El acuerdo fue respaldado por cuatro de los cinco sindicatos del comité (UGT, SEA, LAB y ELA) y no fue apoyado por CCOO, que prefirió abstenerse al no haberse incluido en él dos puntos que quiso añadir. "Pero hicimos que constase en acta que estamos de acuerdo con el fondo de lo que dice la nota", explicó Juan Eseverri, de CCOO. El contenido de la reunión ha sido trasladado ya a los trabajadores de Caja Navarra-Banca Cívica y está previsto que se envíe también al Gobierno de Navarra.
En la nota, el comité detalla que la estructura de los órganos de Gobierno de Caja Navarra, que considera "absolutamente desproporcionada" respecto a la actividad y la plantilla de la empresa en la actualidad. "Estamos hablando de que Caja Navarra apenas tiene ya a media docena de personas en nómina", explicaron desde el comité de empresa, que recuerda que el pasado 1 de julio se formalizó el traslado de toda la plantilla de Caja Navarra a Banca Cívica. Asimismo, Caja Navarra ha pasado a ejercer su actividad financiera de modo indirecto. La gestión de la obra social, que se nutrirá con los dividendos que le conceda su participación en Banca Cívica, se convertirá por tanto en el principal cometido de la entidad de Carlos III.
Como se recordará, DIARIO DE NOTICIAS desveló hace dos semanas la existencia de la comisión permanente de la Junta de Fundadores, un órgano desconocido hasta ese momento y opaco en su funcionamiento. Este órgano se hallaba constituido en exclusiva por Yolanda Barcina, Enrique Maya, Álvaro Miranda y Miguel Sanz, que acudía invitado por la presidenta del Gobierno. La comisión se reunía para recibir información por parte de algún alto directivo de la caja y permitía a sus cuatro miembros unir esta dieta a la que ya cobraban en la Junta de Fundadores de Caja Navarra. La remuneración por cada reunión ascendía a 1.700 euros y se disparaba hasta los 2.600 en el caso del presidente (primero Miguel Sanz y posteriormente Yolanda Barcina).
El comité entiende asimismo que la pertenencia a estos órganos no está retribuida más allá de las compensaciones por los gastos debidos a sus asistencia. "Ése es precisamente el concepto de dieta", explican los sindicatos en una nota, quienes añaden que las cantidades conocidas "suponen un insulto a los trabajadores que están soportando todo tipo de recortes". El comité denuncia asimismo el malestar que ha generado la polémica entre los clientes de la entidad, "con el consiguiente riesgo reputacional". "Y esto se traduce -explicaban desde el propio comité de empresa- en que siempre hay algún cliente que al leer estas informaciones decide cancelar sus cuentas".
El comité explica también que la actividad actual de Caja Navarra se justifica únicamente con la gestión como accionista de Banca Cívica SA y, por tanto, "el objeto social de la Junta de Entidades Fundadoras y su permanente no tiene fundamento". Por todo ella, el comité de empresa solicita la desaparición de la Junta de Entidades Fundadoras y la adecuación inmediata de los estatutos de Caja Navarra a la realidad actual de la entidad.
CCOO no firmó el documento al no haber sido recogidos algunos aspectos en la nota del comité. Por un lado el sindicato entendía que la dietas deben recoger la responsabilidad quien toma parte en los consejos, pero deben adecuarse a la nueva realidad y a criterios "socialmente asumibles". Junto a ello, el sindicato era partidario de señalar el malestar generado por la creación de un "órgano opaco" como la comisión permanente.
Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario