El grupo cultural Altaffaylla Kultur Taldea entregó en el mediodía de ayer en Tafalla los premios Torre Ochagabia y Cisneros 2010 a las elegidas como mejores y peores actuaciones urbanísticas, respectivamente, y efectuadas durante el pasado año. El primer premio fue compartido por la casa nº 11 de la calle García Goyena y el nº 3 de la calle Turrumbal, mientras la crítica y "tirón de orejas" fue para el Gobierno de Navarra por ordenar derruir, hace cinco años, la conocida como Casa Manero en la calle Santa María.
La entrega de estos premios se desarrolló en la calle García Goyena. Por parte de Altaffaylla acudieron Mª José Ruiz y Juan Carlos Berrio. Se trataba de la séptima edición de unos premios en los que esta asociación ha querido distinguir con el galardón Torre Ochagabia 2010 a la mejor actuación arquitectónica y de restauración en viviendas del Casco Antiguo de la ciudad realizada durante el pasado año y por el contrario, se concedió el premio Cisneros 2010 a la elegida como peor intervención en esta zona de la población y por tanto, contraria a mantener las peculiaridades urbanísticas que caracterizan al Casco Viejo tafallés.
El premio Torre Ochagabia resultó compartido por la buena rehabilitación de dos edificios. El primero de ellos, es propiedad de la familia Ramírez-Erro y ha sido restaurada por Construcciones Ruarma bajo la dirección de la arquitecta Amaia Jaurrieta. Se trata de un edificio de tres plantas en cuya fachada luce el escudo de armas de los Goyena. En esta casa, y así se recoge en una placa colocada en su fachada, nació el jurista y político liberal Florencio García Goyena (1783-1855) quien llegó a ser Ministro de Gracia y Justicia en 1847 y Presidente del Consejo de Ministros. En el año 1900 el Ayuntamiento dedicó su nombre a esta calle, antigua La Feria.
La otra distinción recayó en el edificio nº 3 de la calle Turrrumbal, propiedad de Carmen Urroz Lasa, rehabilitado por Construcciones Intxaurrondo bajo la dirección de Amaia Jaurrieta y Jesús Mari Lasa. También hubo seis menciones: para el nº 10 de la calle Olmo, de los Hermanos Marco Menéndez, restaurada por Navico; la nº 9 de la calle Primicia, perteneciente a la familia Lizarraga-Zulet; la nº 11, lindante a la anterior, propiedad del constructor Carlos Bermúdez; la nº 13 de la calle Túbal, de la familia Elizondo, Mª Carmen Abínzano y José Luis Otazu, restaurada por construcciones Esquíroz; el nº 1 de la plaza de los Fueros, de la familia Zabalza-Esquíroz y Conchita Olcoz, rehabilitada por Navico y el nº 4 de la calle Cuatro Esquinas, de la familia Muez-Segura, Ana Atienza y Julio Sota, restaurada por Construcciones Lerga.
El galardón Torre Ochagabia lleva la denominación de la torre gótica del Palacio Real de Tafalla, que fue demolida con dinamita en 1886, y con él se pretende reconocer "a aquéllos que han contribuido a restaurar, embellecer y mejorar urbanísticamente la ciudad". El premio consiste en la entrega de un diploma y un dibujo en acuarela realizado por el pintor madrileño Antonio Hernández Palacios, en el que reproduce la desaparecida torre del Palacio Real de Tafalla.
Por otro lado, el premio Cisneros, en recuerdo del personaje que destruyó la mayor parte de las construcciones medievales, se otorga a quienes "atentan contra la tipología, la idiosincrasia y los valores de la ciudad". Los organizadores lo concedieron este año al Gobierno de Navarra "por las prisas que se dio, hace más de cinco años, en tirar la Casa de Manero para hacer un edificio de uso dotacional" y después rechazó el solar por las dificultades de acceso. Esta casa tenía una buena fachada de piedra y era una de las más antiguas.
Según los organizadores "con estos premios pretendemos sensibilizar a los organismos públicos, a empresas constructoras y de rehabilitación, a profesionales del sector y a vecinos en general, sobre la necesidad de conservar y mejorar el patrimonio arquitectónico, histórico y monumental de nuestra ciudad".
Carmelo Armendáriz, en Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario