Al cumplirse un año de la detención y encarcelamiento de la joven vecina de Falces Garazi Autor Pueyo, familiares, amigos y vecinos de esta localidad y de otros puntos de la Merindad, se concentraron el pasado 17 de diciembre en la Plaza de los Fueros de Falces para recordar este hecho y exigir la inmediata liberación de Garazi, quien lleva más de un año en prisión sin haber sido juzgada. En el mismo acto, se denunció que, al igual que Garazi, son muchas las personas que sufren encarcelamiento a cientos de kilómetros de sus hogares, familiares y entorno por lo que pidieron que "el Gobieno español ponga fin a esta política carcelaria criminal y traiga a Euskal Herria a todos los presos y presas políticas vascas y se cumplan todos los derechos que como personas les corresponden según su propia legislación".
Hasta la plaza de Falces llegaron las palabras de Garazi: retazos de una carta fueron leídos por uno de los presentes y una llamada móvil iba pasando de mano en mano. Calor y afecto de unos y otros en el mediodía de diciembre, para una Garazi que se preguntaba cómo se podía volver a sonreír después de vivir la experiencia terrible de los días de incomunicación y tortura, alojados para siempre en un rincón del cerebro. "Se puede y se debe", añadía, "porque no podemos dejar que nos arrebaten la sonrisa, la alegría y los sueños". Actos como el del otro día, aseguraba, "ayudan a conseguirlo".
La Voz de la Merindad
Hasta la plaza de Falces llegaron las palabras de Garazi: retazos de una carta fueron leídos por uno de los presentes y una llamada móvil iba pasando de mano en mano. Calor y afecto de unos y otros en el mediodía de diciembre, para una Garazi que se preguntaba cómo se podía volver a sonreír después de vivir la experiencia terrible de los días de incomunicación y tortura, alojados para siempre en un rincón del cerebro. "Se puede y se debe", añadía, "porque no podemos dejar que nos arrebaten la sonrisa, la alegría y los sueños". Actos como el del otro día, aseguraba, "ayudan a conseguirlo".
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