Según el autor, "se trata de una obra de recopilación, en la que intento con un lenguaje sencillo, acercar a los lectores lo que otros investigaron y que hoy resulta difícilmente accesible. Todo el libro está escrito desde el cariño y la devoción que tengo al Cristo de Cataláin y a todo lo que Cataláin significa para nuestros pueblos".
"Quiero que mientras se lee este libro se reviva y se reavive el cariño a Cataláin y hacia lo que esta ermita ha significado para la Valdorba y la devoción hacia su Santo Cristo. Tengo también el convencimiento de que es un libro para los de casa o cercanos de alguna manera a Cataláin. Mi trabajo ha sido de recopilación, no de investigación, pero al mismo tiempo pienso que son historias que es bueno escribirlas para que se recuerden y no se olviden", señaló. El autor ha trabajado en su libro durante dos años. "Tenía anotaciones y datos sobre Cataláin que había preparado hace años para una charla y me planteé la posibilidad de ampliar el tema y dejar por escrito muchas de las vivencias que he tenido".
El trabajo ha quedado condensado en 343 páginas, distribuidas en 17 capítulos. Flotildo Martínez comienza el libro realizando un reconocimiento al historiador Francisco Olcoz y Ojer, un sacerdote nacido en Sansomain. Tras un prólogo suscrito por Aurelio Andueza, párroco de Garínoain, Mendívil y Solchaga durante doce años, la publicación se inicia con una visión histórica de los orígenes de Cataláin, de su iglesia y de la imagen del Santo Cristo. En posteriores capítulos se habla del protagonismo que ha tenido esta ermita dentro de la ruta Jacobea. Especial mención merecen las romerías que han realizado y que se mantienen en las diferentes localidades valdorbesas. También se menciona la Hermandad sacerdotal San Pedro ad Vincula, que surgió a principios del siglo XVII y de la que formaban parte sacerdotes nacidos en el Valle.
Otro de los capítulos está dedicado a las obras de restauración que se han acometido en la ermita, la más importante entre los años 1979 y 1984. La ermita como centro de la vida civil del Valle o los diversos proyectos que ha tenido este lugar y su entorno como el Pantano de Garínoain, la creación de una granja-escuela, el acondicionamiento de una sede para albergar varios servicios mancomunados para los municipios del Valle o un ambicioso complejo turístico, que no llegó a materializarse. Otros capítulos están dedicados a la fiesta del Día de la Valdorba, que se viene celebrando desde el año 1986 o un recuerdo a quienes han ejercido como capellanes o sacristanes en esta ermita, entre otros variados temas, que junto a numerosas anécdotas y apuntes históricos, conforman este libro ilustrado con varias fotografías de distintas épocas.
Diario de Noticias
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