¿Alguien sabía que el precio que paga por la luz un boliviano en zonas rurales es el triple que en las ciudades? Es complicado, ya que Iberdrola, la eléctrica que poseía el 90% de las empresas ahora nacionalizadas por el Gobierno de Bolivia, no suele publicitar este tipo de cosas. Prefiere más bien airear su labor social: “Desde su creación, hace más de 15 años, Iberdrola ha estado comprometida con el desarrollo energético, cultural y social de las comunidades en las que realiza su actividad”, reza en su web. Algo difícil de encajar, teniendo en cuenta que un boliviano en una zona rural paga 0,17 euros por kilovatio, mientras que un español paga 0,19. Hay que tener en cuenta que el sueldo medio en Bolivia es de 442 euros mensuales, mientras que en España es de 1900 euros brutos(aunque el sueldo más frecuente es de 1300). Comparen porcentajes de salario dedicados a la luz en uno u otro país.
Pero, pese a las nacionalizaciones promovidas por el Ejecutivo de Evo Morales, lo cierto es que Iberdrola tampoco parece estar muy preocupada por falta de liquidez. El presidente, Ignacio Sánchez Galán, se embolsó en 2008 hasta 17 millones de euros, mientras que la media que percibieron los consejeros fue de 11 millones. Pese a que en 2009 congelaron su salario, aquel año 2008, experimentaron una subida de más del 24%. Casi nada. Y en este banquete hay sitio también para políticos, como el ex secretario general del PP, Ángel Acebes, que fue elegido consejero de Iberdrola a mediados del 2012, o el marido de Cospedal, Ignacio López del Hierro, que fue también fichado como consejero. De hecho, Acebes ganó más en un mes trabajando en Iberdrola que en un año como abogado y congresista.
Mientras el gobierno boliviano nacionaliza empresas eléctricas para bajar las tarifas de luz, aquí en España, el ministro de Energía español, José Manuel Soria, anunció que en enero las nuestras subirán -de nuevo- un 3%. En nuestro país, la filosofía de los políticos es diferente: “Si la electricidad sube o baja no será por decisión del Ministerio, sino por los oferentes y demandantes del mercado”, indicó. El paradigma que rige la actuación de nuestros Gobiernos puede resumirse en la siguiente frase, del Ministerio de Energía: “La liberalización de los mercados conlleva competencia en la prestación del servicio, con el consiguiente beneficio para los consumidores”. Algo que, en España, para nada se ha cumplido, ya que la factura de la luz sube varias veces al año. Facua, por su parte, denunció este sábado que la subida anual es de más del 8%.
Y es que el norte político, en Bolivia, tras décadas asfixiada por la deuda que ahora padecemos nosotros en toda su crudeza, es otro. La Constitución promulgada en 2009 señala que los servicios básicos “son un derecho humano, y un derecho humano no puede ser negocio privado”.
Iberdrola, en su web, anuncia a bombo y platillo su participación en la campaña ‘Cumpledías’, de Unicef, que, según afirman, logró en la anterior edición recaudar “fondos equivalentes al tratamiento necesario contra la desnutrición durante 21.790 días”. Es la cara amable, que sí tiene publicidad y da la imagen de que Iberdrola es casi una ONG. Pero la realidad es que en algunas partes del mundo se alivia un poco el terrible dolor de miles de personas, mientras en otros se expolia a millones sin ningún complejo. “España lamenta la decisión del Gobierno boliviano de nacionalizar estas cuatro empresas”, dice el Ejecutivo. España no lo lamenta, lo hacen los de siempre.
Eduardo Muriel, en La Marea
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