Aralar ha conseguido
finalmente salvar todos los obstáculos y podrá culminar la próxima semana el
proceso para sustituir a su única representante en las Juntas Generales de
Gipuzkoa, Rebeka Ubera, quien a partir de ahora se centrará en su tarea como
integrante del grupo EH Bildu en el Parlamento autonómico. El relevo de Ubera
ha vuelto a reabrir las heridas que mantiene abiertas esta formación de
izquierdas entre la línea oficial, que tiene el control de Gipuzkoa, y el
sector crítico, muchos de cuyos integrantes han ido abandonando dicha
formación.
Para
que Ubera pueda formalizar su cese como juntera, la dirección del partido en
Gipuzkoa ha tenido que exigir a los tres candidatos siguientes en la lista
—Inaxio Garro, Ane Garin y Andoni Ibarguren— que renuncien al escaño en la
Cámara provincial. De esta forma, Aralar consigue situar como juntera a Maite
Sarasua, que concurrió en las elecciones forales de 2011 en el quinto puesto de
la candidatura por la circunscripción de Deba-Urola.
Desde
la celebración de las últimas elecciones vascas, el pasado 20 de octubre, Ubera
ha compaginado los cargos de secretaria de Organización y número
dos de Aralar, portavoz juntera y secretaria de la Mesa de las
Juntas Generales de Gipuzkoa, y parlamentaria vasca. La decisión de Ubera de
abandonar el Legislativo foral —Laura Mintegi y Marian Beitialarrangoitia
también decidieron dejar sus anteriores puestos en la UPV y en la Diputación de
Gipuzkoa, respectivamente— obligó a Aralar a correr la lista electoral hasta el
quinto lugar, porque los tres que le seguían no comparten la línea política que
ha tomado Aralar y son muy críticos con las decisiones del partido, entre
otras, la expulsión en mayo de este año de los parlamentarios Aintzane Ezenaro,
Mikel Basabe y Oxel Erostarbe.
Inaxio
Garro, segundo tras Ubera, aceptó la renuncia sin oponer resistencia. Ane Garin
dejó la militancia por discrepancias con la dirección y tampoco estaba
dispuesta a ocupar el puesto en las Juntas. Esta integrante del comité de
Getaria regresó la semana pasada de un largo viaje por Suramérica, lo que ha
impedido lograr que firmara su renuncia, aunque Aralar le ofreció hacerlo en un
consulado o en una notaría de Argentina.
El principal escollo que ha tenido Aralar ha
sido Andoni Ibarguren, exedil de Zarautz, y aspirante a dirigir el partido en
Gipuzkoa en octubre de 2011. Aunque en aquellas elecciones internas se presentó
con más avales que su oponente, Ernesto Merino, fue este quien resultó elegido
con solo dos votos de diferencia. Un año después Merino ha tenido que comunicar
a Ibarguren que no cumple el perfil para sustituir a Ubera.
Ibarguren
aseguró ayer a este diario que finalmente ha aceptado renunciar, aunque se
mostró muy disconforme con las formas en que su partido ha decidido prescindir
de él: “No hay ningún acuerdo de la Asamblea, que fue la que me eligió a mí
para ir en la lista electoral. Ha sido la dirección —en alusión a Merino— la
que ha tomado esa decisión por la cara, sin votarla ningún órgano”. La
dirección de Aralar ha esgrimido como argumento para desplazar a Ibarguren su
afinidad con la corriente Aizkorri, muy crítica con la entrada de Aralar en EH
Bildu-Amaiur y la expulsión de los parlamentarios.
Aralar
tiene previsto que Garro, Garin e Ibarguren acudan el próximo 26 de diciembre a
las Juntas para firmar su renuncia, que deberá ser ratificada posteriormente
por un pleno de la Cámara, en el que se nombrará a Maite Sarasua para el cargo
que actualmente desempeña Ubera.
Mikel Ormazabal, en El País-edición País Vasco
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