La sociedad navarra sigue demandando con nitidez un cambio de Gobierno autonómico, de hecho apuesta por él más del 55% de la ciudadanía, aunque la consumación de la alternancia en la Diputación después de las elecciones del 22 de mayo se antoja dificultosa, resultando en efecto aritméticamente posible, porque requeriría del consenso entre el PSN, Nafarroa Bai, Bildu e Izquierda-Ezkerra. Ésta es la conclusión principal que cabe extraer del estudio sociopolítico de Gizaker para DIARIO DE NOTICIAS, que augura que UPN volverá a ser la lista más votada con 17 escaños, si bien se quedaría a cuatro de hollar la mayoría absoluta con el PP (cinco parlamentarios), por lo que sólo podría lograrla con una concertación de voluntades -para la investidura, como acuerdo de legislatura o como Gobierno de coalición- con el PSN, que recobraría su posición de segunda fuerza parlamentaria pero con serio riesgo de perder su suelo electoral si baja a diez representantes (también podrían ser once). Una política de pactos la de UPN y PSN que en cualquier caso recibe una exigua nota del 4,5. El regreso al Legislativo foral de la izquierda abertzale histórica reportaría a la plataforma Bildu -siempre que esta lista no sea vetada primero por el Gobierno central y luego por los tribunales- un mínimo de seis escaños, claramente por detrás de NaBai, coalición para la que se estima una horquilla de 8-9 parlamentarios pese a la salida de EA y Batzarre. La encuesta prevé para IU-Ezkerra una limitada mejora de posiciones, hasta los tres parlamentarios, y sitúa a CDN al borde del 3% del voto que le permitiría continuar en la Cámara, que podría albergar a siete siglas distintas evidenciando la pluralidad de la sociedad navarra. En cuanto a las principales figuras políticas, Uxue Barkos es la más valorada, con 5,8 puntos, superando hasta en seis décimas a Miguel Sanz, siendo el tercero que aprueba Patxi Zabaleta (5,06). Yolanda Barcina suspende con 4,94 puntos, mientras Roberto Jiménez baja hasta la sexta posición (4,20 puntos), superado por Maiorga Ramirez (4,26). El sondeo de Gizaker evidencia también la fuerte ideologización de la sociedad navarra, pues se intuye una reseñable participación, por encima del 75%, estimulada por la fragmentación de la derecha y el probable concurso de la izquierda abertzale tradicional.
Editorial del Diario de Noticias
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