Cientos de euskaltzales llenaron ayer las calles de Mendigorría para reivindicar la oficialidad del euskera en todo Euskal Herria y decir no a la zonificación.
La jornada, organizada tanto por la asociación Biderra, compuesta por los padres y madres de los alumnos que reclaman una educación pública en euskera, como por Sortzen Ikasbatuaz, comenzó a las 10.30 horas con un acto de presentación oficial. En este acto, Nestor Salaberria, miembro de Sortzen Ikasbatuaz, agradeció el gran apoyo recibido, tanto este año en Mendigorría como el año pasado en Artajona, cita a la que asistieron 5.000 personas, y exigió el derecho a "vivir en euskera. Ya basta de poner fronteras al euskera, es hora de reclamar nuestros derechos".
Del mismo modo, Salaberria denunció públicamente la situación que atraviesan varias escuelas rurales, entre las que se encuentran las escuelas de Cirauqui y Mañeru, que han tenido que cerrar sus puertas ante la imposibilidad de poder impartir el modelo D en ellas.
Por último, se homenajeó a Koldo Colomo, técnico de euskera del Ayuntamiento de Puente la Reina, por su labor como profesor de AEK. Colomo, defendió durante su intervención el trabajo "democrático" que están desarrollando desde Sortzen y Biderra, y criticó el "inmovilismo" de la Administración ante una situación tan importante como ésta.
Desde Biderra, Jokin Luquin, padre de un niño llamado Josu de cuatro años de edad, también quiso agradecer a Koldo Colomo la ayuda que éste les prestó hace ya tres años, cuando "varios conocidos de Artajona y Mendigorría decidimos reunirnos movidos por la inquietud de que nuestros hijos e hijas estudiasen en euskera".
Argi Rus, de la asociación Biderra, por su parte, aprovechó la ocasión para "agradecer a la gente de todos los pueblos de alrededor la ayuda que nos han prestado" y explicó que desde la asociación "nos sentimos orgullosos de que esta fiesta haya salido adelante , aunque nuestro trabajo nos ha costado, la verdad".
El alcalde de Mendigorría, Javier Osés, se sumó a la fiesta arguyendo que "todo el mundo tiene derecho a elegir la educación de sus hijos" y del mismo modo, concedió una subvención de 600 euros para organizar el festejo.
Amenizaron la jornada, trikitilaris, dantzaris, bertsolaris, joteros, txalapartaris y txistularis, entre muchos otros colectivos. Para contentar a los más pequeños de la casa se organizaron juegos infantiles y diferentes actuaciones. La comida popular fue todo un éxito y 400 personas se deleitaron degustando una gran paella.
Diario de Noticias
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