martes, 18 de octubre de 2011

PESADILLA NEOLIBERAL SOBRE LA JUVENTUD EUROPEA

Los jóvenes de la Unión Europea están sufriendo desde hace años las consecuencias del sistema neoliberal que los impulsa hacia condiciones de vida insostenible debido a las decisiones que asumen sus gobiernos ante la crisis económica mundial.

Un estudio de la Fundación para la Innovación Política asegura que el compromiso político y la confianza en las instituciones públicas es mucho menor en Europa que en el resto del orbe, con los jóvenes franceses, españoles, ingleses, griegos y portugueses como líderes de la desconfianza.

Datos oficiales proporcionados por la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea (Eurostat) lo confirman: el desempleo juvenil hasta 25 años bate récord en Europa y ronda ya el 40% en algunos países.

La agencia puntualiza que España posee el peyorativo récord con 43,6%; Eslovaquia, 36,6%; Lituania, 35,2%; Grecia, 30%; Portugal 28%, mientras los menos afectados son Austria, 10,3%; Alemania, 8,6%; Holanda 8,4%.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se encargó de definir la situación cuando afirmó recientemente que las tasas son “escandalosas” y significó que “cualquiera que se preocupe por la Europa social sabe que esto no puede continuar”.

Según Durao, la población europea menor de 25 años tiene una tasa media de desempleo del 25%, (con grandes variantes de un país a otro) y emplazó a los gobiernos del bloque a acelerar las reformas estructurales y la creación de empleo, sobre todo en sectores como la energía, el transporte y las telecomunicaciones.

Pero al parecer al señor Durao se ha olvidado que lejos de favorecer a los sectores públicos y a la producción real en los diferentes países que confrontan déficit económicos y fiscales, la troika integrada por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europea (BCE) ha impulsado feroces medidas privatizadoras y neoliberales.

Un claro ejemplo es el de Grecia a la que han obligado, bajo fuertes presiones, a tomar profundas medidas de austeridad para “ayudarla” con empréstitos que le permitan salir de la profunda crisis financiera.

La realidad es que los rescates de capitales se destinan a los bancos para que estos paguen las deudas que el Estado ha adquirido con otros bancos en países como Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, lo cual provoca un mayor endeudamiento al adicionarse los nuevos altos impuestos.

Además se cerraron varias empresas cuyos funcionamientos dependen de subvenciones estatales y se redujeron los sueldos de los funcionarios públicos. Las consecuencias inmediatas han sido la mengua de la producción real, el aumento del desempleo, la disminución del poder adquisitivo y del consumo interno de la población, y por ende menos probabilidades de saldar las deudas contraídas.

El malestar crece entre los habitantes europeos que ven que el desempleo, los bajos salarios y las rebajas en los programas sociales los impulsan hacia la inseguridad y pobreza.

El presidente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia, al presentar el informe Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil, enfatizó que "en los países en desarrollo, los efectos de la crisis económica amenazan con agravar los déficit de trabajo decente para la juventud, de lo cual resulta un aumento del número de jóvenes condenados a la pobreza que mantendrá el ciclo por lo menos para una generación".

Agregó que en Gran Bretaña, el 25% de los jóvenes carece de motivación para buscar empleo pues durante meses y hasta años no lo han podido obtener.

Para muchos ciudadanos, el desempleo juvenil es superior al que indican los datos oficiales de la OIT, pues los gobiernos esconden las cifras.

Son miles los casos de jóvenes que después de graduarse no hallan empleo como Catherine Dupont, una británica de 23 años diplomada en psicología, la cual ha buscado trabajo relacionado con su especialidad mientras sobrevive trabajando algunas noches en un restaurante.

Dupont explicó que para cada puesto hay cientos de postulantes y siempre se presenta alguien que acepta peores condiciones, ya sea como profesional o como simple sirviente.

Las profundización de las medidas neoliberales representa un duro golpe para los europeos y los más perjudicados son los jóvenes pues la destrucción de empleo de los últimos tres años se ceba en este grupo que no puede acceder al mercado laboral y que cada vez le será más difícil.

La situación es altamente preocupante. El economista de la Unidad de Tendencias de Empleo de la OIT, Steven Kapsos, explicó que "la juventud europea ya no sabe dónde ni cómo buscar empleo" y agregó que “los jóvenes son el motor del desarrollo económico, desaprovechar este potencial es un desperdicio que puede menoscabar la estabilidad social".

Esa frustración provoca también un nuevo hecho entre los menores de 25 años, que han llamado Ni-Ni, es decir, muchachos que ni estudian ni trabajan y que viven a expensas de sus padres lo cual significa una nueva carga para los núcleos familiares.

Organismos internacionales indican que en esa categoría se encuentra el 15,9% de los jóvenes italianos, el 15,3% de los españoles, el 13,4% de los ingleses, el 10,5% de los griegos. Estos no aparecen, ni siquiera, en los registros de las oficinas de empleo.

La profundización del neoliberalismo, aplicado con todas sus fuerzas desde la crisis económica mundial que comenzó en 2008 en Estados Unidos, está acabando con el sueño de toda una generación de europeos. A la larga las consecuencias serán perjudiciales para toda la sociedad del viejo continente.

Hedelberto López Blanch, en Rebelión

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