturralde y Suit. Prolífico escritor y artista, este pamplonés fue uno de los grandes valedores que tuvo la historia y la lengua vascas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Uno de sus estudios fue la “Memoria sobre las ruinas del Palacio de Olite”, gracias al cual se restauró el castillo de nuestra ciudad.Juan Iturralde y Suit fue escritor, concejal del ayuntamiento de Pamplona, defensor del euskera, de la historia y la identidad de Navarra y miembro tanto de la Real Academia de Historia como de la de Bellas Artes de San Fernando... A pesar de todo ello, a muchos, Iturralde y Suit sólo les suena actualmente como el nombre de una conocida calle pamplonesa.Iturralde y Suit nació en Pamplona el 26 de octubre de 1840. Tras superar con holgura el bachillerato comenzó la carrera de ingeniero, de la que le apartaron ciertas dolencias cardiacas. Su delicada salud motivó que su padre, según apunta Arturo Campión en una extensa semblanza escrita a raíz de su muerte, decidiera enviarlo a Burdeos a estudiar Comercio, ya que se trataba de una formación más relajada. Tras finalizar con honores los citados estudios regresó a Pamplona, donde permaneció por un corto periodo de tiempo ya que, de nuevo con la connivencia de su padre, que le proporcionó una letra abierta por su buen comportamiento, marchó a París para formarse en dibujo y pintura en el estudio de un afamado pintor de la capital francesa. En esta ciudad entró en contacto con el romanticismo, que marcaría su manera de afrontar las actividades culturales que desarrolló posteriormente. Si algo marcó a Iturralde y Suit en el regreso a su tierra fue encontrarse con una Navarra en la que el euskera iba retrocediendo a marchas forzadas, al igual que la capacidad de decisión de las instituciones forales. Esta situación le llevó a liderar una corriente de pensamiento que reivindicaba la independencia del Viejo Reino así como la defensa de su lengua, el euskera. Durante las siguientes décadas, Iturralde y Suit centró su trabajo en la investigación histórica, en la arqueología (fue pionero en la excavación de monumentos megalíticos en Navarra) y en la política local, desarrollada principalmente en el Ayuntamiento de Pamplona (llego a formar parte de una candidatura de euskaros que logró 8 de los 12 concejales del Consistorio). En 1908, alejado de la capital foral por motivos de salud decidió emprender un último viaje al castillo de Amaiur con la intención de "ver que es lo que se podía hacer allí para recordar a las generaciones futuras el espíritu indomable de Navarra y nuestro deber de conservarlo". Desgraciadamente no llegó y, posteriormente, falleció en Barcelona.En 1990, la editorial Mintzoa publicó dos volúmenes, con un extenso prólogo de Arturo Campion, que recoge gran parte de la obra de Iturralde y Suit, centrándose en las tradiciones y leyendas.
Fernando G. Garayoa (Diario de Noticias)
sábado, 5 de septiembre de 2009
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