La cosa tiene lo suyo, se empieza intentando dejar clara la condena de la violencia y se termina diciendo ora pro nobis a todo lo que se le va ocurriendo a la inteligencia derechosa para retorcer y confundir al populacho.Creo que es preciso que los representantes y simpatizantes de izquierdas tengan claro que ya no basta con hacer propuestas para solucionar los problemas de los menos favorecidos y sacarlos adelante, sino que cada vez hace falta mayor esfuerzo y dinero para contrarrestar la propaganda torticera y mentirosa de la clase dominante que se resiste a perder sus intereses. Que se lo digan estos días a Obama que a pesar de su arrolladora victoria electoral se las está viendo y deseando para sacar adelante el tema de la sanidad pública teniendo que emplearse a fondo, casi como en el propio proceso electoral, para atajar la sarta de mentiras y manipulaciones creadas por los poderes fácticos que tienen intereses directos en que no se lleve a cabo el proyecto y que ya lo consiguió echar a bajo en el gobierno de Clinton.
El nuevo estilo populista de la clase dominante y la derecha actual, Berlusconi, Esperanza Aguirre, Camps, Barcina... está basado en la imagen y en la manipulación del mensaje, control de los medios de comunicación y de las administraciones públicas. Las corruptelas y escándalos apenas hacen mella en unos líderes que controlan los medios de comunicación con el poder económico de la elite dominante. De esta forma, personas acusadas y encarceladas por corrupción aumentan el número de votos en sus zonas de influencia, apareciendo o como perseguidos o como héroes a los ojos de sus incondicionales o como un mal menor a los ojos de los abstencionistas.
Ya no basta con rechazar y condenar la violencia sin paliativos y la solidaridad con sus víctimas sino que las coletillas, la letra pequeña te obliga para no aparecer como condescendiente con los violentos a hacer tabla rasa de procesos de crímenes de Estado, con encausamiento a militares y políticos como Galindo, Barrionuevo, Vera y compañía, pasar por alto un año tras otro las denuncias de torturas de Amnistía Internacional contra las diferentes policías del Estado. Fuerzas, que todavía están muy lejos de desprenderse de ese halo autoritario y franquista, lejos de alejarse de la imagen de seguridad del Estado y acercarse al de seguridad de los ciudadanos de ese Estado. Fuerzas de seguridad lejos de ser independientes de los poderes fácticos y con el único objetivo de perseguir el delito.
Blanco o negro, conmigo o contra mí dicen los dictadores.
No basta con rechazar y condenar la violencia de ETA, hay que manifestarse y firmar en la misma hoja que lo hace una alcaldesa y presidenta de un partido mayoritario que es incapaz de condenar el genocidio franquista, que hace apología del totalitarismo en todas sus manifestaciones sociales y que es la antítesis de la tolerancia.
UPN que resuelve todos sus problemas con las bombas de ETA, la necesita ahora más que antes si cabe, su discurso del anti se queda cada vez más pobre sin que le cubra la espalda la acción de ETA.
Así que, señores de la izquierda, rechazo a la violencia sí, solidaridad con las víctimas sí, pero un poco más de trabajo e inteligencia contra la propaganda de la derecha extrema y a ver si acabamos de una vez la transición en Navarra.
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