El último barómetro del año nos deja que la política mejor valorada de España es Rosa Díez si señores, la dama magenta, le lideresa de UPyD, la reina del morrazo y la demagogia, es la mejor valorada de nuestro panorama político. Eso sí, con un mísero 3,72 que demuestra que los españoles no nos hemos vuelto locos del todo y que deja en evidencia al resto de líderes “carismáticos” de todos los colores.
Hay tanto sobre lo que escribir al respecto de este titular que no se muy bien por dónde empezar. Quizás sorprendiéndome de que sea Rosa Díez, una política profesional, una experta en saltar de un cargo institucional a otro aunque con ello necesitase cambiar de chaqueta, quien resulte la más valorada. Si yo fuera político español meditaría al respecto porque es síntoma de que algo va fatal.
Tal vez encontraría en la baja calificación, un 3,72, algo de consuelo a la desazón que me provoca que sea precisamente Rosa Díez, un ejemplo de política falta de escrúpulos. Alguien que cobraba como eurodiputada del PSOE y con ese dinero montaba un Partido Político para enfrentarse al PSOE. Alguien que vocifera contra los coches oficiales mientras ella no se apea del suyo alegando que está amenazada por ETA. Alguien que denosta la clase política a la que pertenece desde que nació, no se le conoce otro oficio ni beneficio…
Escaso consuelo que Rosa no alcance ni el 4 porque eso significa que nuestro Secretario General, Alfredo Pérez Rubalcaba está aún peor. En la oposición al Gobierno más dañino para los ciudadanos de los 30 años de democracia. Enfrentados a los populares de Rajoy que recortan derechos y libertades sin reparar el daño que hacen a los más indefensos de nosotros. Con todo a nuestro favor para hacer oposición y que la ciudadanía nos viera como la solución a sus problemas y nuestro líder no llega al 3,5…
Sin entrar en el delicado tema de los nombres, solo en el hecho de que el político más valorado de España tenga una nota de 3,72 debería hacer saltar las alarmas de todos los partidos políticos y de todos los que creemos que la política es la única que puede poner freno a los mercados, a los especuladores, a los capitalistas, a los neocon, a los liberales, a todos aquellos que ven en lo público una oportunidad de negocio y no de servicio a la sociedad.
Menos política, menos políticos, nunca será la solución. Ahora, entiendo que la gente esté harta de políticos mediocres, de diputados que van a la Asamblea de Madrid a jugar al Apalabrados mientras se privatiza la Sanidad. De diputados nacionales que “pierden” el Ipad porque llegará otro que pagamos nosotros, no ellos. De imágenes del Congreso como un páramo, apenas unas decenas de los que se llevan sueldos y dietas estratosféricos para el resto de ciudadanos…
Necesitamos políticos ejemplares. Hombres y mujeres que estén dispuesto a poner los intereses generales por delante de los suyos durante el tiempo que se dediquen al servicio público. Valientes que digan NO cuando haya que decir que NO aun a riesgo de molestar al líder carismático de turno. Decentes que denuncien los abusos que comentan otros, sean del partido que sean. Honrados que comprendan que no todo lo hacen bien y que hay que aprender siempre, con humildad, escuchar, comprender, debatir y asimilar.
Rosa Díez es un ejemplo de todo lo que no necesita este país: política profesional, sin escrúpulos para saltar de un Partido a otro, déspota que ha erradicado cualquier atisbo de crítica en su formación, demagoga del discurso fácil y absolutamente impostado, hipócrita para criticar en otros lo que defiende celosamente en ella misma. No, Rosa Díez no es un ejemplo, si acaso, un mal ejemplo.
Martu Garrote, en martublog
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