lunes, 24 de agosto de 2009

GAVIOTAS POR GALLINAS

¿Qué pasa en Galiza que por mucho que nos empeñemos algunas y algunos en gritar que no se vende, otros la regalan? ¿Quien puede entender que la familia de Carlos Casares haya entregado, como quién entrega la víctima al verdugo, la obra del escritor, literatura gallega, a quien ataca, persigue y trata de aniquilar con disfraces de bilingüismo el idioma de un pueblo y con él su cultura?

Mucho molesta a estos acomplejados y galleguistas de teatrillo la bandera de Galiza como emblema de las galegoescolas que hasta le cambian al nombre por “escolas infantiles” y ponen en su lugar a galiña azul, como compromiso de “libertad educativa, despolitizada y desideologizada”, no se le creen ni ellos. Se trata de desmantelar todo derecho a la educación en galego conseguido anteriormente, se trata de perseguir y eliminar con un sublime descaro un idioma que les irrita y una cultura que les exaspera. La máscara del bilingusmo no es más que la estrategia de la españolizacion empezando por los mas pequeños cambiando casita con bandera gallega por gallina con lapiz bajo el ala..

Carlos Casares no fue precisamente un galeguista de izquierdas;- diputado autónomico del PSOE y y presidente del Consejo de Cultura Galega en el gobierno de Fraga,- y aún asi me cuesta creerlo dichoso por ver representar a su personaje, a galiña azul, como simbolo del paulatino desmatelamiento de la cultura gallega en Galiza.

Dice Pilar Garcia Negro, autora junto con otros colaboradores del libro “Sobre o racismo lingüistico” que la mayor amenaza para el idioma gallego es el desmantelamiento de los mínimos legales que desde centros de poder españoles y desde los complices gallegos se quiere perpetrar en estos momentos. También coloca al mismo nivel el indiferentismo de los propios gallegos, por que para que una maniobra golpista y destructora del idioma prospere tiene que contar con una población muy adormecida o muy anestesiada de sus derechos básicos. Peligros fundamentales hoy en día contra los que debemos combatir.

Y yo acabo diciendo que no hay peor enemigo de una cultura que la emigración mental. Galiza non se vende pero estamos deixando ca regalen.
Mar Alonso.

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