El protocolo general de colaboración entre la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra firmado el 3 de julio de 2009 recoge un apartado titulado "Difusión de los servicios de ETB1 y ETB2 en Navarra" que recoge lo que tiene que hacer cada uno de los firmantes para conseguir el objetivo común, es decir, para conseguir que ETB1 y ETB2 se vean literalmente por TDT en Navarra. El párrafo de ese apartado que ha generado y está generando mayor polémica señala literalmente lo siguiente: "El Gobierno de Navarra se compromete a prestar el servicio de difusión del multiplex en toda la Comunidad Foral de Navarra en condiciones de mercado, correspondiendo a la televisión pública vasca el pago de los costes de transporte y mantenimiento de las dos señales televisivas".
Es de sobra conocido el contencioso que mantienen los Gobiernos vasco y navarro al respecto. El Gobierno de Navarra dice que el Gobierno Vasco (ETB) tiene que pagar la totalidad de los costes, que cifra en aproximadamente un millón de euros. El Gobierno Vasco defiende que el Gobierno de Navarra debería asumir una parte. En mi opinión, de la lectura del protocolo se deduce que corresponde al Gobierno Vasco el abono de la totalidad de los costes de transporte y mantenimiento, pero, eso sí, la totalidad de los costes valorados a precios de mercado. Recientemente se ha hecho público que ambas administraciones valoraron en aproximadamente 930.000 euros la inversión necesaria para la difusión al 100% del territorio de un nuevo multiplex de 4 canales. Parecería lógico pensar que el precio de mercado para dos canales sería la mitad. La otra opción de mercado sería permitir a ETB, a cambio de los 930.000 euros, la emisión no solo de ETB1 y ETB2, sino también de ETB3 y ETB SAT.
En cualquier caso, la actitud del Gobierno Vasco, que defiende que no tiene que pagar la totalidad de los costes de transporte y mantenimiento de las dos señales, es la razón que alega el Gobierno de Navarra para explicar cómo dos años y medio después de la firma del protocolo no se pueda captar ETB por TDT en Navarra. Como consecuencia de todo ello, los ciudadanos navarros que estamos deseando captar ETB por TDT vemos absolutamente insatisfechas nuestras más que legítimas expectativas. Cabe reseñar que justo antes del apagón analógico, en diciembre de 2009, ETB1 y ETB2 sumaban una audiencia en Navarra de 109.000 televidentes; un dato de peso, ya que en aquel momento Canal 4, Canal 6 y Popular TV juntos no llegaban a los 67.000. A día de hoy, y con el agravante de que ETB no se capta en digital, su audiencia sigue superando a la suma de los tres canales regionales mencionados. Tampoco queremos olvidar las cerca de 30.000 firmas verificadas que respaldaron en Navarra la Iniciativa Legislativa Popular Televisión sin fronteras.
Cuando uno firma un contrato (y más si lo hace en representación de toda una comunidad), debemos suponer que lo hace porque desea que su propósito se consiga. Si la otra parte no cumple con las obligaciones establecidas en el contrato, lo lógico es que la parte que sí cumple y desea que las cosas salgan se ponga en marcha y utilice todos los medios a su alcance para empujar, convencer e incluso forzar a la otra parte a que haga lo que tiene que hacer. Si por ejemplo el Gobierno de Navarra firma un contrato con una empresa para la construcción de un edificio sanitario imprescindible y la otra parte no inicia las obras, estoy seguro de que ningún ciudadano entendería que el Gobierno de Navarra se quedara quieto y le dijera a la opinión pública que no hace nada porque el problema es de la empresa que no cumple con sus obligaciones contractuales. La ciudadanía navarra esperará que el Gobierno de Navarra haga todo lo necesario para que el edificio se haga en el plazo, que es el objetivo del contrato.
Lo mismo sucede con el protocolo firmado con el Gobierno Vasco. La ciudadanía navarra que quiere ver ETB por TDT está esperando que el Gobierno de Navarra haga lo que tenga que hacer para que lo firmado se cumpla. El problema es que no vemos que el Gobierno de Navarra haga nada. No vemos al Gobierno enfadado con el Gobierno Vasco; no vemos al Gobierno de Navarra enviando comunicaciones, manteniendo reuniones, proponiendo declaraciones institucionales… presionando en definitiva por todos los medios al Gobierno Vasco para que cumpla con lo pactado. Es más, vemos al Gobierno de Navarra tan pancho, tan tranquilo, enormemente cómodo con la actitud del Gobierno Vasco. En resumen, han firmado un protocolo que, a la vista está, no quieren que se cumpla. Y están cómodos porque piensan que sus electores no están muy preocupados por ello.
Es cierto que corresponde al Gobierno Vasco el pago, en condiciones de mercado, de los costes de transporte y mantenimiento de las dos señales televisivas. Pero señores del Gobierno de Navarra, no nos líen. Hagan lo que tengan que hacer para que se cumpla el protocolo. No nos vengan con excusas. No nos sirven en el resto de los contratos que firma el Gobierno de Navarra. Tampoco en éste. Por lo menos, convénzannos de que están haciendo lo humanamente posible para conseguir que el protocolo se cumpla. De momento, muchos pensamos todo lo contrario.
Manu Ayerdi, parlamentario de Nafarroa Bai
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