martes, 11 de diciembre de 2012

AKASKARLA, INSURGENCIA RIBERA

Procedentes de la Ribera navarra, con una sorprendente maqueta bajo el brazo llena de ska de concepción punk, Akaskarla iluminaron con sus sones la noche del pasado viernes, atípico día para la música en directo; jornada de descanso para las programaciones habituales a la vista de la ubicación de dicho día 7 en el calendario: prácticamente en la mitad del acueducto foral.
Formados en Corella a principios de 2010, el sexteto llenó de calor y de público Black Rose, haciendo de la víspera de fiesta una verdadera fiesta desde el inicio de su actuación de manos de temas incluidos en el CD como Pastillas de sueño, Criticar o Tenían razón, perfectamente propulsados por la sección de vientos. Por un trompetista y un saxofonista que, jovencísimos -en el marco de una banda indisimuladamente joven-, sobradamente preparados para la acción, cautivaron desde el principio a los presentes. Bueno, al igual que el resto de los músicos, traduciéndose lo dicho en una actuación en la que, a decir verdad, todos se propulsaron en todo momento entre sí, ya recurriendo para ello a temas propios (sonando además de los incluidos en el CD unos cuantos inéditos), o, evidentemente -encontrándose el grupo en la fase en que se encuentra, arrancando-, a algunas versiones; a covers como los extraídos de los repertorios de Skalariak (Sólo vivir), Boikot o Betagarri, La chica del batzoki; sí, Betagarri, toda vez que a tal referencial chica tal vez la conocieran los Akaskarla gracias a los afincados en Gasteiz, más que a los bilbainos Doctor Deseo. Finalmente el concierto, la personal coctelera skatalítika preparada por los corellanos, avanzó hacia su final con el Sarri Sarri de Kortatu, llamando la atención especialmente el traje especialmente diseñado por los vientos, toda vez que el tema original carecía de ellos. Dejando un gran regusto dicha composición, al igual que la totalidad de las ofrecidas: unos temas que perfectamente esbozados, planteados y plasmados en directo, intensamente nutridos de descaro, electricidad y cruces rítmicos, no dejaron indiferente a nadie, llamando en su conjunto la atención en la presente incursión del grupo en Iruñerria.
Y, en teoría, aquí terminó la noche, aunque no en la práctica; y es que, a modo de guinda final, accedió al escenario el guitarrista local y amigo de la banda Miguel Chivite, deleitando al receptivo público con varios clásicos del rock vasco, acompañado por bajista y baterista....
Festivos, contestatarios; rebosando ganas y juventud, he aquí cómo lucieron Akaskarla en Black Rose. Insurgentes y respondones, como buenos representantes de la Ribera rebelde, algo que dejaron claro incluso con la interpretación de un tema de factura propia en euskera, Ireki bidea. De esa Ribera distinta que, al igual que Teruel, también existe. De esa parte de Navarra de la que nunca hablan ni hablarán determinados medios. Akaskarla, toda una fiesta en directo: esperamos más noticias suyas.
J.Óscar Beorlegui (Crónica en Diario de Noticias de la actuación de Akaskarla en Black Rose de Burlata)

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