El proyecto de reforma educativa que impulsa el Gobierno de Mariano Rajoy recupera la asignatura alternativa a la Religión que se perdió con la reforma de los años noventa y elimina completamente la polémica materia de Educación para la Ciudadanía. El estatus de la asignatura de Religión siempre ha sido uno de los grandes caballos de batalla educativos de los obispos católicos españoles, así que lo fue también durante la negociación en 2005 y 2006 con el Gobierno socialista de la ley escolar hoy en vigor, la LOE, aunque entonces se añadió su rechazo a la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
Los obispos querían que la materia confesional fuese evaluable y contase para la media y tuviera una asignatura alternativa fuerte, para conseguir así atraer a más alumnos a la materia confesional. Además, rechazaban una asignatura sobre valores que pudiera en algún caso cuestionar sus postulados —el cardenal Rouco declaraba que "invade totalmente" la libertad religiosa y el derecho de los padres a la educación moral de sus hijos—, aunque llegaron a proponer que una similar a Educación para la Ciudadanía fuera esa ansiada alternativa a Religión, según varios de los participantes en aquellas conversaciones. En todo caso, la ley se aprobó sin alternativa a la Religión y, en sus desarrollos, que es donde se establece el resto de cuestiones, se acordó que en secundaria la nota de la materia confesional contase para repetir curso o no (se repite con más dos o tres suspensos, dependiendo de la decisión de los profesores), pero no contaría para hacer media, por ejemplo, para conseguir becas. En primaria, no cuenta la nota tampoco para repetir.
Ahora, el proyecto elimina completamente Educación para la Ciudadanía, que en una propuesta inicial del ministro de Educación, José Ignacio Wert, se había mantenido en la ESO con el nombre de Educación Cívica y Constitucional sin “contenidos polémicos”, en palabras del ministerio. Y la asignatura alternativa a la Religión que se resucita tiene unos nombres que recuerdan mucho a los contenidos de aquella perdida Ciudadanía o de la antigua Ética: se llama Valores Culturales y Sociales en primaria y Valores Éticos en secundaria. En bachillerato, la materia continúa sin alternativa, y se ofrecerá en el bloque de materias específicas, es decir, de las que se pueden elegir dentro de cada modalidad.
En cuanto a su evaluación, para saber si contarán la Religión y su alternativa para las medias o para repetir curso, habrá que esperar a los desarrollos. De momento, el anteproyecto dice lo mismo que la LOE: que “la enseñanza de la Religión católica se ajustará a lo establecido” en los acuerdos con el Vaticano. Sí se añade un horario mínimo en primaria y secundaria: el “equivalente a la carga horaria media del resto de asignaturas ofrecidas en el bloque de asignaturas específicas”, como son Plástica o Educación Física.
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