Después de repasar en los archivos más de 3.000 procesos judiciales desde mediados del siglo XV hasta finales del XIX, el investigador artajonés Fernando Maiora Mendía ha recapitulado citas y fragmentos en el libro Reino de Navarra. Euskera. Injurias, coplas, frases. Se trata del séptimo libro que publica en siete años, todos ellos relacionados con el euskera en nuestro entorno más cercano y que tienen como nexo de unión lo recogido en los archivos de organismos e instituciones públicas.
Esta nueva publicación que ha salido a la luz esta misma semana es el fruto de muchas horas de trabajo, de lectura minuciosa de antiguas anotaciones de escribanos que dejaban constancia de lo que manifestaban los testigos en declaraciones judiciales y en contenciosos entre vecinos. "El principal objetivo es facilitar el estudio del euskera que se hablaba en nuestra tierra en épocas pasadas y encontrar pistas para que los lingüistas puedan ver las variantes a las que pertenecían esas expresiones dialécticas", señala. Por otro lado, con el libro "se acaba el mito de que en euskera no existen los juramentos, las blasfemias o los insultos, porque en los archivos he podido encontrar un buen número de este tipo de expresiones, unas veces escrito en bascuence y en otras traducido al castellano por los propios escribanos o por el comisario receptor", añade.
En esta publicación se recopilan injurias, coplas amorosas y frases de testimonios recogidos en actas y archivos desde el año 1441 hasta 1891. La mayor parte se refieren a sucesos ocurridos en la capital navarra, donde "el idioma mayoritario era el euskera, al menos durante los siglos XVI y XVII. Los desconocedores de dicho idioma en su gran mayoría procedían de fuera del Reino, en general llegados de Castilla". Además de Pamplona, otros fragmentos y reseñas han sido rescatadas de hechos acaecidos en localidades como Tafalla y Artajona, los pueblos de la Valdorba, el valle de Baztan, Olza, Ultzama, Aezkoa, Ibargoiti, Valdizarbe, Imotz, Etxauri, Arakil, Larraun, Erro, Amescoa, Iza o Esteribar, entre otros.
Maiora constata que "al no ser considerada lengua culta, los escribanos transcribían en lengua castellana lo que declaraban los testigos en lengua vascongada". En cuanto a la pérdida territorial que de forma paulatina ha tenido el euskera, Maiora encuentra una de las razones principales en "la introducción de maestros castellanos en el Reino, consiguiendo cambiar el idioma autóctono por el extraño".
El trabajo del escritor artajonés ha quedado recogido en 189 páginas ilustradas con fotografías de Juan José Echegaray, Larrión&Pimoulier y cesiones del Gobierno de Navarra. La mayor parte de los textos han sido rescatados del Archivo Real y General de Navarra, del archivo del Juzgado de Tafalla, de los archivos municipales de Artajona y Tafalla y del parroquial de Artajona. También ha contado con colaboradores de prestigio como Rafael Carasatorre, María Luisa Magdalena Rivas, Agustín Garciandía Barbonekoa, José Luis Turrillas, Juan José Balerdi o Gerardo Huarte, entre otros.
Del libro se han editado, en la empresa Graphycems de Villatuerta, un millar de ejemplares que se venden a 20 euros en librerías de Pamplona, Estella, Olite y Tafalla, además de tiendas de Barásoain, Pueyo o Puente la Reina. También tiene previsto instalar un puesto de venta de ejemplares mañana domingo junto a la Ciudad Deportiva de Tafalla con ocasión de la celebración de Nafarroa Oinez.
Carmelo Armendáriz, en Diario de Noticias
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