RUEDA DE PRENSA PARA DENUNCIAR EL JUICIO DEL 17 DE SEPTIEMBRE

AHORA, COMO EN MARZO, ESTA SENTADA NOS HACE AVANZAR

Hoy, en esta rueda de prensa, participamos miembros de Iruñerria Piztera Goaz. Al igual que en el pasado mes de marzo, están con nosotras personas de diferentes colectivos que han utilizado ?la sentada? y la desobediencia civil como un instrumento de lucha. En marzo, estuvieron sentados en esta misma mesa, con nosotras, vecinos del Valle de Aranguren que participaron en la oposición al vertedero durante la década de los 80, representantes del movimiento de la insumisión, miembros de Solidarias con Itoitz, mujeres de la Comisión 8 de marzo y despedidos de Koxka.

Hoy ellas también nos acompañan, pero sentadas junto a nosotras están representantes de otros grupos o colectivos que igualmente utilizaron la desobediencia y la sentada como instrumento de lucha. En este caso tenemos a trabajadores de Motor Ibérica, vecinas de la Asociación Vecinal de San Jorge, madres de las ikastolas municipales, integrantes de Ubarmin y personas implicadas y absueltas en el sumario 18/98. Además de todas estas personas, al igual que en marzo, también estamos acompañadas por representantes de diferentes organismos políticos y sociales de Iruñea.

Como recordaréis, nuestra cita de hace cinco meses tenía el propósito de dar voz al juicio al que se enfrentaban 12 personas y en el que se les pedían penas de cárcel por una sentada pacífica que cortó el tráfico. Juicio que tenía fecha para el 26 de marzo, pero que finalmente se ha retrasado al 17 de septiembre próximo.

Por recordar nuestro origen, a raíz del desalojo del gaztetxe Euskal Jai nació en la cuenca de Pamplona un movimiento que reivindica espacios autogestionado, y es, en este contexto, donde surge la iniciativa ?Iruñerria piztera goaz!?.

El 16 de mayo de 2007, alrededor de cincuenta personas participamos en una bicifestación a favor de los gaztetxes, que terminó en una sentada en los cruces de la calle Amaya con la bajada de Labrit; donde, además, también hubo una acción simbólica en la que dos compañeros cortaron el tráfico encadenándose a un bidón. Un corte de tráfico que duró 20 minutos y que se hizo con las debidas señalizaciones, triángulos de emergencia y chalecos reflectantes para evitar cualquier tipo de accidentes.

Meses más tarde, doce de aquellas cincuenta personas estamos encausadas por haber participado en dicha sentada. El fiscal solicita para cada una de nosotras dos años y medio de cárcel, tanto para las tres personas detenidas como para las nueve identificadas. La identificación de estas nueve personas fue efectuada por las cámaras de tráfico instaladas en el cruce de estas calles. Ya que las condenas superiores a dos años suponen la entrada inmediata en la prisión, estamos hablando por tanto, de que doce personas pueden ir a la cárcel por participar en una sentada. Un acto público, político y no violento, una forma de protesta festiva y abierta a la participación de cualquiera, a favor de los espacios autogestionados.

Una de las cosas que queremos destacar en relación con esta acción, es el papel que el actual y discutido jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría, tiene en este proceso. Él participó personalmente en la acción, poniendo en peligro, como se puede comprobar en diversos vídeos que se presentaron en un pleno donde se pidió su destitución, la integridad física de los que nos encontrábamos allí. Entre otras cosas, movió el bidón en el que estaban encadenadas dos personas, le pegó patadas a una de ellas y se ató sobre el bidón los zapatos, mostrando así su particular y habitual actitud de prepotencia y búsqueda de protagonismo por el que la mayoría del pleno del Ayuntamiento de Iruñea, hasta la pusilánime retirada del PSN, ha pedido su destitución dos veces, sin que la alcaldesa haya acatado ese acuerdo.

Este juicio, en el que Simón Santamaría declarará, se da en pleno debate y reprobación del comportamiento de la Policía Municipal que él dirige, bajo el mandato directo de Yolanda Barcina, hecho que hemos denunciado en numerosas ocasiones. Para nosotras, Simón Santamaría y la Policía Municipal tienen una gran responsabilidad en el incremento de la represión de los movimientos sociales en el que se encuadran las elevadas peticiones de este juicio, y parece que ahora no sólo lo decimos nosotras u otros colectivos.

En marzo, y para hacer pública esta situación, pusimos en marcha la campaña ?Yo también lo hice? en la que intentábamos situarnos en la misma tradición reivindicativa que John Lennon, Gandhi o Rosa Parks, que al tiempo que denunciaba la gran injusticia que supone enviar a prisión a quienes han participado en una sentada, quería hacer público que las sentadas pacíficas y la desobediencia civil no violenta han sido herramientas ampliamente utilizadas por los movimientos sociales. Para ello se logró la implicación y el apoyo de una gran variedad de personas y movimientos sociales, tanto de Navarra como de muchos otros territorios, y se realizó un enorme esfuerzo comunicativo: carteles en gran parte de los barrios y pueblos de Navarra, creación de una sentada virtual en la web (www.yotambienlohice.com) y con la distribución en Navarra de 10.000 ejemplares de un monográfico sobre okupación y derechos civiles del periódico Diagonal.

Con todo ello, creemos que quedó patente el apoyo tanto la reivindicación de locales públicos autogestionados como a los jóvenes criminalizados por reivindicarlas con métodos desobedientes y no violentos, y nos preguntamos públicamente si precisamente el retraso del juicio tuvo que ver con el eco social alcanzado por la campaña.

Ahora estamos aquí para presentaros otra campaña, la de ?Nuestra Señora de la Okupación de los Santos Lugares?. Con esta idea queremos volver a hablar de la ocupación de espacios y de lo que ello significa, pero desde una perspectiva irónica. Queremos volver a hablar de ello porque el movimiento que lo llevaba a cabo es el que los poderes fácticos han intentado criminalizar desde el desalojo del Euskal Jai en el 2004. En ciudades como Málaga, Madrid o Barcelona, ocupar sigue siendo un delito, incluso cuestionado desde varios ámbitos jurídicos, pero no un motivo para ir a la cárcel. En Iruña, sin embargo, sentarse en la calle puede ser una manera de ir a la cárcel. Y entrar en prisión es una posibilidad muy real para tres de las doce personas que serán juzgadas el 17 de septiembre, ya que tienen condenas anteriores por participar en otras acciones de desobediencia con ocasión del desalojo del Euskal Jai.

Las luchas del pasado que están hoy aquí y que nos acompañan son conquistas en el presente. Ojalá que dentro de 20 años podamos hablar de los centros sociales como un objetivo conseguido. Lo que queremos apuntar es que la desobediencia es una herramienta válida y legítima de conquista de derechos y que, con ella, acabaremos viendo, disfrutando, compartiendo y construyendo en Iruñea, espacios públicos y populares de gestión directa y no intervenidos por la Administración.
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