"La gente joven tiene mucha información sobre sexualidad (Internet, medios de comunicación...), pero no es una información legitimada ni por la familia, ni por la escuela ni por los profesionales con lo cual no la puede usar abiertamente", señaló ayer Félix López Sánchez, catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca. La educación sexual como un derecho humano fundamental fue el título de la IV Jornada sobre Derechos Humanos y VIH/SIDA celebrada ayer en la UPNA por la Comisión Ciudadana Anti Sida de Navarra y la Asociación Sare. Otra grave contradicción social que apunta el experto es que "les permitimos -incluso les presionamos socialmente- para que tengan relaciones sexuales (el "mito de la actividad sexual"), pero a la vez les condenamos a que sean furtivas". "Tienen que ocultarla a la familia y a la sociedad, y no son las mejores condiciones para calibrar los riesgos, pero mucho menos para vivir bien la sexualidad", reiteró. Ejemplo real: una chica de 17 años le consulta tras una conferencia porqué razón las relaciones sexuales le resultan tan dolorosas. Puede haber muchos motivos pero muchas veces la clave, explicó López, es que vivimos la sexualidad de manera "furtiva, de manera precipitada y la mujer por ejemplo tiene muchas dificultades porque no tiene tiempo para humedecer la vagina. En el caso de esta pareja, las relaciones sexuales se realizaban debajo de una escalera; el chico descargaba la tensión... y la chica se sentía fatal. Las relaciones se tienen en condiciones muy inadecuadas y sin una formación". Por otro lado, la familia sigue funcionando, señala, como si los hijos "no" fueran sexualmente activos, mientras que la escuela hace cosas esporádicas, y el sistema sanitario está "ausente". "En Navarra lo pueden entender muy bien porque lo que ocurre con el aborto ocurre también con la sexualidad". Una muestra de esta "hipocresía" es trasladar a las mujeres a que aborten a otras comunidades. El mundo sanitario no se responsabiliza de este tema cuando, en realidad, "la salud tiene que ser una preocupación pública y es necesario tratar a los ciudadanos como ciudadanos, y ayudarlos a hacerlos responsables y libres desde espacios como las consultas de Pediatría y de Atención Primaria".
Salimos de una tradición en la que no se entendía que la gente tuviera actividad sexual antes del matrimonio y "se sigue funcionando con ese supuesto". "A los hijos no les educamos para ejercer la libertad en materia sexual, con salud y responsabilidad", indicó. Hay otros "resortes muy peligrosos". Uno de ellos, señala, es "el pensamiento conservador, especialmente el oficial de la Iglesia católica. Si defiendes un modelo de abstinencia, de no información y no afrontamiento, mantienes un tratamiento hipócrita como si no hubiera ni sexo, ni prostitución, infidelidad".
La falta de formación provoca a su vez conductas de menor precaución ante prácticas de riesgo y contagio. "Nos preocupa también la generalización de las formas de ocio, asociadas a alcohol y drogas porque, con una actividad furtiva donde se bebe para liberarse, en esas condiciones, es difícil ser responsable", remarca. Es la razón por la que el VIH está afectando, reconoce, a gente muy joven. Entró más por la vía de las drogas y ahora está virando más hacia la actividad sexual, tanto hetero como homosexual, que ha bajado la guardia. Otro problema social es el sida en la mujer rural cuando el varón se toma "libertades incluso en servicios de prostitución".
Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario